'Ay pasar abril en Barranquilla y sentir en mí su alegre brisa, tierra de un abuelo pescador que dejó en la arena su ceniza'.
Este verso inspirador del maestro Eduardo Cabas es uno de los más lindos que sobre Barranquilla se ha escrito. Aunque este bolero no es tan conocido como otras canciones que le rinden tributo a la ciudad y que todos los años recordamos, es una melodía que encierra el amor del compositor por la tierra que lo vio nacer.
Barranquilla es un lugar que inspira las más bellas melodías. Esthercita Forero, la novia de la ciudad, añorando su terruño compuso Mi Vieja Barranquilla, una melodía llena de remolinos de nostalgia. El venezolano Nelson Henríquez popularizó esta canción y su interpretación todavía retumba en la memoria musical de muchos melómanos.