Compartir:

Lindsay Schiltz llegó hace tres meses a Colombia con ganas de compartir sus conocimientos y contribuir voluntariamente a la formación del idioma inglés de estudiantes. Dijo que su arribo a este país porque 'quería hacer trabajo social para ayudar a otras personas', al tiempo va perfeccionando su nivel de español.

En su natal Chicago, Estados Unidos (EE UU), Lindsay ejerció como profesora de lengua castellana. En un fluido español, contó que enseñar es su pasión, que llegar a Colombia, puntualmente a Sabanagrande (Atlántico), ha sido una gratificante experiencia para su vida, por la forma cómo la ha acogido su familia anfitriona.

'Mi familia anfitriona (de Sabanagrande) es muy amable conmigo. Me tratan como otro miembro de la casa. En los colegios a los que he ido también me ha ido excelente con los profesores y estudiantes. No tengo ninguna queja', comentó, y enseguida confesó que lo que más duro que le ha dado desde que está en este departamento es el calor. 'Ha sido un desafío muy fuerte para mí, porque en Chicago no es así, aunque ya me voy acostumbrando', indicó Lindsay, quien estará trabajando en la Escuela Normal de Fátima, en Sabanagrande.

Juramento. Schiltz hace parte de un grupo de 26 voluntarios de los Cuerpos de Paz (Peace Corp) que están en este departamento desde enero y que este viernes tomaron juramento de una labor social que comienza desde ya, y que se extenderá por dos años en la Costa. La ceremonia tuvo lugar en el Centro de Desarrollo Integral (CDI) de Santo Tomás, liderada por el embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker.

El diplomático norteamericano aseguró que con este nuevo grupo la Región Caribe queda con 100 miembros de Cuerpos de Paz, y que la meta es llegar a tener 200 voluntarios. 'Estamos para ayudar a Colombia a cumplir sus metas. El presidente Santos ha decidido que todas las escuelas públicas sean bilingües antes de 2029, y en eso queremos hacer un aporte', afirmó.

Whitaker explicó que el objetivo es que los voluntarios se integren a los sistemas educativos oficiales de los sitios que les corresponda para trabajar con los docentes, y que los estudiantes mejoren sus niveles de inglés. De igual modo, los miembros de Cuerpos de Paz podrán desarrollar proyectos con las comunidades locales.

En 2015, los Cuerpos de Paz conmemoraron 25 años de trabajo en este país, periodo en el que más de 4.600 ciudadanos norteamericanos han estado trabajando en proyectos de nutrición, salud, agricultura, micro-empresas y educación.

Hasta el año pasado, este organismo de cooperación aplicó un modelo de inducción a sus aspirantes que implicaba que ellos tuvieran un periodo de prueba de tres meses. En este lapso, ellos se reunían en Barranquilla, donde eran acompañados por docentes de licenciatura en lengua castellana para que mejoraran su español y que, de esta manera, pudieran integrarse rápidamente con los habitantes de los municipios donde fuesen enviados a cumplir su labor social.

Sin embargo, el embajador sostuvo que para 2016 quisieron que los aspirantes 'salieran de la ciudad al campo', modelo que siguen en otros países donde también operan. Esto significó que los 26 voluntarios convivieran desde un comienzo con familias anfitrionas de cinco municipios del Atlántico, hasta el momento del juramento, cuando les asignan los lugares donde trabajarán por dos años. 'Llegamos al modelo normal. El no haberlo hecho antes tuvo que ver con el tema de la inseguridad, pero las mejorías nos lo han permitido', agregó.

Voluntarios. Brianna Thompson es otra voluntaria. Cursó estudios hispanohablantes en Minnesota. Dice que siempre había 'tenido un amor' hacia la cultura suramericana, donde el idioma principal fuese el español. 'Encontré el programa de Cuerpos de Paz en Colombia, y me parecía que este país es muy genial', sostuvo Thompson, que ahora estará dando clases de inglés a estudiantes de Puerto Colombia.

Así mismo, Trevor Johnson narró que, desde su llegada al país, tuvieron que trabajar 'duro y aprender a ser flexibles para afrontar las situaciones inesperadas'.

'El entrenamiento inmersos en las comunidades tuvo grandes beneficios. Muchos ya hasta hemos asistido a matrimonios, fiestas y quinceañeros. Ya conozco más gente en mi barrio colombiano que en mi barrio de California. Un mandado que debía durar cinco minutos se extendía a una hora por todos los saludos y juegos que encontraba en el camino', relata.

Proyectos. El gobernador (e), Pedro Lemus, quien dijo que el departamento ya hay 30 voluntarios norteamericanos, aprovechó la visita del embajador Whitaker para proponerle que apoye un proyecto de emprendimiento productivo para el sur del Atlántico. Explicó que la embajada de EEUU viene realizando iniciativas similares en Magdalena y La Guajira y la idea es que se repliquen en esta subregión del Departamento.

'Tenemos pensado concretar este proyecto que en un principio beneficiará a 4.000 familias y podemos articularlo con el Departamento para la Prosperidad Social (DPS) y la Gobernación del Atlántico', puntualizó el mandatario encargado.