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Para Sadam Gastelbondo, un joven de 24 años residente del barrio Siete de Abril, entrar al programa Distrital ‘Va Jugando’ se convirtió en el primer paso para empezar a respirar con tranquilidad en las esquinas de su barrio.

Antes del programa, de los partidos de fútbol callejero y de la asistencia sicosocial que ha recibido, ni él ni los miembros de su combo, la pandilla de los Rastas, podían asomarse a la esquina y mucho menos cruzar alguna de las fronteras invisibles que los cercan en su propio territorio, esas que podían en un momento dado, significar la diferencia entre la vida y la muerte, tal como le sucedió a su hermano de 20 años, quien fue asesinado en 2013 de un tiro de escopeta en el estómago.

Ahora, en vez de continuar construyendo esos muros divisorios, Gastelbondo inicia un nuevo camino como constructor de un mejor futuro para él y para sus dos hijos. Hace parte de los 120 jóvenes que integran el programa ‘Va Jugando’, que desde ayer iniciaron el camino para certificarse como ‘Toderos profesionales’.

'Es una vida muy dura no poder salir de la propia calle y sufrir la muerte de mi hermano fue lo peor. Yo tengo dos hijos y ‘Va Jugando’ fue una nueva oportunidad de vivir. Yo he cambiado mucho y lo que quiero es seguir aprendiendo y aplicar eso en mi trabajo, poder sacar adelante a mis hijos y que no pasen por lo que yo pasé', señaló Gastelbondo

Con el firme propósito de formar a estos jóvenes para que puedan acceder a oportunidades laborales y conseguir sus propios ingresos con actividades asociadas al sector de la construcción, reparación y mantenimiento domiciliario, la Alcaldía Distrital con el apoyo del Fondo de Seguridad y Convivencia Ciudadana, ayer formalizó el inicio del programa ‘Todero en Casa’.

Las capacitaciones tienen una duración de 3 meses y una intensidad de 5 horas diarias. Al final del curso se les hará entrega de una caja de herramientas para que puedan prestar estos servicios en los edificios y en algunas viviendas.

'Quisimos atender a estos jóvenes dándoles primero la oportunidad de que dejaran a un lado el enfrentamiento y que cambiaran la violencia por el deporte. Unos 1.300 jóvenes hacen parte de ‘Va Jugando’', indicó la mandataria local.

De acuerdo con la alcaldesa estos jóvenes que integran el programa han tenido la posibilidad de vincularse a la Universidad al Barrio, otros han ingresado al Sena o forman parte de la planta de la Alcaldía. 'Dijeron no a la violencia y lo que queremos brindarles son mejores oportunidades y un mejor futuro para ellos y sus hijos', explicó.

La alcaldesa agregó que la idea es conectarlos con Camacol y con los administradores de los edificios.

Mábel Hermida, directora del programa ‘Va Jugando’, indicó que el fútbol era realmente una estrategia, una disculpa para llegar a los jóvenes. 'El gran objetivo es reducir las posibilidades de inicio y continuación de carreras delictivas, reducir las posibilidades de muerte. Además mostrarles que es posible otra vida a través del estudio y del trabajo'.

Sadam ataviado con la casaca que lo identifica como uno de los ‘guerreros’ del fútbol callejero de la ciudad, dice estar orgulloso de haber cambiado los enfrentamientos a piedra por las gambetas y los goles que ahora piensa anotar mientras construye un mejor destino.