La emoción que produce el arribo del nuevo calendario se transforma en angustia e incertidumbre para muchos a medida que se empiezan a palpar los habituales aumentos que, durante esta época, registran los precios de diversos alimentos y víveres.
En su mano izquierda, Zoraida Del Toro sostiene un paquete de papel higiénico mientras revisa en su diestra el listado donde consignó lo que debe llevar a casa con la intención de dejar todo listo para la venta de almuerzos que atenderá durante el fin de semana. Sin embargo, un gesto de preocupación se refleja en su rostro al notar el incremento de los productos.
'Los precios son horribles, todo está por las nubes. Está difícil la cuestión para comer, hay que acomodarse y buscar la forma de que la alimentación de los niños sea la mejor y balanceada', dice.
Del Toro, quien vive en la Ciudadela 20 de Julio en compañía de sus dos hijos, sostiene que comprando un mercado que le rinde para quince días, hace un año gastaba una suma cercana a $200 mil y hoy debe desembolsar una cifra que casi duplica a la anterior.
En una línea similar se encuentra Bernarda Cortina, quien afirma que comer carne y pollo está por convertirse en un placer de pocos. Del mismo modo, manifiesta que tampoco resultaría muy sencillo sustituirlo por huevos debido a que su valor también se ha incrementado. Cada unidad es comprada por los mayoristas a un precio promedio de $270 y, en algunas tiendas, se consigue por $400.
Algo similar le acontece con el precio de la papa. Por un bulto que hasta el año anterior le costaba 50 mil pesos, ahora está pagando $67 mil. Precisa que hasta hace pocos meses la libra del mismo tubérculo la obtenía en $400 y, en estos momentos, su costo llega a $1.000.
El sancocho
EL HERALDO comparó por libras los precios de los componentes del tradicional plato con los de hace tres meses. Con el precio de una libra de cada ingrediente se obtiene que un sancocho de costilla, mazorca, yuca, papa, fríjol seco, plátano, zanahoria y habichuela costaba, en promedio, $35.400.
En octubre del año anterior, el precio promedio de una libra de costilla se situaba en $2.200, mientras ahora está en $3.700. La mazorca pasó de $400 a $900. En cuanto a la papa, subió de $400 a $1.000.
De la misma manera, el precio del ñame (que antes estaba en $1.300) se encuentra en $1.800, mientras el plátano amarillo pasó de $500 a $700. El ingrediente que duplicó su valor fue el guandú, el cual pasó de $1.200 a $2.400, de acuerdo con lo expresado por un distribuidor de la leguminosa.
Con base en datos suministrados por el área administrativa de Granabastos, otros productos que registraron alzas significativas -ver infografía- son la cebolla blanca (157 %), la papa criolla (121 %) el ajo (108 %), la lenteja (97 %) y la zanahoria (68 %).
Al comenzar 2016, tras consultar los precios actuales de los mismos ingredientes, su precio estimado sería de $39.700. Es decir, en menos de tres meses su precio se elevó en un 12,1 %.
Alzas anuales
Hernán Quintero, propietario del granero La Sombra, sostiene que los comerciantes están experimentando una sensación de incertidumbre como consecuencia de los notables incrementos que ha traído consigo el nuevo año. Asegura que, debido a esa situación, la gente va a resultar afectada económicamente, lo que a futuro sería poco conveniente para sus negocios.
En su opinión, las razones que han originado aumentos en los precios de la canasta familiar son, fundamentalmente, el galopante incremento del dólar y la intensa sequía que se registra en múltiples zonas del territorio nacional.
De acuerdo con su testimonio, productos como el arroz, el aceite, la panela y el azúcar han visto cómo sus precios se han disparado considerablemente. Con relación a la sacarosa, advierte que ha presentado una variación cercana al 30 por ciento.
'A este ritmo –dice- la gente tendrá que reducir gastos como sea porque suben los impuestos, la energía y otras cosas. Apenas alcanza para costear algunos gastos pero no todos los que involucran los productos alimenticios'.
El comerciante mayorista Wilson Prada, asegura que desde el primer día del año empezó a palparse el alza de varios productos. En este momento, con base en su declaración, alimentos como el arroz y los granos registran un incremento que sobrepasa el 10 %.
Al respecto, comenta que el ajuste del salario mínimo no compensa los nuevos precios que derivan de la inflación, máxime, si se toma como referencia el valor de la divisa norteamericana y los costos de los productos importados.
De la misma manera, pronostica que durante el año algunos insumos como el azúcar, el arroz y el aceite podrían llegar a escasear. 'Si las condiciones medioambientales no son las más favorables, baja la producción', anota.
Inflación
Juan Camilo Jaimes, gerente comercial de la Gran Central de Abastos del Caribe, sostiene que las alzas se han generado por un cúmulo de factores. En primer lugar, destaca la subida del precio del dólar por su condición de elemento importante para los productos que son sustitutos a la merma de producción nacional.
Con base en su declaración, algunos productos importados como el ajo (proveniente de China) y la cebolla roja (traída desde Perú) son de los que más han visto alterado su precio. Lo mismo ha acaecido con frutas como la manzana, las uvas y los melocotones.