En un video que muestra varios gatos muertos en medio de escombros, como si un fenómeno natural hubiese ocurrido, se basa la denuncia de vecinos del barrio La Victoria acerca de un presunto maltrato animal durante las obras de remodelación del Jardín Botánico.
Aunque los denunciantes afrman que los gatos murieron en medio de los trabajos de limpieza y remoción de tierra, el gerente del Foro Hídrico, Alberto Salah, negó la situación y expresó que en el Jardín Botánico 'no pasó nada' de lo que manifestaron quienes afirman ser testigos de los hechos, y que 'lo que hubo en el lugar fue una desocupación de espacio público, en la cual quitaron unos cambuches que estaban atentando contra la seguridad y salubridad del medio ambiente. Los animales, que estaban acostumbrados a que los alimentaran en dichos cambuches, se dispersaron'.
El funcionario aclaró que la eliminación de estas ‘guaridas improvisadas’ para gatos se dio después de que la comunidad denunciara que su salud y seguridad estaban en riesgo.
'Esto no fue más que una recuperación de espacio público. Nosotros, desde toda nuestra institucionalidad, lo que estamos es trabajando en el mantenimiento y conservación de la flora y la fauna, y en pro de mejorar las condiciones ambientales, de salubridad y de seguridad de la comunidad', asintió.
La denuncia
El sábado 16 de abril (un día antes de la inauguración del Parque Jardín Botánico) un grupo de animalistas manifestó, a través de la línea de Wasapea de EL HERALDO, que 'durante los arreglos y adecuaciones del jardín fueron sacrificados algunos gatos con la maquinaria utilizada en el proceso'.
Esta versión fue apoyada por dos mujeres residentes en la zona, quienes aseguran haber sido testigos del presunto maltrato animal.
Edilma Jiménez es una de las habitantes del barrio La Victoria que repudió lo que ella consideró un acto de maltrato animal. 'Durante ese trabajo (la remodelación) mataron una gran cantidad de gatos. Nosotras alcanzamos a sacar a algunos, pero están maltratados y se están muriendo por problemas bronquiales y por los golpes', aseguró la mujer.
Contó que en compañía de otra vecina había llegado hasta el lugar para tratar de rescatar la mayor cantidad posible de felinos.
'Nosotras fuimos con palas para remover los escombros, pero no pudimos porque las brisas levantaban mucho polvo, el cual nos afectó. Al llegar, encontramos como tres gatos pequeños muertos. ¡Ese parque es un cementerio de gatos!', expresó.
Leticia Santamaría es la otra mujer amante de los animales que acompañaba a Edilma Jiménez en la tarea de alimentar y cuidar a los cuadrúpedos. La mujer manifestó haber notado el supuesto atropello.
'El sábado 9 de abril, a las 3 de la tarde, me fui hasta el parque para darles tetero a los gaticos; en ese momento llegó un carro de la Policía y fue cuando los señores de la retroexcavadora empezaron a hacer el trabajo. Solo les pedí que me permitieran sacar a los gatos, pero no me dejaron recogerlos', relató.
Los vecinos
'Yo presencié cuando las dos señoras que cuidaban a esos gatos, los metieron en dos cajas grandes y se los llevaron. Después de esto, la catapila entró a limpiar el lugar', contó Grace Quintero, vecina del sector, quien dejó ver su desaprobación con el hecho de que los mamíferos habitaran el lugar.
'Eso emanaba un olor horrible. Era algo perjudicial para las mujeres embarazadas que llegaban al centro de salud, pero en ningún momento hubo gato muerto ni nada por el estilo', sostuvo.
Por otro lado, Belisario Mantilla contó que algunos vecinos se quejaban porque las terrazas eran invadidas por los felinos y por el olor que brotaba de las instalaciones del parque.
'A raíz de que los vecinos se quejaban por la presencia de los gatos, las oficinas de Espacio Público y Foro Hídrico intervinieron el lugar. Ese procedimiento fue acompañado por miembros de la Policía Nacional. Estas entidades, en una reunión que se llevó a cabo, nos informaron y confirmaron que no se había presentado ninguna matanza de gatos', indicó el sargento Nelson Romero, jefe encargado del grupo ambiental de la Policía, ubicado en el jardín.
Sobre la supuesta mortandad, el oficial informó que ningún animalista se ha acercado hasta donde ellos para manifestarles algo al respecto, y que si el atropello en realidad se dio y si tienen pruebas de esto 'debieron haber interpuesto una denuncia formal ante la Fiscalía General de la Nación, ya que, de ser así, se trataría de un delito', agrega el sargento Romero.
Reubicados
Una porción de los 54.300 metros cuadrados de este espacio recreativo era el albergue de una numerosa cantidad de gatos, pero lo cierto es que hoy, en la zona no quedó rastro alguno de estos.
Un número importante de estos animales fueron recogidos y trasladados a otro sector de la ciudad. Las afueras del Velódromo de Barranquilla, situado en el parque Metropolitano, es el lugar en donde más de 30 felinos fueron dejados.
'La gente dice que esos animales son míos, pero no. Son animales que arrojan a la calle y que han encontrado a alguien que los alimenta; la gente ve esto y vienen y los dejan allí, afuera del velódromo', explicó Jairo Holguín, un animalista del sector.
Otra cantidad, exactamente 27, fueron ‘refugiados’ en la casa de Santamaría, quien aseguró que la mayoría ya se han muerto, 'debido a la gravedad de las lesiones sufridas durante las obras realizadas en el parque'.