El punto de partida de la Fiscalía y del Grupo de delitos contra la Vida de la Sijín para armar el rompecabezas del asesinato de la tendera Marta Lucía Ortega Hernández, degollada y sepultada en las playas de Puerto Mocho el pasado 14 de agosto, lo constituyó una información dada por la propia familia de la víctima. Para sus hermanos y parientes cercanos la única pieza que alteraba la vida tranquila de esta mujer de 44 años, dedicada casi por entero a su negocio en Galapa; era la relación sentimental clandestina que le habían descubierto con su exempleado de 21 años, Jefferson Ovidio Meza Rueda. Así se lo hicieron saber al fiscal 26 de la URI, Carlos Newball; al subintendente Javier Borda Maestre, y al patrullero Sebastián Marulanda Tobón de la Sijín, que trazaron por ahí la primera línea investigativa del caso. En principio el homicidio se tornaba difícil, porque en la escena del crimen no hallaron ningún elemento que permitiera dar con el asesino. En el lugar solo había agua y arena.
Ya con un nombre en su poder y la descripción física de este, los investigadores comenzaron a indagar si en la zona donde hallaron el cadáver habían visto a la mujer con un hombre de estas caracteristicas. Por eso se dirigieron al barrio Las Flores y recorrieron cua dra a cuadra el sector entrevistando gente, pero nadie les quiso hablar. Sin embargo, el anuncio de la Policía de entregar $5 millones a quien ayudara a identificar al asesino como que le refrescó la memoria a un mototaxista. Cinco días después del ofrecimiento los investigadores recibieron una llamada de este.
'Fuimos de nuevo a Las Flores y tuvimos información del mototaxista, que afirmó vio a un extraño en un negocio de Puerto Mocho hablando por celular', narró el subintendente Borda.
El testigo lo describió como un hombre acuerpado, con acento santandereano, de piel blanca; aspecto que coincon el de Jefferson Ovidio Meza Rueda.
'Estaba en la cabaña Los Recuerdos de ella, en la entrada a Puerto Mocho. Allí le solicitó al mototaxista que llegara a la pescadería El Campo, en la entrada al barrio Las Flores, y recogiera a su novia (Marta Lucía) que lo estaba esperando.
'Él sujeto se la describió, y el mototaxista salió a buscarla. Al verla le preguntó si era la que estaba esperando al novio, le respondió que si y se subió en la moto', agregó el investigador.
El mototaxista asegura haber llevado a la mujer a la caseta donde permanecía el hombre que le solicitó la carrera. Después que le paga observa que la pareja se saluda con un beso en la boca. 'El testigo asegura que los vio dirigirse a pie hacia el sector del arroyo León, precisamente donde la mujer fue encontrada muerta dos días después', dice también el detective.
La poca presencia de personas por el sector del arroyo León, hace que quienes permanecen en el sitio tengan presentes los rostros de los extraños que se acercan por allí. Por esta razón dos vigilantes que cuidaban una draga situada entre la caseta los Recuerdos de Ella y el arroyo, aseguran haberse grabado en la memoria los rostros de la pareja.
'A las 4:30 de la tarde del 14 de agosto, uno de ellos observa cuando Jefferson pasa con Marta. Los vio abrazados, como en plan de novios. Ella llevaba las chancletas en la mano', relató el patrullero investigador.
EL OTRO VIGILANTE
Ese mismo día a las 6:00 de la tarde, el vigilante entregó el turno, pero antes le advirtió a su compañero que lo relevó, que estuviera pendiente de una pareja que había pasado en la tarde y no había regresado. 'Es una zona solitaria y temía que fueran víctimas de un atraco', manifestó a los detectives.
Una hora después, a las 7:00 de la noche, el otro vigilante se sorprendió al ver a un hombre que caminaba solo por la playa iluminando el camino con un celular. Al ser abordado por el vigilante le respondió que había mandado a su novia en un mototaxi, el cual debía regresar por él, pero no lo hizo.
Para el vigilante fue extraña la situación, pues no recordaba haber visto pasar motos por el lugar. Sin embargo, se ofreció a acompañar al joven hasta un lugar donde pudiera coger una moto.
'En el diálogo este le dijo que era policía, y llegaron caminando hasta la caseta Los Recuerdos de Ella. El hombre le da $20 mil al vigilante para que comprara dos cervezas. Dijo que lo notó ansioso por salir rápido del lugar. El vigilante lo ayudó a conseguir una moto, y le pidió a un amigo que hace guardia en el sector que lo sacara hasta la Vía 40', continuó relatando el patrullero.
En el camino el sujeto, quien estaba vestido con una pantaloneta negra y una camisilla, le pidió al vigilante motorizado que se detuviera cerca del trencito que transporta a los turistas. Allí encontró una manguera conectada a una pluma, se bañó y cambió de ropa.
'Sacó de un bolso un pantalón y una camiseta blanca. La misma ropa con que otro testigo asegura haberlo visto a Jefferson Meza ese mismo día en La Cordialidad, cerca al barrio El Bosque', añadió el investigador.
El motorizado lo sacó hasta la vía 40 con carrera 80. Allí el hombre ingresó al estadero Top 40 en busca de una gaseosa para agradecerle el favor. 'En una cámara de seguridad del negocio quedó grabada la imagen del hombres que venía desde arroyo León, y que resultó ser Jefferson Ovidio Meza. Se le nota nervioso, revisa su cuerpo, se sacude las piernas como si estuviera revisando que no tuviera manchas', manifestó también el subintendente Borda.
Antes de marcharse le entregó la gaseosa y $10 mil al vigilante. Desde ahí no se supo más de él. En ese momento eran las 8:00 de la noche del 14 de agosto.
LA MUESTRA FOTOGRÁFICA
Luego de los relatos de estas cuatro personas, entre estas dos que lo vieron acompañado de Marta Lucía Ortega Hernández, los investigadores procedieron a enseñarles a estas varias fotografías, y todas coincidieron en señalar la imagen de Jefferson Ovidio Meza Rueda, como la persona que estuvo en las Flores, en Puerto Mocho y en Arroyo León. Con todas estas pruebas que ubicaban a Meza Rueda en el lugar de los hechos, con la víctima, el día en que ella desapareció; los investigadores procedieron a preparar su informe y solicitar al juez la orden de captura. Finalmente el 2 de septiembre se obtuvo la orden judicial expedida por el juzgado sector penal municipal.
Jefferson fue capturado el pasado jueves 22 de octubre en su negocio de tienda en el barrio El Bosque, bajo cargos de homicidio agravado como presunto asesino de la tendera Marta Lucía Ortega Hernández.
Marta y su SALIDA DE GALAPA
La investigación del fiscal Carlos Newball y los agentes de la Sijín Javier Borda Maestre y Sebastián Marulanda Tobón, también permitió reconstruir paso a paso la salida de la tendera de su casa. Una cámara de seguridad captó el momento en que salió vestida con un ‘pescador’, una blusa a flores y chancletas rosadas. Dos cuadras adelante subió en un bus de Galapa que la trajo a Barranquilla. Aquí se bajó frente a la estación de Policía del Barrio El Bosque, en La Cordialidad, pero recibió una llamada y volvió a subir al bus. Su próxima parada fue en la calle 47 con carrera 21. 'El conductor y el ayudante del bus la conocían y recuerdan que le dijeron que si ‘se iba de despeluque’, pero ella les contestó que iba a una diligencia', relató el investigador Borda.
Marta caminó por la 47 hasta la carrera 24. Allí fue vista por el ayudante de otro bus de Galapa. A partir de ese momento se pierde su rastro, y surgen los interrogantes: ¿Qué vehículo cogió?¿Cómo llegó a Puerto Mocho? ¿Alguien la recogió?
Los investigadores obtuvieron también un detalle en charla con la hija mayor de Marta Lucía. Esta les dijo que la llamó a las 5:190 de la tarde, y que en la conversación se escuchaba ruido como de viento. Esto hace suponer a los investigadores que a esa hora ya estaba en la zona de Puerto Mocho.