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El escándalo nacional desatado esta semana con la intervención del sector conocido como el ‘Bronx’, en Bogotá, el cual estaba bajo el dominio de bandas criminales dedicadas a la venta de drogas y donde cometían desde secuestros hasta descuartizamientos, entre otros delitos, lleva a indagar si en Barranquilla podría estarse presentado algo similar.

En tal sentido, la Alcaldía Distrital reconoce la existencia de 'parches y cambuches' con habitantes de calle, pero niega que existan sitios como el ‘Bronx’.

En un recorrido hecho por EL HERALDO fueron evidenciados cuatro puntos de la Localidad Norte - Centro Histórico, en los que se nota este fenómeno social de 'parches y cambuches'. La carrera 51 con calle 40, la carrera 51 con Vía 40, la carrera 52 con calle 40 y sectores aledaños a la iglesia San Roque son los puntos que concentran la mayor cantidad de habitantes de la calle, quienes en su mayoría, a pleno día, permanecen consumiendo sustancias alucinógenas como marihuana o inhalando pegante.

La carrera 51 con calle 40, la carrera 52 con calle 40, que pasan desapercibidas para muchos barranquilleros, paradójicamente están localizadas cerca a la zona industrial de la capital del Atlántico.

Bajando por la carrera 51 se pueden observar a lo lejos montículos de escombros, basuras, desechos de madera, trapos y muchos cartones, que son llevados a ese lugar por carromuleros, carretilleros o los llamados habitantes de la calle.

Son pocas las personas y vehículos que transitan por ese lugar. Los que se atreven a circular lo hacen a velocidades altas, para buscar una salida a la Vía 40, sin importarles los huecos y el deterioro de las calles.

El olor a madera quemada y a agua estancada se confunde con el que emana de una de las fábricas que colinda con esta calle.

En las largas noches y las mañana pesadas, se pueden encontrar grupos de indigentes que utilizan carretillas y algunos espacios de un andén para dormir.

Hay días en los que estas calles se llenan de indigentes, pero hay otros en los que llegan pocos a dormir en ella, porque logran conseguir un refugio en las bodegas cercanas a ese lugar.

En las paredes de las fábricas ubicadas en la carrera 51 con Vía 40 se observan rastros del hollín que deja las pequeñas hogueras que encienden en las noches con brisa fría, después de una fuerte lluvia.

Muy pocos hablan

Por el contrario, tratan de esconderse cuando ven camionetas similares a las de las autoridades de Policía.

En la intersección de la carrera 52 con la Vía 40 hay unos avisos de peligro, pero parece que no los asustan, porque se internan rápidamente en la calle que les sirve de hogar.

La carrera 51, pasando la Vía 40, es otro punto identificado como otra 'zona llena de indigentes'. Allí pernoctan unos 25 de ellos, según cifras del Distrito. En el lugar reciclan cartón, que luego venden para comer y en el peor de los casos, para consumir drogas.

En la capital del Atlántico el antecedente más próximo a lo registrado en la capital del país pasaba en el sector conocido como la ‘Zona Cachacal’, que comprendía de la calle 31 a la 34 y de la carrera 35 a la 38. Esta ‘olla’ de drogas, habitada por unas 600 personas, fue intervenida por la Alcaldía y la Policía Metropolitana en 2013.

Acciones

El secretario de Gestión Social de Barranquilla, Gonzalo Baute, asegura que desde esa dependencia coordinan un trabajo interinstitucional con la Secretaría de Salud, la oficina del Sisbén (Sistema de Beneficiarios de Subsidios del Estado), y del Fondo de Seguridad. Esto, con el fin de cumplir con lo establecido en la Ley 1641 de 2013, la cual establece lineamientos para la atención de este tipo de población.

El funcionario afirma que en el Plan de Desarrollo del Distrito 2016-2019 construyeron un capitulo para la atención de habitantes de la calle. Dice que algunos de los proyectos que quedaron consignados establecen la implementación de la política pública que arrancaría con un censo que permita hacer la caracterización de estas personas, así como la construcción de un centro de atención diario para las mismas.

Sin embargo, menciona que actualmente la Alcaldía tiene un hogar de paso en la carrera 38 con calle 38, con capacidad para 100 personas. Este albergue temporal les ofrece alimentación, atención médica, ropa y talleres, explica Baute. Aclara que el tiempo que ellos permanecen allí depende de la voluntad que tengan para regresar a sus hogares.

El funcionario asegura que tratan de recuperarlos para que vuelvan a su núcleo familiar, de buscarles un trabajo, o de enviarlos a sus lugares de origen.

Según sus registros, en Barranquilla actualmente hay 1.985 habitantes de la calle.

Para llegar a esta cifra, explica Gonzalo Baute, el Distrito ordena que dos días a la semana salga un grupo de funcionarios a buscar esta población. La idea de esto es 'conocerlos', es decir, saber su situación de salud, edades y de dónde vienen.

El equipo del Distrito los identifica para que el día de mañana, por ejemplo, situaciones como la de Bogotá no terminen afectando por el desplazamiento de esas personas, desde la capital hacia Barranquilla.

El funcionario afirma que estos trabajos exploratorios les permiten decir que 'en Barranquilla no hay sitios como el Bronx, con miles de habitantes y con todo lo que pasó. Lo que tenemos son parches y cambuches'.

En seguridad

Por su parte, el director del Fondo de Seguridad, Yesid Turbay, coincide con Baute en esta afirmación y reconoce que han existido 'puntos difíciles', como la zona Cachacal y antes hubo otro cercano al sector de la Aduana y el antiguo San Andresito (por la Vía 40, en el Centro), pero aclara que con las obras y planes implementados en estos sectores se 'han desaparecido'.

Dice que están trabajando con la Policía Metropolitana para que esto nunca se presente aquí, y menos a esos niveles que generaban intranquilidad y una criminalidad altísima en Bogotá.

A través de Fondo, la Alcaldía también ejecuta desde hace más de dos años un programa denominado Entorno Socio Urbano Seguro (Esus), el cual, según Yesid Turbay, les permite tener unos 'enlaces en los barrios', que trabajan con la comunidad para mejorar la seguridad.

La ‘Zona Cachacal’, una ‘olla’ de droga intervenida en 2013

En junio del 2013, Barranquilla fue incluida entre las 20 ciudades del país en las que el presidente de la República, Juan Manuel Santos, anunció un plan de intervención para erradicar las zonas míticas de expendio y consumo de sustancias alucinógenas.

Esa estrategia permitió que la Policía Metropolitana y la Alcaldía Distrital intervinieran la ‘Zona Cachachal’, un punto del popular barrio San Roque que por años fue el ‘albergue’ de habitantes de la calle, un espacio invadido de casas dedicadas a la distribución y el comercio de drogas como el bazuco, la marihuana, el patracia’o y la base de coca.

El reporte de los operativos cumplidos arrojó 166 capturas, 129.042 dosis de estupefaciente incautadas, 22 allanamientos, 6 bienes para extinción de dominio, dos cabecillas capturados, dos investigaciones radicadas y la desarticulación de una banda delincuencial. En registros periodísticos anteriores a este operativo, EL HERALDO había evidenciado la comercialización de drogas en este sector, así como la alerta por cerca de 80 habitantes de la calle contagiados de VIH y tuberculosis que permanecían allí. En la actualidad, algunos indigentes se ven rondando la zona y consumiendo drogas.