Al referirse a la crisis que surgió a raíz de que se detectaron irregularidades en las inscripciones de candidatos para las elecciones de junta directiva de la Cámara de Comercio, realizadas en 2012, la presidenta de la entidad, María José Vengoechea, dijo que uno de los aspectos más importante fue que se evidenció que su institucionalidad estaba fortalecida.
'Lo veo como algo positivo, ya que a partir de la crisis, que era a nivel de la junta directiva, nos dimos cuenta que la institución podía seguir trabajando', indicó.
Recordó que a raíz de estos polémicos hechos, que también se presentaron en otras cámaras del país, el Gobierno nacional expidió una ley que blinda a las entidades ante casos como los ocurridos.
Entre otras disposiciones de la ley establece que los empresarios que aspiraren a hacer parte en la junta directiva deben ser reales, con al menos dos años de estar matriculados en la Cámara de Comercio y tener dos años de afiliación a la Cámara de comercio, pagando su renovación puntualmente.
Adicionalmente hay un comité interno en la entidad que se encarga de la revisión de las empresas que se quieren afiliar con visitas y análisis de la documentación que presente.
Tema de fondo
El economista PhD y docente de Uninorte Jairo Parada indicó que la crisis en la Cámara, 'que nunca ha sido presupuestal por los recursos que maneja', se presentó por el deseo de ciertos empresarios de liderar 'un vocero de la sociedad civil muy poderoso que representa a todos los empresarios'.
'La dificultad misma de la Cámara se debió a la aparición de nuevas fuerzas y la necesidad de definir bien las reglas del juego', precisó el analista.
'En ese sentido esas nuevas fuerzas reflejaban una nueva dinámica de actores nuevos en la ciudad que querían protagonismo, afortunadamente todos han visto qué ha pasado, pero a mí me da la impresión que la Cámara se ha concentrado más en los empresarios y en la parte interna, ahora está más en el tema de la innovación y la percepción que tengo es que los temas de ciudad se han ido debilitando y descuidando, me parece importante esto de la voz de la Cámara como independencia crítica frente a los gobernantes', añadió.
El expresidente de la entidad Enrique Berrio, coincidió con Parada y señaló que este episodio se presentó debido al interés de mucha gente de ser miembros y participar de la junta directiva.
'Lo que se dio fue una tropelía que no debía darse, un montón de empresas ficticias, de papel que no existían, una intervención judicial de un funcionario que afortunadamente ya no lo es y que promovió lo que se denominó la ‘tutela express’, y hubo muchos delitos por fuera de la Cámara de personas que querían incidir en la vida de la entidad' agregó.
Berrío recordó que ninguna de las personas involucradas en las irregularidades se encuentra en la junta directiva.
Una oportunidad
El vicepresidente de la junta, Charles Chapman, sostuvo que la crisis fue una oportunidad para seguir mejorando y que permitió reconocer que 'las críticas no son malas'.
El empresario destacó que la Cámara de Comercio es una buena institución lo que ha quedado demostrado a lo largo de sus cien años de funcionamiento.
'Fuimos los líderes en el debate sobre la transparencia, la ley no fue para Barranquilla, fue nacional, si la crítica nos generó algo para mejorar, lo veo como algo positivo', agregó.
Trabajo unificado
De acuerdo con el presidente de la junta directiva, Hernán Maestre, actualmente la junta trabaja de manera unificada, siguiendo unos objetivos comunes.
'Después del enfrentamiento que se presentó donde hubo dos posiciones, yo estaba en una esas, en este momento estamos trabajando mancomunadamente, la última elección de mesa directiva fue una elección unánime, hay diferencias normales, pero trabajamos en favor de la ciudad' dijo el directivo.
Agregó que la junta entrega un parte de tranquilidad a la ciudad, en cuanto a que sus miembros están de acuerdo en realizar una gestión unificada y respetuosa.