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Un posible caso de arboricidio, en la carrera 50 con calle 69, en Barranquilla, fue dado a conocer por un ciudadano a través de la línea Wasapea de EL HERALDO.

Seis árboles caraqueños o de manta guajira (Erythrina variegata) se vinieron al suelo hace unos tres días, tras haberse secado por retiro de parte de su corteza y un aparente envenenamiento.

La denuncia fue hecha por Walter Chegwin Goelkel, propietario de un taller automotriz, ubicado en ese sector. Allí están los seis palos muertos con sus cortezas retiradas en gran parte de los troncos, desarraigados de la tierra. Un séptimo árbol aún se mantiene en pie en la zona verde del andén, pero en la parte baja de su tronco también fue despojado de su corteza. Al igual que los otros, también está seco.

Chegwin afirmó que desde que estableció su negocio en la cuadra, hace 26 años, ha sembrado quince árboles en los andenes vecinos. En la zona hay palos de mango, palmeras, cocoteros y caraqueños. Incluso dentro del taller hay dos árboles de mango frondosos que atraviesan parte del techo.

'Aquí somos defensores de la ecología. Con un arquitecto les hicimos el espacio para no cortarlos. Cuando llueve se nos mete el agua por ahí, pero puedo vivir con eso, y proteger los árboles', comentó Chegwin, de 59 años, sobrino del destacado basquetbolista del Atlántico Elías Chegwin.

Dijo que heredó su conciencia ambiental de él y de su amigo, el arquitecto Ignacio Consuegra Bolívar. El barranquillero anunció que entablará una demanda contra desconocidos porque no permitirá que un 'vecino malcriado' perjudique el ambiente del sector y la ciudad.

'Mi compromiso es que si matan 6 árboles, yo siembro 12. Si matan 12, siembro 24. Ya le notificamos al Damab y nos afirmaron que investigarían el caso el lunes', agregó.

Proceso. La Ley 1333 de 2009 es la que le confiere a las entidades ambientales el poder para ejecutar procedimientos sancionatorios en estos casos. Si no se sabe quién es el infractor, puede iniciarse una indagación preliminar para definir quién incurrió en el delito, evaluando criterios como estado de amenaza del árbol, posibles afectaciones ambientales y el tipo de zona en el que se encontraban.

A mediados de septiembre, el Damab abrió un proceso sancionatorio contra la Liga de Tenis del Atlántico por un arboricidio en sus alrededores, que comprometió 47 árboles, de la especie neem o nim. La investigación sigue en curso.

Muerte lenta. Joe García, biólogo de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico, CRA, explicó que arrancarle las cortezas a los árboles es un mecanismo utilizado para matarlos paulatinamente.

'En ocasiones les quitan la corteza para aplicar el veneno. En ambos casos están atentando con el árbol y logran el fin último que es secarlo', señaló García.

Varios vecinos del sector, al ser consultados por EL HERALDO, lamentaron el hecho. También dijeron que ojalá puedan ser reemplazados.

Uno de ellos, Alfonso Movilla, residente en la cuadra, afirmó que los árboles se encontraban en buen estado y murieron de repente.

Camila McCausland, otra habitante del sector, comentó que los palos venían enfermos desde hace rato y espera que puedan sembrarse más en la zona para embellecer el barrio y refrescar el caluroso clima.

Así mismo, Chegwin afirmó haber escuchado a gente del sector decir que 'los árboles botaban muchas hojas y que se veía feo el lugar'.

'Una vez al mes viene un jardinero a hacer mantenimiento. Yo no voy a pelear con el vecino. Soy un hombre pacífico. Solo quiero que las autoridades se encarguen del caso', señaló el denunciante.