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La muerte de la actriz colombiana Adriana Campos impactó a toda Colombia en 2015. El accidente de tránsito sufrido por la artista, junto con su pareja, en una carretera de Antioquia, y los detalles de su muerte, conmovieron a millones de personas no solo en el país sino en Latinoamérica.

Esta noticia fue la más leída en la web de EL HERALDO, según instrumentos de medición consultados por este diario.

En contraste con la anterior, la segunda noticia más leída fue la  respuesta de Daniela Herrera Avendaño, Señorita Cesar 2015 y actual Virreina Nacional de la Belleza en una entrevista a la revista Cromos, que le preguntó: 'Si la invitan a La Habana, ¿con quién hablaría y qué le diría?'. La joven respondió: 'Hablaría con todo el mundo, precisamente, porque La Habana es La Habana y el sabor de allá nos lo trasmiten a los colombianos'.

Otro hecho que marcó en su momento el interés de los barranquilleros, y que se ubica como la tercera noticia más leída, fue el hallazgo del cuerpo de Luisa Paola Osorio, una adolescente de 16 años, quien fue víctima de los arroyos de Barranquilla. La particularidad de este caso, que causó dolor en la ciudad, fue que Luisa se encontraba con otros compañeros en una tienda esperando a que escampara y, según sus amigos, pisó en falso, perdió el equilibrio y fue arrastrada por la corriente.

Pero, ¿qué lleva a un lector a decidirse por este tipo de temas? ¿Por qué estos hechos, en su momento, llamaron más su atención que otros del acontecer nacional, como el proceso de paz, reformas y nuevas leyes, obras públicas locales, avances tecnológicos, entre otros? 

Martha Milena Barrios, doctora en Ciencias Sociales e investigadora del Grupo de Comunicación y Cultura de la Universidad del Norte, sostiene que en los tres casos 'hay una ruptura que se aparta de la cotidianidad'.

'Hay un interés siempre por el tipo de noticias que se pueden encontrar en las cortes, en las emergencias de los hospitales. Eso tradicionalmente se conocía como noticia, asociada más al sensacionalismo', anotó.

Para Barrios, 'habría que ver y pensar con qué elementos gráficos o cómo compuso la nota el periódico para entender por qué atrajo tanto a las audiencias. Esta comunicación es un proceso de doble vía, el periódico construye el mensaje que interesa y que sabe ya cómo la audiencia lo recibe con más facilidad y aceptación. Indiscutiblemente son todas de rupturas'.

'La noticia es lo que interrumpe, porque es una ruptura, porque las audiencias están marcando una tendencia hacia el sensacionalismo y les interesa aquellos que sea más perecedero, en el concepto clásico de la noticia, en el sentido de que el periódico de al día siguiente sirve para envolver nísperos o madurar los aguacates', comentó.

Sobre los temas de fondo o contenido más profundo como el proceso de paz u otros temas que no capturan el interés como los 30 años de la Toma del Palacio de Justicia o la tragedia en Armero, la investigadora dijo que este tipo de noticias corresponden a un ciclo de atención en la opinión pública que no es tan fácil de mantener porque están siendo objeto noticioso durante meses y años.

Según Barrios, 'estamos reinventando la manera de hacer periodismo porque ya el papel de los medios de comunicación tradicionales ha cambiando en la medida en que las audiencias están mucho más empoderadas, ya que tienen la información más fácil, rápida e instantánea y la audiencia puede ser generadora de mensajes'.

Otro investigador de Uninorte, Alberto Martínez, quien además es el Defensor del Televidente de Telecaribe, indica que 'hay una nueva generación de lectores de las propuestas tecnológicas'.

'Cuando vemos el perfil del lector media al impreso, no encontramos con lectores que prefieren información inmediata, ligera, relacionada con el mundo del espectáculo o con el morbo que produce cierto tipo de hechos como lo que dijo la reina del Cesar, o en el mejor de los casos un tema de conmoción personal, a raíz del caso de la niña del arroyo', explicó.

Según Martínez, 'esta nueva generación de lectores, aparentemente, prefiere información liviana frente a la profundidad que de repente están demandando los lectores más adultos del impreso, lo cual obliga a los medios de comunicación, por un lado, a reflexionar sobre estos contenidos porque están de espaldas a la población a la que están sirviendo y hay un empeño del medio de comunicación por contar realidades profusas y profundas en contexto y el lector está esperando otro tipo de cosas'.

Para Martínez, 'esta nueva generación de lectores está renunciando a hechos que lo entristezcan, que los hagan reflexionar en demasía, está buscando cosas más inmediatas que, por un lado, satisfagan su agenda personal, lo que pasa en el día y el día de mañana, pero por otro lado necesita más que información que lo informe, información que lo divierta'.

'Creo que hay mucho más fuerza en un meme alrededor de un hecho serio que en el mismo hecho serio. Si miramos las redes sociales la gran fuerza es ese tipo de burla, ironía y sarcasmo alrededor del hecho. Hoy es un insumo para el divertimiento no es un insumo para tomar decisiones', indicó.

Alberto Martínez dijo que 'el sentido comercial diría que hay que jugar con las audiencias, pero el sentido misional del periodismo indica que hay que educarlas y eso es algo que un medio de comunicación no debe perder, No debemos dejar que la corriente se lleve a nuestros lectores, tenemos que intervenir para rescatarlos porque de lo contrario van a terminar ahogados en aguas mucho más profundas'.

'Creo que no nos debemos guiar solo por el espíritu comercial que dice, pues si esto es lo que quieren, démosle eso a la gente, si lo que quieren es circo, vamos a darle circo, si lo hacemos perderíamos la esencia como mediadores de la realidad, somos testigos de lo que pasa y como tal estamos contando la historia', manifestó.

Y concluyó con la siguiente reflexión: 'Si dentro de unos años una nueva generación de lectores va a buscar al periódico para preguntarse lo que pasó en el año 2015 en Barranquilla y la Región Caribe, no se puede encontrar con que los hechos más importantes fueron lo que dijo una reina, el fallecimiento de una actriz o el rescate de una niña en un arroyo. El periódico tiene que seguir siendo el contador de la historia y su misión es en el contexto, con su enfoque decir qué es lo que está pasando'.