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La sombra que daban los árboles ubicados en la carrera 39 entre calles 38 y 39 desapareció la semana pasada, dejando bajo el sol a los transeúntes del sector. En total cuatro robles morados, un mango, un laurel y una palmera real fueron talados, porque interferían con la obra de remodelación de la Plaza San José que realiza el Distrito.

'Con una sierra eléctrica cortaban primero las ramas y luego el tronco, que sacaban por pedazos. Esos árboles eran grandes y viejos', contó Edgardo Lora, vendedor de frutas de la zona, mientras se acercaban otros comerciantes a comentar sobre lo sucedido.

'Yo me sentaba por esos lados, pero ahora hace mucho sol. No sé por qué cortaron tanto árbol, hubieran dejado esa plaza como estaba', dijo una vendedora de minutos, y una clienta agregó: 'Ya no hay sombra, ni fresco. Mira, ya no corre ni brisa'.

Ante las evidentes molestias, el Damab confirmó que, luego de una visita de inspección, autorizó al Consorcio Plaza San José a talar siete de los once árboles que solicitaron, el más grande alcanzaba 15 metros de altura; y la reubicación de los cuatro restantes. La decisión la emitió a través de la resolución 0627 de abril de 2016.

Por concepto de permisos y seguimiento a este proceso, la compañía debe cancelar un valor de $2.441.560. Además, la resolución especifica que deben compensar con cinco árboles por cada uno de los siete autorizados para la tala. La Secretaría de Infraestructura del Distrito indicó que de los 35 árboles que deben sembrar, siete se ubicarán en la plaza y el Damab dispondrá de los 28 restantes.

Pese a esta aclaración, continúan las críticas entre los ciudadanos. Uno de ellos es Arnulfo Pacheco, quien aunque no vive por el sector, lo visita con frecuencia. 'Yo puse una querella en la personería para que tomaran medidas cautelares antes de que talaran los árboles, para que no lo hicieran. Lo comenté a los constructores en una reunión, pero todos hicieron caso omiso. Ese es nuestro patrimonio y lo están destruyendo', dijo.

Entre las previsiones del proyecto que desarrolla el Consorcio Plaza San José, integrado por las firmas Soluciones de Infraestructura y Edgardo Navarro Vives, está la recuperación urbanística y paisajista del sector con readecuación de zonas verdes y mayor arborización, aún así persisten las dudas entre la comunidad.

Renovación urbanística. El espacio donde se desarrolla la obra, que según la toponimia de Barranquilla se sitúa entre las calles Caldas y Las Flores, y entre la avenida de los Estudiantes y la carrera Ricaurte, será remodelado dentro del circuito de plazas del Centro Histórico, y tendrá un valor de $1.889 millones.

El proyecto, que inició los últimos días de administración de la exalcaldesa Elsa Noguera, consiste en quitar el cerramiento de la plazoleta e integrar los elementos emblemáticos del sector: la iglesia, la biblioteca departamental Meira del Mar y el antiguo colegio San José, hoy Instituto Técnico de Comercio de Barranquilla.

Además, comprende la rehabilitación de la estatua La Libertad, recuperación de andenes, instalación de nuevo mobiliario urbano, piso en adoquín peatonal, adoquín vehicular, iluminación tipo LED, entre otras.