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Mientras un bicicoche atraviesa rápidamente el Paseo Bolívar por la carrera 39, la hilera de carros disminuye la velocidad y una buseta de la ruta de buses Cotrans Oriente coge la curva más cerrada. En este punto todos y cada uno de los conductores que transitan la vía quedan condicionados por la presencia de una tapa destapada de registro telefónico.

Un antiguo pasacalle de madera y unos tubos de cartón son la única señalización de esta trampa vehicular que, desde hace más de 20 días, tiene preocupados a transeúntes y conductores del sector. Así lo evidenció EL HERALDO, luego de la denuncia hecha por el lector Emilio Torres a través de la iniciativa Wasapea y su línea celular 3104383838.

'Aquí esa tapa antes se la robaban seguido, pero hace más o menos 20 días operarios de Movistar hicieron unos trabajos allí y no sellaron la tapa', afirmó Felipe Martínez, comerciante de la cuadra.

Las tapas de alcantarillas, las de registros telefónicos o las de desagües de aguas lluvias a veces se constituyen en el blanco predilecto de los ladrones. Sin embargo, un manjol destapado es más grave aún cuando es producto de la negligencia de algunas empresas que ponen en riesgo a los ciudadanos.

'Aquí la semana pasada un carro metió la llanta en el hueco y se golpeó. Es más peligroso cuando llueve', advirtió otro comerciante del sector, que prefirió reservar su nombre.

Un vocero técnico de Movistar dialogó con este medio y aseguró que hoy revisarían el punto y, de ser posible, lo sellarían.

'Mañana (hoy)vamos a revisar el caso. Tomaremos las medidas pertinentes y de ser posible, lo sellaremos mañana mismo', aseguró Iván Cañaveral, profesional técnico.

Triple A. Las tapas de alcantarilla por lo general son las que presentan mayores reportes de robo o destape. La empresa Triple A, encargada de sus instalaciones, anunció que en lo que va corrido del año se han registrado 24 hurtos de tapas.

En 2014 fueron 48 los actos vandálicos de este tipo que se presentaron en total. Tanto en julio de 2014 como en julio de 2015 la cifra fue de 4 robos, sin embargo el comparativo de los siete primeros meses del año arroja que en la presente vigencia se registraron 4 casos menos que en el mismo periodo del año anterior (28 en 2014 frente a 24 casos en 2015, de enero a julio).

Las tapas de hierro que le hurtan a Triple A son reemplazadas por la empresa por unas de material de ferroconcreto, que son menos atractivas para los reducidores de metales o recicladores que se dedican al robo de estos elementos para ganar una suma de dinero irrisoria en el mercado negro.

Cada una tiene un valor superior a los $200 mil, sin incluir los costos de reposición, mientras que en el mercado negro las venden hasta en 10 mil pesos.

'El verdadero impacto no es económico, sino el riesgo que representa para las personas dejar un manjol destapado. Lo que se origina es una trampa humana', aseguró el gerente de Operaciones de Triple A, Ramón Hemer.