No hay sanciones casi un mes después de que EL HERALDO revelara miles de frascos de medicamentos, ampollas y jeringuillas que estaban enterrados cerca del lago de El Cisne, al pie de la ladera por donde pasa la carrera 51B.
El 18 de noviembre pasado, materiales médicos quedaron al descubierto por una fuerte lluvia que cayó en el sector. Los residuos hospitalarios estaban repartidos en bolsas negras distribuidas en un espacio de 5 metros de largo por dos de ancho.
Los frascos y ampollas estaban vencidos, algunos en 2009 y otros en 2013. Eso y la cantidad de maleza que había crecido encima de los desechos, les ha dado una idea a los investigadores de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA) de cuánto tiempo podían llevar bajo tierra.
La empresa especializada, Tecnologías Ambientales de Colombia (Tecniamsa) recogió del lugar 180 kilos de residuos hospitalarios que fueron trasladados a un lugar con las condiciones para su disposición final.
La cifra de empresas transportadoras y de generadoras de este tipo de desperdicios con sanciones no es muy halagadora. En siete años, solo ha sido multado la E.S.E. Hospital Local de Luruaco por hacer una indebida disposición de los restos de procedimientos médicos en una finca conocida como El Níspero, un área de 300 hectáreas.
En el informe elaborado por la autoridad ambiental, quedó consignado que se encontraron cuatro puntos donde había bolsas rojas abiertas y deterioradas. En ellas y alrededor se encontraron recipientes para tomas de muestras de orina y coprológicos; bajalenguas, bolsas de suero fisiológico, jeringas, agujas, espéculos, sondas uretrales, guantes, pruebas de embarazo, tapabocas, frascos de penicilina (un fuerte antibiótico) y recipientes de xilocaina (un anestésico).
Este tipo de residuos son considerados peligrosos, por ser del tipo infeccioso o que puede ocasionar un riesgo biológico, según lo establecido por el artículo 5 del decreto 351 de 2014.
En ese momento, recicladores declararon que esos residuos eran depositados por un carromulero que los llevaba desde el centro médico.
En el artículo 6 de la misma norma, queda establecido que el generador de los desechos (en este caso el hospital) debía velar por el manejo de los residuos hospitalarios hasta cuando hubieran sido tratados o dispuestos de manera definitiva.
Al hospital de ese municipio le fue impuesta una multa cercana a $45 millones y se le conminó a mejorar la cadena de disposición final de los desperdicios que generaba con la elaboración de un plan de gestión integral para los residuos generados en la atención en salud y otras actividades.
El de Luruaco es el único caso en siete años que ha tenido una sanción. Al igual que en El Cisne, se han presentado otros casos de desechos médicos encontrados cerca de cuerpos de agua de Atlántico.
En 2009 este diario también denunció la presencia de este tipo de basuras en cuatro playas del departamento, ampliamente distanciadas entre sí: Punta Astilleros, en Piojó; y Salgar, Sabanilla y el Muelle en Puerto Colombia. Además, fueron hallados residuos en el arroyo El Platanal, en Soledad.
La ubicación de los residuos cerca al mar y la falta de testigos que pudieran identificar a quienes los depositaron, no permitió que la investigación prosperara.
Alberto Escolar, director de la CRA, manifiesta que cuando no hay signos visibles de la procedencia de los desperdicios es muy difícil encontrar a los culpables.
'Con el caso de El Cisne lo primero que hemos hecho es determinar para qué se usan esos medicamentos. Con base en eso miramos el tipo de establecimientos cerca al cuerpo de agua que presten estos servicios. Así vamos estrechando el cerco. Otra forma es identificar la farmacéutica que elaboró los insumos y con el número de lote encontrar a quién se lo vendió, pero no es un método muy confiable', explica Escolar.
Afirma el director de la entidad ambiental que a pesar de haber una buena cobertura en el manejo de residuos sólidos, 'sigue habiendo recolección informal y clandestina'.
Esta ilegalidad, según Escolar, también se presenta porque hay muchos 'centros médicos de garaje' en los que se realizan procedimientos que no están permitidos. 'Para evitar que estas cosas pasen, es necesario que haya un plan articulado con las secretarías de Salud para ser más preventivos y menos reactivos', puntualiza Escolar.
En Barranquilla. El caso más sonado en la ciudad fue en 2008, cuando se encontraron dispuestos de manera inadecuada desechos hospitalarios en un lote baldío en el barrio Las Malvinas.
En esa ocasión, el Departamento Administrativo del Medio Ambiente (Damab), impuso sanción a nueve clínicas y centros de salud de Atlántico y antioquia, mediante la resolución No. 0864 del 09 de junio de 2010.
Fueron multadas la Clínica Las Américas, IPS Universitaria Clínica León XIII, Fundación Hospitalaria San Vicente de Paúl, Clínica Medellín, Centro Cardiovascular Colombiano Clínica Santa María y la Empresa Social del Estado Metrosalud, con sede en Medellín. Las otras tres empresas sancionadas fueron la Fundación Clínica Campbell, la Fundación Hospital Universitario Metropolitano de Barranquilla y la Corporación IPS Saludcoop Costa Atlántica, asentadas en Barranquilla.
Por el incumplimiento de las normas ambientales vigentes en materia de manejo integral de residuos sólidos hospitalarios se les impuso una multa de 90 salarios mínimos legales vigentes, (unos $44.721.000 de la época para cada una de las empresas sancionadas).