Las fuertes contracciones en la región baja del abdomen eran nulas cuando Mariana Arcila Marín yacía en la camilla con la bata verde. Una anestesia local le ahorró los dolores, pero la mantuvo consiente para ser testigo del nacimiento de su primer hijo: Cristopher, quien a través de una cesárea salió al exterior pesando 2.700 kilos, el pasado 22 de febrero.
Las ansias de conocer a su bebé le hicieron olvidar la impresión del corte que el doctor hizo para abrir la piel, contó Mariana. Se mantuvo expectante mientras escuchaba la explicación de la cirugía que le realizaban en ese momento. 'Separan la grasa para poder cortar una capa que sujeta los músculos abdominales y los intestinos, luego separan los músculos y con los dedos van llegando al útero'.
Hasta entonces lo que recuerda es ver salir de su vientre el niño que se desarrolló dentro de ella por nueve meses. Un pequeño cuadro de hipotermia fue la única complicación de Cristopher, dos horas en incubadora fueron suficientes para estabilizarlo. Logró vencer el cordón umbilical que rodeaba su cuello e, incluso, la enfermedad de zika que padeció su madre durante 10 días.
'Cuando tenía siete meses de embarazo me dio una fiebre de 39 grados, un fuerte dolor de cabeza, un brote rojo y mucha picazón. Unos exámenes verificaron que era zika. Estuve en control prenatal y, por fortuna, el bebé estaba bien', dijo Mariana. Y hasta el presente su hijo no ha evidenciado ningún problema.
Sin embargo, para muchos niños que nacen mediante este procedimiento quirúrgico, la realidad es distinta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que aunque la cesárea justificada desde el punto de vista médico es eficaz para prevenir la morbimortalidad materna y perinatal, también puede incrementar la morbilidad respiratoria neonatal.
'Los bebés dentro de la barriga de la madre no están respirando, porque sus pulmones están llenos de agua, por eso nacen morados, por falta de oxígeno. La primera respiración es más fácil cuando el feto pasa a través del canal del parto, porque se hace una extracción de ese líquido. Entonces, se presenta mucho menos el síndrome de dificultad transitorio del recién nacido, que es un problema respiratorio. Por eso es más indicado el parto natural', explicó el ginecólogo Roberto Tarud, director médico de la Clínica Iberoamérica.
Además, la cesárea, en comparación con el parto vaginal, multiplica por seis el peligro para la vida de la madre. Porque aumenta el riesgo de muerte materna por hemorragia, y su reiterada práctica expone a la mujer a problemas como la inserción anormal de la placenta.
Alarmantes cifras. El 80% de los nacimientos en Barranquilla ocurre a través de ese procedimiento, lo que pone a la ciudad a encabezar la tasa de cesáreas del país, según la Secretaría de Salud Distrital. La cifra es bastante alta, teniendo en cuenta que la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que el índice oscile entre el 10% y el 15%.
'Podría ser manejable hasta un 30%, pero es necesario disminuir esa práctica por todos los riesgos que presenta eso para la madre y el bebé. En las muertes maternas que se presentaron el año pasado, que fueron siete, pudimos identificar que en todos los casos hubo cesárea', afirmó Alma Solano, secretaria de Salud del Distrito.
En general, en Colombia ha aumentado la tasa, pasó de 24,9% en 1998 a 45,7% en 2013. Así lo reveló un informe del 2014 de la Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología (Fecolsog). La situación en la región no es diferente.
Latinoamérica es el continente con mayor porcentaje de cesáreas del mundo, casi cuatro de cada diez partos se ejecutan por este método (38,9%). Los únicos países que cumplen el consejo de la OMS son Guatemala y Honduras, y donde más se practican cesáreas son Argentina, Brasil y México.
Condiciones socioculturales. El aumento en el número de cesáreas realizadas en todo el mundo es multifactorial. Entre las causas más comunes está la conveniencia de la madre y del equipo médico, el miedo al dolor durante el parto por desconocimiento de los métodos de alivio, y la falsa creencia del impacto negativo del parto vaginal en el piso pélvico de la mujer.
'El tema de parir está asociado alguna alteración de la sexualidad en la mujer; se dice que los genitales se deforman, que la sensibilidad de su familia cambia, un montón de cosas que no tienen sustento científico. En otros casos se usa porque dicen que es más rápida la recuperación por cesárea que por parto natural. Además, han vendido la idea de que la cesárea es más segura para el bebé, cosa que es falsa', indicó Hernando Baquero, decano de la División de Ciencias de la Salud de la Universidad del Norte.
Desde el año pasado la Secretaría de Salud de Barranquilla viene desarrollando una campaña con las mujeres embarazadas, en temas relacionados con la lactancia materna y el control prenatal, al cual ya asiste el 95% de las gestantes según reportes del Distrito. En el aspecto cultural del programa se va a incluir un proyecto para dar a conocer las indicaciones médicas de las cesáreas y sensibilizar a las madres acerca de su riesgo.
'Estamos adelantando un proyecto con la academia, inicialmente con la Universidad del Norte, sobre nuevos esquemas de trabajo para volver a tomar conciencia de la necesidad de cambiar esos hábitos con relación a la atención del parto, para que solo se utilice en los casos que se requiera. No decimos que no se puede usar la cesárea, pero hay razones médicas específicas para su práctica', dijo la secretaria Solano.
Indicaciones
La cesárea está indicada en todos los casos donde la salud del bebé o de la madre se encuentre en peligro. Algunas de estas razones son:
-Inadecuada posición del bebé.
-Las dimensiones de la pelvis de la madre son insuficientes para el bebé.
-Prolapso o caída de cordón umbilical por delante del bebé durante el parto
-El cordón se enreda en el cuello del bebé.
-Desprendimiento de la placenta.
-Sufrimiento fetal confirmado.
-Ruptura uterina.
-Infecciones producidas por el virus del papiloma y el herpes.
-Embarazos múltiples.
-Preeclampsia.
-Parto prematuro.
-Enfermedad cardiovascular en la madre que le impide pujar.