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La calle 36 con carrera 39 (alrededores del Museo del Atlántico) es considerado uno de los puntos más álgidos de la ciudad por ser un foco de basuras, donde habitantes de la calle y personas en general arrojan desechos y escombros en contra de todas las normas vigentes en materia de gestión integral de residuos sólidos.

Por ello, ayer realizaron una intervención en el sector en el que participaron entidades como el Damab, comerciantes agremiados en Asocentro, con el apoyo de la alcaldía de Barranquilla, la empresa Triple A y Policía Nacional.

Dina Luz Pardo, directora de Asocentro, explicó que previo a la jornada realizaron sensibilizaciones a comerciantes alrededor del punto, y con el apoyo del sector comercial (ferretería Samir) se llevó a cabo el reparcheo de un tramo de la vía que contribuía al problema.

En opinión de la directora de Asocentro, el problema de la Zona Cachacal se trasladó para este sector luego de las acciones emprendidas por el Gobierno nacional de acabar con las 'ollas de microtráfico'. 'Cuando se intervino esa zona lo que hubo fue un desplazamiento del problema y la situación de la calle 36 empeoró. Hay más de 30 indigentes en la zona'.

José Maestre, coordinador del Centro Cultural Museo del Atlántico, explicó que la Gobernación hizo una inversión en la recuperación de la esquina, haciendo un parqueadero y un mural, pero de nada les ha servido.

'Pensamos que el mural les iba a impactar y que no arrojarían más basuras, pero no ha sido posible, por el contrario ahora queman el alambre de cobre sobre el mural que se pintó y lo tienen completamente negro', dijo Maestre.

Maestre también hizo un llamado a los comerciantes de la zona para que no les entreguen la basura a los carretilleros.

También dice que la esquina de la calle 36 con carrera 39 se ha convertido en el 'baño público' de los indigentes.

'Los estudiantes que quieren entrar al Museo tienen que taparse la nariz, a veces no vienen porque saben que la gente está fumando marihuana o haciendo sus necesidades en esta esquina y dejan de venir al Museo por ese problema', expresó Maestre al enfatizar que se requiere la presencia permanente de la Policía.

Javier Pizarro Martínez, jefe de seguridad de muebles Jamar considera que la problemática afecta a todos los visitantes del centro por lo que pide al gobierno tomar una decisión definitiva y a los comerciantes que tomen conciencia que la basura no es para entregar a los carromuleros, ni a los carretilleros, ni dejarla en la puerta de la calle, porque para eso está la empresa Triple A encargada de la prestación del servicio.

'Si recuperamos está área como lo estamos haciendo hoy, lógicamente el centro va a tener otra cara y todos tenemos que poner un grano de arena', precisó.

La mesa de trabajo en la que participan las diferentes entidades realizó hace dos meses un recorrido conjunto para que sobre el terreno las autoridades conocieran la problemática social y los factores desencadenantes de los puntos que se utilizan para arrojar basura y escombros a cielo abierto.

Fabián Herazo, subdirector general del Damab dijo que detectaron ciertos puntos que son utilizados para la disposición inadecuada de basuras, escombros y por ello trabajan de la mano con el comercio formal en una etapa pedagógica para que entiendan la importancia del buen manejo de los residuos sólidos.

Por lo general, estos lugares cuentan con algún problema sea de alumbrado público, deterioro de la vía, vertimiento de aguas servidas, entre otros.

EL PROBLEMA. Los recicladores, por ejemplo, recogen en otro punto del centro basura y lo que no les sirve lo arrojan en estos sectores; con el reciclador aparece el indigente consumidor de drogas alucinógenas que aprovecha el estado de esos lugares para poder consumir allí, y con todo esto aparece el delincuente quien aprovecha estas condiciones para hurtar a las personas que caminan cerca a este punto. Por ello, el comercio legalmente establecido pide soluciones de fondo.