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El encendido del motor de una lancha interrumpe la tranquilidad del caño Clarín Viejo, que conecta la sede de la estación de Parques Nacionales hacia el complejo de ciénagas de Salamanca. Un par de águilas caracoleras (rostrhamus sociabilis) remontan el vuelo desde la copa de un mangle rojo (rhizophora mangle) hacia un árbol más alejado del ruido.

La embarcación avanza lentamente para evitar encallar en los bancos de lodo del fondo o tropezar con los troncos caídos. La fuerte sequía, consecuencia del fenómeno de El Niño, también ha afectado el complejo de cuerpos de agua interconectados del Vía Parque al reducir la cantidad de líquido a la mitad de lo que para esta época tendrían en condiciones ordinarias.

Los caños como Las Lanchas, Lirial, Marchena o Calentura (que normalmente deberían estar en unos 80 centímetros), tienen una cota de 40, lo que limita la velocidad de la circulación para los botes de motor; ciénagas como Lirial, Marchena, del Medio o La Tascosa presentan niveles de 1,30 a 1,50 metros en sus zonas más profundas, cuando deberían estar sobre los 3 metros.

Patricia Saldaña, jefa del Vía Parque Isla Salamanca, señala que la situación se presenta por la poca cantidad de agua del río Magdalena que ha entrado en la zona. Esto ha permitido que más líquido del mar ingrese a las ciénagas.

'Es parte del intercambio natural que se presenta entre el mar y la ciénaga, que ayuda a que entren los peces a desovar y luego en la época de lluvias regresan a la zona costera. Sin embargo con las fuertes brisas y la sequía, es mayor la salinidad, pero eso no afecta al ecosistema', explica Saldaña.

La funcionaria indica que la condición no es alarmante porque los caños continúan navegables y no se prevé una mortandad de peces o de mangles.

Otro de los puntos críticos del parque son las quemas de pastizales y mangles, sin embargo la jefe manifiesta que en 2016 no se han presentado incendios. Hay que recordar que en 2014 se quemaron 99.75 hectáreas y en 2015 fueron 54.25.

'Se han ejecutado acciones de control y prevención en diferentes puntos, con una inversión extra para el parque de $1.051 millones de pesos en los últimos tres años, por parte del ministerio de Ambiente', expresa Saldaña.

Aviturismo

Una de las iniciativas que maneja la dirección del parque para fortalecer la actividad ecoturística es un Plan de Uso Público, con el apoyo del banco alemán KFW.

'La idea es que Salamanca deje de ser solo humo para Barranquilla y lo vean como lo que realmente es: un pulmón', afirma Saldaña.

La estrategia consiste en ampliar los servicios que ofrecen para atraer más público, sobre todo el local que se beneficia directamente del parque. Para eso quieren aprovechar el atractivo natural con el aviturismo, que es el avistamiento de aves, tanto residentes como migratorias.

'Ha sido creciente el número de visitantes extranjeros que vienen a ver un tipo de colibrí endémico (que solo habita en este lugar), además de aves de paso como gaviotas, piqueros y los patos barraquete y yuyo. También fauna local como nutrias, chugüiros, águilas y caimanes de aguja', puntualiza la funcionaria.