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Una movilización fuera de lo común se vio ayer bajo el puente que conecta a los colegios Inem e Itida, en la vía al aeropuerto Ernesto Cortissoz.

Cada 10 minutos decenas de personas abordaban buses con destino a diferentes municipios de la Costa, pero muchos de los viajeros no eran oriundos de las poblaciones de destino sino que iban a votar por candidatos que no conocían que previamente les habían pagado un anticipo para ello.

La trashumancia

Ante denuncias recibidas por EL HERALDO, un reportero fue al lugar, fingió ser uno de los votantes y, tras acercarse a una mujer que esperaba el bus que la conduciría hasta Hato Viejo, corregimiento de Calamar, Bolívar, le preguntó sobre la mecánica para viajar. Como previamente la había escuchado hablar del trámite, el periodista le dijo que había recibido una llamada para que llegara a la terminal pirata y que allí le entregaría $100.000 por el voto, más un dinero extra para transporte y refrigerios.

Casi al mediodía, la mujer explicó que si era por el mismo candidato por el que ella votaría, él había 'mandado el anticipo de los transportes a través de una empresa de giros' y que podía reclamarlo en el punto más cercano, que se encontraba en Metrocentro; después debía volver a la 30 para coger el bus y viajar a Calamar. 'Allá te dan el resto del dinero', dijo la votante.

Los contactos

Un hombre de contextura gruesa, con camisa tipo polo a rayas azules, y otro, que vestía buzo blanco y gorra caqui, coordinaban el transporte. El reportero se acercó para escuchar lo que conversaban. A dos viajeras que iban a vender el voto les dijeron, por ejemplo, que algunos pasajeros se iban sin pagar porque en Calamar los esperaban porque aparecían en un listado. Al preguntarles qué función cumplían ellos, respondieron que no tenían nada que ver con algún candidato en particular.

'Estamos para facilitar la movilización de los pasajeros', respondió el hombre de la gorra.

Control con manillas

Para comprobar si solamente se trataba de una movilización de trashumantes al departamento de Bolívar, EL HERALDO se acercó a otro grupo de personas que estaba bajo el puente. Lo curioso fue que todos estaban identificados con manillas en sus muñecas.

Al preguntarle a quién dirigía a las personas cuál era el requisito para viajar, el hombre respondió que se debía 'tener la cédula inscrita en Pivijay', Magdalena. El coordinador de la compra de votos se incomodó ante las preguntas, aunque el periodista no se identificó como tal y comenzó a responder con evasivas.

Una de las mujeres que iba a Pivijay corroboró que estaban pagando $50.000 por el voto, más el transporte.

En ese mercado al aire libre de la compra y venta de votos otras personas viajaban a Sincelejo y a Sabanalarga, Atlántico: le consignaban los pasajes y el resto del dinero lo recibirían al votar. Una vendedora de minutos en el sector confesó que si bien muchas personas diariamente viajan a sus pueblos desde esta terminal pirata, solo en fin de año o para las elecciones se ve tal flujo de personas. 'Uno sabe cuáles son los que venden el voto por el poco equipaje que llevan: duermen allá, votan temprano y mañana al mediodía se regresan' afirmó.

$200.000 por el ‘combo’

Según la Misión de Observación Electoral, han recibido denuncias de personas sobre que en Cartagena están ofreciendo comprar ya no un solo voto, como en el pasado, sino que ahora lo hacen para diferentes corporaciones en un solo paquete. Según las denuncias, los precios del ‘combo’, por candidatos a Gobernación de Bolívar, Alcaldía de Cartagena, Concejo y Asamblea, oscilan entre $120.000 y $200.000. La MOE dijo que la mayoría de estas irregularidades se presentan en sectores populares. Además, han recibido denuncias de campañas que seguían realizando proselitismo en lugares públicos, pese a las prohibiciones.