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José Cadena Bonfanti, de 23 años, alza la vista y señala con el índice la foto donde está acompañado del gobernador del Atlántico, Eduardo Verano. Era 19 de noviembre de 2015, día en que la Comisión Escrutadora Departamental le confirmó, a través de un sorteo, que la última curul liberal del Concejo de Barranquilla era suya.

Había trasnochado, había perdido cuatro kilos de su peso habitual, pero ese día ganó cuatro años para demostrar porque 6.065 personas votaron por él. Porque se convirtió en el concejal más joven del país.

La casa donde hoy dedica sus labores como cabildante queda en el barrio El Porvenir, norte de la ciudad. En las paredes de la sala hay un tablero con ideas borradas de la campaña y fotos de su celebración electoral. Las antiguas habitaciones de sus tres hermanos se convirtieron en dos salas de trabajo y una de descanso, donde cuelgan pendones con mapas de las localidades de Barranquilla,. Su viejo cuarto es hoy la oficina.

José cursa último semestre de Economía en la Universidad del Norte. Es hijo de los médicos, Andrés Cadena y Silvana Bonfanti, dueños de la Clínica de la Costa. Su hermano, Fernando Cadena, fue diputado y su tío, Sergio Cadena, concejal. Su curul es hoy una muestra clara del cambio generacional y político de la Costa.

¿Cuándo nace el gusto por la política?

Creo que más que política es el gusto por la gestión social porque en mi familia siempre me la han inculcado. Como médicos su labor es curar a la gente, es netamente social. El gusto por la política creo que desde los 12 años con la lectura.

¿De dónde surge la idea de lanzarse al Concejo?

Durante una reunión con mi papá, en enero. Me dijo que podíamos hacerlo. Al principio era renuente, pero aquí actúas como espectador o participante y esta vez me tocó ser la cabeza del movimiento.

¿Preparación?

Tuve profesores que me ayudaron en temas de ciudad, en cómo funciona la alcaldía y los proyectos para las comunidades. Profesores de expresión oral e incluso psicólogos. Si bien hay gente que te ayuda, también hay quienes te traen sus problemas y eso al final termina afectándote porque no siempre los puedes solucionar y te sientes culpable.

¿Cómo fue su experiencia al trabajar con la comunidad?

(Toma aire y sonríe) Ese trabajo fue fuertísimo desde mayo, viendo las necesidades de la comunidad. Fuimos a comunidades como Carrizal, 7 de Abril, El Ferry, a ver quiénes eran los líderes de barrio y las problemáticas que tenían. Ir de casa en casa, escuchándolos. Jamás había trabajado tan duro en mi vida. Fue una cosa increíblemente dura.

¿Tras su victoria, cruzó palabras con Carbó?

Al final yo lo fui a buscar para darle la mano. No me dijo nada, no quería fotos y lo entendí. Entendí su tristeza porque él se esforzó bastante en su campaña.

¿Tuvo apoyo político?

No tuve apoyo de Senadores, pero sí de la diputada Lourdes López. Fue mi llave por así decirlo, me daba consejos de campaña y me colaboró.

La politiquería, ¿cómo piensa blindarse de esta?

Ahí está mi familia, que es mi consejera número uno y luego mi equipo.

¿Cómo estuvo su primera sesión en el Concejo?

Me sentí relajado, vi a concejales más nerviosos que yo (ríe). Me sentí bien porque me están acogiendo. A pesar de ser el más joven, tengo la capacidad de presentar proyectos igual que ellos. También soy estudiado y lo miro gustoso como un reto. Entre más difícil, mayor es la satisfacción.