Cada vez que llueve no solo la ciudad se paraliza por los embates de los furiosos arroyos que convierten algunas de las principales calles en una especie de río tumultuoso de fieras y peligrosas corrientes. Muchos ciudadanos, en señal de poca cultura ciudadana, utilizan estas crecientes para deshacerse de cuanto cachivache viejo, basura acumulada y residuos sólidos, lanzándolos a la corriente en medio del aguacero.
La trampa
En medio de un fuerte olor a descomposición y entre una enorme ‘alfombra’ conformada por botellas de plástico de todo tipo, cascos de motocicleta, balones, bolsas, troncos, ramas secas, escombros, vasos, cascarones de refrigeradores y neveras desechadas, crean un panorama casi que apocalíptico en la trampa metálica del arroyo León.
El lugar, tras el aguacero del sábado, una vez más quedó convertido en un enorme ‘cementerio’ que es donde van a parar los desperdicios que son arrojados a los arroyos.
Una retroexcavadora con su inmenso brazo metálico escarbaba ayer dentro de ese ‘mar’ de basura, intentando desalojar los más pronto posible las celdas taponadas por los desechos del consumo.
Alberto Escolar, director de la CRA, señaló que en el pasado aguacero fueron retiradas de la trampa 150 toneladas de residuos y que aunque aún no se han terminado los trabajos de remoción de desechos ya llevan contabilizadas 100 toneladas.
'Este es un indicativo de la gravedad de lo que está sucediendo en los barrios del suroccidente de Barranquilla porque toda la zona del arroyo que atraviesa esa porción y sectores se está viendo afectada por la disposición incontrolada de desechos'.
De acuerdo con Escolar esta situación no solo afecta la condición hidráulica del arroyo porque lo tapona, sino que empieza a generar contaminación por todo lo que está asociado a la mala disposición de basura y contamina más el agua del arroyo.
'Este es un tema grave porque está desnudando la falta de cultura ciudadana de toda la zona del suroccidente que es la que dispone residuos allí', sostuvo.
Jaime Ruiz, operario de la retroexcavadora, indicó que el nivel del agua del arroyo está muy alto todavía y por ello no ha se ha podido trabajar con mayor eficacia. 'Es que no deja que la máquina trabaje bien pero en unas horas eso cambia y podemos dejar esto limpio lo más pronto posible', afirmó.
De acuerdo con el director (e) del Foro Hídrico, Alberto Salah, el arroyo León no solamente recoge las aguas de la cuenca occidental de Barranquilla, allí también tributan arroyos que vienen de la jurisdicción de Galapa.
Agregó que se ha convertido en una constante encontrar entre los residuos que desembocan en la trampa, desechos como cascarones de nevera y mucho material en icopor.
'Pareciera que algunas empresas de reciclaje o personas dedicadas a esta actividad estuvieran arrojando sus desechos alrededor de la cuenca y estamos tratando de identificar a los responsables ', señaló.
En su reciente visita a la ciudad de Barranquilla, el ministro de Ambiente, Gabriel Vallejo habló sobre la educación ambiental, dijo que se pueden traer todos los recursos para adaptación para cambio climático, pero si la gente sigue teniendo el mismo comportamiento con respecto al tema ambiental no se va a lograr nada.
Candelario Jaraba, secretario de Gobierno del Distrito, explicó que, desde que viene rigiendo en Barranquilla el Comparendo Ambiental, (17 de marzo de 2013) hasta le fecha, han sido impuestos 2.470 comparendos.
Dentro de las disposiciones contenidas en el decreto distrital 0860 de 2012, se encuentra la sanción para los que arrojen escombros o residuos sólidos a humedales, páramos, bosques, entre otros ecosistemas y fuentes de agua.
Sanciones
'Para personas naturales la sanción va de 1 a 2 salarios mínimos mensuales, para personas jurídicas va de 5 a 20 salarios mínimos mensuales dependiendo la gravedad del hecho'. El secretario aclaró que para aplicar la sanción la persona debe haber sido encontrada en flagrancia.
Independientemente de la velocidad con que los operadores limpien las toneladas de desechos encalladas en la trampa, queda claro que la falta de cultura ciudadana continúa permitiendo que se presenten situaciones tan inexplicables como arrojar las neveras, las bolsas de basura y los colchones viejos a los ríos urbanos que recorren parte de Barranquilla cuando llueve.