El monseñor Víctor Tamayo aseguró este jueves, tras la decisión que tomó ayer la Corte Constitucional de permitir que parejas homosexuales adopten, que el Bienestar Familiar tiene una 'tremenda responsabilidad de ver a quién le da un niño o una niña en adopción'.
Tamayo indicó que la familia 'es un proceso que existe en todas partes y en toda religión' y afirmó que debe estar formada por 'papá, una mamá y unos hijos'.
El monseñor indicó que le corresponde al ICBF ver en qué circunstancias viven las personas que adoptan y 'si psicológica, afectiva y moralmente son aptas para dirigir, orientar y acompañar el crecimiento y el desenvolvimiento normal de esa criatura'.
La Corte Constitucional dio este miércoles vía libre, por seis votos a favor y dos en contra, a la posibilidad de que las parejas del mismo sexo adopten en igualdad de condiciones a las heterosexuales.
La decisión fue tomada durante la sesión de la Sala Plena de la Corte que resolvió una demanda contra tres artículos del Código de Infancia y Adolescencia que buscaba ampliar las condiciones para adoptar en Colombia y garantizar el derecho de los menores a tener una familia.
En los debates primó la posición de reconocer que las parejas homosexuales son tan idóneas como las heterosexuales para criar a niños adoptados.
El debate en el seno de la Corte se inició tras una acción judicial de Sergio Estrada, un profesor universitario de Medellín, con la que busca que tres artículos del Código de Infancia y Adolescencia sean modificados para que niños sin hogar puedan ser adoptados por parejas del mismo sexo.
Con la decisión de la Corte Constitucional Colombia queda como un país en el que las parejas del mismo sexo pueden adoptar, pero todavía no se pueden casar, aunque la legislación del país les ha otorgado beneficios en seguridad social y pensiones, entre otros aspectos.
En Latinoamérica países como Argentina y Uruguay ya cuentan con legislación que permite la adopción de menores por parejas homosexuales, mientras que en Chile, Perú o Brasil se han presentado iniciativas que no han tenido consenso.