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A un año de haber sido atacada con ácido, Yarlenis Bermejo Rojas sigue viviendo el dolor de ese momento. Le repite cada día al ver las necesidades de sus hijos y también cuando trata de mover infructuosamente su cabeza porque el lado de izquierdo de su rostro le quedó unido al cuello, al parecer por falta de atención médica oportuna.

Las pocas veces que sale lo hace cubierta con alguna tela y camina con ayuda de familiares. 'Yo no puedo ni trabajar… mire, ayer fue un día que mis hijos se acostaron sin comer, y yo sin poder hacer nada', cuenta.

En medio de su drama ve positivamente el proyecto de ley ‘Natalia Ponce’ –llamado así en honor a una mujer afectada en Bogotá en 2014-, aprobado por el Congreso en noviembre pasado, que endurece las penas por esta conducta. Dice que ojalá sirva para evitar que otras personas padezcan tal sufrimiento.

Bermejo fue agredida por Huberlando Rojas, su ex compañero sentimental, a las 7 de la mañana del 11 de enero de 2015 en el callejón que conduce al pequeño apartamento en el barrio Rebolo, donde residía con sus dos hijos menores fruto de su relación con él. Hoy él está en la cárcel.

Quemaduras profundas de tercer grado en el 50 por ciento de su superficie corporal fue el diagnóstico médico inmediato. Luego permaneció hospitalizada en estado crítico por semanas.

La afectada advierte que es necesaria que las víctimas tengan atención adecuada. 'A mí no me han hecho una sola cirugía, la EPS del régimen subsidiado a la que estoy afiliada me dice que no ha conseguido el material que se requiere para operarme, todo ha sido muy lento', manifiesta Bermejo, quien ha contado con el apoyo de la Secretaría de la Mujer del Atlántico.

Que no haya impunidad

La docente investigadora del Grupo de Equidad de Género de la universidad Simón Bolívar, Emma Doris López, opina que si bien es plausible el esfuerzo de los legisladores por aprobar la ley es pertinente adoptar mecanismos para hacerla cumplir.

'Claro que esta iniciativa favorece el castigo, claro que favorece la posibilidad de que se cree una especie de temor frente a la agresión hacia las mujeres, pero también genera una preocupación porque sale una nueva norma y este país es un país de normas entonces lo que se requiere es que sea implementada', expone.

Para López es clave fijar mecanismos para que el sistema judicial no solo conozca y entienda lo que significa el enfoque de género, sino también aplique con rigurosidad las normas. 'Se requiere –añade la investigadora-, la acción directa del aparato judicial para que no queden en la impunidad estos casos'.

La nueva norma, que no ha sido sancionada por el presidente Juan Manuel Santos, crea el delito autónomo de 'lesiones con agentes químicos, ácido y/o sustancias similares'. Contempla una pena máxima de 30 años en prisión para los agresores si causan deformidad o daño permanente, con la probabilidad de aumentarla a 50 si la víctima es mujer o menor de edad; además los excluye de beneficios. También sanciona el comercio ilegal de estas sustancias.

Aunque el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses no reporta casos recientes en el Atlántico, en marzo de 2014 los medios de comunicación registraron la denuncia de una mujer de 33 años lesionada levemente en el barrio El Silencio por un desconocido. En el país Medicina Legal registra 133 casos en los últimos dos años.

Las lesiones

Las médicos Julieth Carrillo e Isabel Meza, residentes de la especialidad de Cirugía Plástica de la universidad Simón Bolívar, explican que en casos como este la reconstrucción facial depende de múltiples factores, entre ellos, la gravedad de la lesión y del área que compromete.

'Siempre requieren de múltiples procedimientos quirúrgicos, al igual que un grupo multidisciplinario, es necesario un cirujano plástico, acompañamiento psicológico y descartar compromiso de vía aérea por neumología por personal especializado, de manera oportuna para definir las secuelas a futuro ya que estas están asociadas a mayores complicaciones', detallan en un informe a la alianza Unisimón- EL HERALDO.

Y frente al tiempo de recuperación indican que depende de varios factores que definen la gravedad de la lesión tales como la concentración del agente causal, la cantidad del agente químico, la duración del contacto cutáneo, la penetración y su mecanismo de acción.

¿Qué hacer?

Médicos de la especialidad de Cirugía Plástica de la universidad Simón Bolívar indican que en casos de agresiones como estas las medidas iniciales son vitales para impedir el progreso de las quemaduras. Lo primero es eliminar el agente químico, irrigar abundante agua sobre la lesión durante 20 minutos o más; quitar la ropa impregnada con el agente causal; y si cuando se recibe atención médica, si se logra identificar cuál fue el químico, implementar terapias específicas y medidas de tratamiento local de las quemaduras. Es trascendental remitir rápidamente a un centro de salud cercano especializado en manejo de quemaduras.