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Parte de la cobertura de la planta enea en el lago El Cisne logró sobrevivir a pesar de la sequía en 2015, limitándose a pequeños sectores sobre el antiguo margen del cuerpo de agua, donde aún se conservaba cierta humedad del suelo.

La variabilidad de ambientes (húmedos y secos) generó pequeñas zonas que permitieron la supervivencia de varias especies y 6,8 hectáreas de bosque intervenido por la mano del hombre deberán ser restaurados y preservados para el refugio de animales y la protección de la ciénaga.

Detalles como estos comprenden las 173 páginas del informe de la ronda hídrica, elaborado por la Universidad del Magdalena, al que EL HERALDO tuvo acceso en exclusiva y que tiene como objetivo determinar la funcionalidad y usos vigentes de las zonas de El Cisne.

El grupo de trabajo coordinado por el ingeniero civil, Gustavo Hernández Cortes, determina que la vegetación presente mostró una condición de transformación del ecosistema, de modo que solo quedaron pequeños parches de la vegetación original.

Esto, puntualiza el informe, por la 'antropización (transformación del ambiente natural por acción del hombre) que ha dado paso a la conformación de lotes para edificación, lo que sumado a las condiciones climáticas e hidrológicas ha generado impactos sobre el humedal con la desaparición temporal de gran cantidad de plantas'.

Para la definición de la ronda hídrica se consideraron criterios geomorfológicos, hidrológicos, ecológicos y paisajísticos que permitieron delimitar las áreas que requieren medidas de preservación, restauración y de uso múltiple.

A diferencia de esta última categoría, donde se ha perdido por completo la prestación de los servicios ambientales, la zona de preservación, de 10,37 hectáreas (ha), comprende boscajes de manglar bien conservados y prohíbe usos de aprovechamiento de bosques.

Las áreas de restauración que miden 6,8 ha han sido intervenidas con tala de mangles, tiene conflictos de uso por pastoreo de ganado y la presencia de fauna es media a baja. Según el informe, estas se limitarán a usos que permitan llevar a cabo la recuperación del ecosistema. Es decir, que a futuro se transformarán en áreas de preservación para un total de 17,17 ha.

Dada la poca información disponible sobre El Cisne y las condiciones de inexistencia del espejo de agua hasta diciembre de 2015, el grupo de investigación de la Unimagdalena consideró necesario hacer una revisión de campo para determinar la presencia de componentes faunísticos y de vegetación que fuesen criterios de la delimitación del humedal.

Vegetación. Bajo las condiciones secas, durante la caracterización hecha a finales de 2015 se contaron en el perímetro de la ciénaga 32 especies de plantas. En la zona litoral de la Ciénaga del Rincón, el informe detalla que la vegetación se caracterizó por registrar poca cobertura, presentando especies herbáceas y rastreras. Allí se encontraron parches con formaciones de verdolaga de playa (Sesuvium portulacastrum) y mata de vidrio (Batis marítima), en áreas donde el suelo tiene una mayor concentración de humedad y evidenciando brote de enea hacia los bordes de la ciénaga.

Hacia los extremos del lago se identificó la formación de manglar,especialmente de la especie mangle zaragoza (Conocarpus erecta) y hacia los bordes externos de estos parches se observó la formación de pastizales.

En la parte más alta y seca de la ciénaga se conservaron especies arbustivas y arbóreas, como el trupillo (Prosopis juliflora), calabacito (Muntinga calabura), naranjito (Crataeba tapia), guamacho (Periskia guamacho), totumo (Crescentia cujete) y acacia (Acacia Farnesiana), entre otros. Tres especies vegetales hidrófilas predominan en el lago El Cisne, según el documento. Estas son pasto, mangle zaragoza y enea, la cual brinda refugio y alimentación a una gran variedad de aves, reptiles y anfibios.

Fauna. Entre las especies de aves que se observaron durante el trabajo de campo, se encuentran la garza blanca, el caricari, el gallito de agua, el tero, la cigüeñuela de cuello negro, el andarríos y la tierrelita (Columbina talpacoti), evidenciando que la mayoría permanecía en cuerpos de aguas temporales que se formaron por 'el inicio de las primeras lluvias y se encontraban cerca de la desembocadura del arroyo León en busca de alimento'.

Posteriores observaciones, luego de la gestión de la CRA para el llenado de la ciénaga, detectaron una mejoría de las condiciones del hábitat en general, registrando una mayor diversidad de especie, como las bandadas de patos de las especies barrauetes y pisingo.

De igual forma, aunque la ciénaga de El Rincón tiene manglares, sus aguas tienen muy poca salinidad y permiten la presencia de anfibios. Las especies que registraron los investigadores con mayor frecuencia fueron el sapo de caña o marino, el sapo Rhinella humboldti, el sapo vaquero o chileno, la rana platanera y rana arborícola.

Participación ciudadana. La política ambiental plasmada en la Ley 99 de 1993 establece que las Corporaciones Autónomas Regionales deben: 'promover y desarrollar la participación comunitaria en actividades y programas de protección ambiental, de desarrollo sostenible y de manejo adecuado de los recursos naturales renovables'. Para la ejecución de la parte social del convenio interadministrativo entre la CRA y la Unimagdalena, fue necesario convocar a través de cartas de invitación a personas y organizaciones no gubernamentales, líderes representantes de diferentes organizaciones (campesinos, pesqueros, juntas de acciones comunales), la oficina de ambiente de la Alcaldía de Puerto Colombia, el Incoder, la Uniatlántico, colegios cercanos a la ciénaga, veedurías ciudadanas, entre otros.

A los participantes se les explicó con imágenes cartográficas la necesidad de delimitar la ronda hídrica de la ciénaga El Rincón, el objeto del proyecto, el valor del convenio ($357 millones 500 mil), actividades y las metodologías a realizar.

La población encuestada, indica el documento, tiene en su totalidad más de 11 años de habitar en la zona y por tal motivo 'conocen de sobra la problemática y pueden emitir conceptos acercados sobre los temas'.

Entre los resultados, está que las principales actividades de la zona son la recreativa con un 67% y la pesca con un 33%.El 83% de los moradores consideran el área como un sitio turístico.

El 50% opina que el uso del agua para las actividades económicas y la falta de apoyo de los entes territoriales son los principales factores que impactan negativamente. El grupo de trabajo explica que es 'normal que los moradores no sientan la presencia del gobierno, pues son pueblos vulnerables a la corrupción'.

Además, la mayoría de los encuestados considera que hay que aumentar las campañas de limpieza y señalizar las zonas. Recomiendan un punto de información ecológica para que la gente pueda entender cómo debe ser el manejo de la cuenca.

Todos los encuestados están de acuerdo en que la ciénaga es muy importante para ellos y sus familias, y a pesar de las situaciones adversas, saben que 'es neurálgico contribuir a su cuidado'.