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El lamentable caso de Santiago, el bebé de 19 días de nacido que el martes perdió la vida tras ser atacado por un perro pitbull en el barrio Simón Bolívar, ha generado consternación e interrogantes entre la comunidad barranquillera. Mientras algunos cuestionan la conveniencia de adoptar a esta clase de canes como mascotas, otros preguntan sobre la existencia de una ley que reglamente su tenencia.

Una de las principales características de esta raza está ligada a su constitución atlética y carácter. Por lo anterior, el pitbull ha sido considerado por algunos como el perro indicado para organizar –de forma clandestina- peleas caninas. De la misma manera, se ha convertido en una especie de afición para quienes deciden criarlo como mascota.

En virtud de lo anterior, adiestradores y expertos en el manejo y crianza de este tipo de animales, recomiendan al propietario o tenedor del canino asegurarse de que porte bozal y traílla, sobre todo en lugares con presencia recurrente de humanos y espacios públicos.

Norma

La Ley 746 de 2002 regula la tenencia y registro de perros 'potencialmente peligrosos'. Esta tiene por objeto regular la posesión de ejemplares caninos en zonas urbanas y rurales del territorio nacional, con la finalidad de proteger la integridad de las personas, la salud pública y el bienestar del propio ejemplar canino.

El artículo 108-F contempla que el pitbull, además de otras razas, hace parte de los animales que representan una amenaza. Del mismo modo, señala que el propietario de un perro potencialmente peligroso asume la posición de garante de los riesgos que se puedan generar por la sola tenencia del animal y por los perjuicios que pueda ocasionar a personas, cosas, entre otras.

Así mismo, de acuerdo con el artículo 108-M, si un perro peligroso ataca a una persona infligiéndole lesiones permanentes de cualquier tipo, 'se procederá al decomiso y sacrificio eutanásico del animal por parte de las autoridades que las alcaldías municipales designen para tal fin'.

Novedades. El jefe del grupo de Protección Ambiental de la Policía Metropolitana de Barranquilla, intendente Eder González, señaló que ayer el animal fue puesto a disposición de la Secretaría de Salud para darle trámite a su valoración médica veterinaria y para analizar su conducta.

'Todo apunta a que la reacción del perro, teniendo en cuenta que la noche anterior al hecho fue noche de velitas, estaba estresado por el sonido de la pólvora y, según cuentan los familiares, lo estresaba la bulla de los gatos y el llanto del niño lo confundió', dijo.

Luego de la primera valoración médica a que fue sometido el canino en las instalaciones del Jardín Botánico de la ciudad –donde permanece el animal tras el incidente-, González descartó que presente rabia o zoonosis. 'Ahora todo está enfocado en un estudio de posible trastorno por estrés', aclaró.

Sobre este tema, la secretaria de Salud del Distrito, Alma Solano, manifestó que el perro permanecerá en observación durante 15 días, aproximadamente, mientras 'se le realizan todas las pruebas'. Indicó que la Fiscalía será la encargada de tomar la 'decisión definitiva' debido a que el animal es, en este momento, 'elemento probatorio de una muerte violenta'.

Entretanto, la directora seccional de la Sociedad Protectora de Animales, Luz Stella Ordóñez, sostuvo que, aunque se trata de un hecho lamentable, existe 'una responsabilidad de todos porque la tenencia de estos animales, según la ley, debe darse con algunas restricciones'.

Según ella, los 'actos irresponsables' de los humanos, pueden derivar en desenlaces 'fatales', como ocurrió al pequeño Santiago.

Hasta la fecha, según datos de la Oficina de Salud Ambiental de la Secretaría de Salud, existen 1.834 reportes de agresiones por animales. Aunque no existe una clasificación detallada, esa dependencia estima que, en su mayoría, son ocasionados por animales de razas catalogadas como peligrosas.