Compartir:

Réplica del editorial escrito por Óscar Montes para Blu Radio sobre orden de arresto al director de este medio.

La decisión de un Juez Penal del Circuito de Barranquilla de ordenar el arresto del director de EL HERALDO, Marco Schwartz, por desacatar una tutela promovida por dos magistrados del Tribunal Superior de la ciudad, es una pésima señal para quienes ejercemos el periodismo y creemos firmemente en la libertad de expresión como soporte de los sistemas democráticos.

El absurdo episodio comenzó el 20 de Junio del año pasado con la publicación de una noticia basada íntegramente en un comunicado expedido por la Fiscalía General de la Nación. Los hechos se referían a la apertura de una indagación preliminar para establecer la presunta responsabilidad penal de varios funcionarios judiciales -entre ellos los magistrados promotores de la tutela- en relación con un proceso judicial que obligaba a la Alcaldía de Barranquilla a cumplir con el pago de una mesada extra a los pensionados del Distrito.

Aunque el periódico consideró que no había motivos para rectificar, brindó a los dos magistrados el espacio suficiente para que expresaran sus opiniones sobre la decisión adoptada por la Fiscalía. Y de acuerdo con lo expresado por Schwartz, sus declaraciones ocuparon más espacio que la nota original.

Conocidos los hechos, no hay duda de que lo que está en juego en estos momentos es la libertad de expresión y el derecho de los ciudadanos a recibir una información veraz y oportuna. Cualquier decisión que comprometa la libertad del Director de EL HERALDO constituye –sin duda- una mordaza a la libertad expresión, puesto que quedó demostrado que el diario procedió con rigor y buena fe en todo momento.

El caso debe ser fallado por el Tribunal Superior de Barranquilla, que esperamos proceda con la sabiduría y la responsabilidad suficiente para encausar un proceso que nunca debió salirse de madre. Es evidente que el periódico no faltó a su compromiso con la verdad y depositó su confianza en una entidad del Estado, que se presume responsable en el manejo de la información, como es la Fiscalía General de la Nación.

Generar incertidumbre sobre el bien sagrado de la libertad de expresión afecta la esencia misma de todo sistema democrático. No se trata en este caso particular de buscar vencedores y vencidos. De lo que se trata es de preservar el derecho que tenemos todos los ciudadanos a informar y ser informados con libertad y sin ningún tipo de mordaza. Así de simple. Nada más. Pero tampoco nada menos.