El colectivo Unidos por Nuestro Árboles lanzó ayer un llamado a las autoridades ambientales del Distrito y el Departamento y a la Asociación de Ingenieros Agronomos del Atlántico, Asiadela, a ser 'transparentes' con el convenio para controlar fitosanitariamente ‘la Pajarita’ y otras afectaciones bióticas y abióticas, que firmaron el pasado viernes y cuya inversión es de $250 millones.
Carlos Montoya y José Hasbún son líderes de un colectivo ciudadano que ha realizado intervenciones para erradicar ‘la Pajarita’ en los parques Tívoli, Tres Avemarías, Éxito de la 51B y Electrificadora.
Con la experiencia que tienen erradicando la planta parásita (66 podas y 13 talas), consideran que el costo de la inversión para limpiar de ‘Pajarita’ la carrera 46, entre calles 30 y 96, 'es excesivo'.
'Como ciudadanos queremos que nos expliquen bien en qué se van a gastar ese dinero del convenio. Nosotros solo hemos gastado 2 millones de pesos', señaló Montoya.
De igual forma, Hasbún indicó que ellos tenían un censo de esas calles que desean intervenir. 'Hay 123 árboles para poda y 31 para tala, para un total de 154. Eso indica que por cada árbol gastarían $1.623.000', añadió.
Por su parte, Alberto Escolar, director de la Coporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA), explicó que 'el trabajo con la población arbórea no será solamente con ‘la Pajarita’, también comején, ácaros y térmitas, entre otros problemas'.
Sobre el costo, el director de la entidad, manifestó que 'es parte de una propuesta técnica revisada por parte de los equipos de especialistas y con las indicaciones que se han venido trabajando desde el Damab'.
En el acuerdo, suscrito por el director de la CRA, y Fernando Avendaño, representante legal de la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Atlántico, Asiadela, queda establecida la forma en la que se va invertir el dinero.
También determinan en las consideraciones que 'la Corporación no dispone en su planta de personal, de funcionarios, para dedicación exclusiva al establecimiento y mantenimiento de arbolado', de ahí la necesidad del convenio con Asiadela.
En una de las cláusulas estipulan que Asiadela deberá presentar un informe en el que detallarán 'el estado de cada uno de los árboles que hacen parte de la zona de influencia del proyecto' para hacer un análisis ajustado a la realidad. A partir de ese informe se realizaría un 'control de la planta parásita ‘Pajarita’ y un control de plagas y enfermedades'.
Sobre la firma del convenio sin conocer el monto total de árboles, Victor Téllez, presidente de la junta directiva de la Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental, Acodal seccional Caribe, indicó que ese tipo de contratos 'permite hacer un estimado de los árboles y de ahí se saca el monto'. Sin embargó, cuestionó el hecho de que no hubiera un análisis previo de los problemas fitosanitarios reales de la zona. 'Es lo primero que debió haberse hecho', recalcó Téllez.
Otro aparte del convenio dispone el desarrollo de 'un programa de sensibilización a la comunidad ubicada en la avenida Olaya Herrera en materia de control fitosanitario de la planta parásita y otras afectaciones bióticas y abióticas'.
Esta estrategia incluiría cuatro talleres de 6 horas de duración para al menos 110 personas, entre los que deben estar líderes cívicos, población estudiantil y la comunidad en general.