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En la salida del aeropuerto Ernesto Cortissoz la ‘puja’ entre taxis y la nueva flota de camionetas es por la cortesía. El que pega primero gana, y el más amable se lleva al cliente. Para algunos usuarios parecería 'buena idea', pero para el gremio de taxistas, que llevan más de 40 años trabajando en el terminal aéreo, resulta una 'competencia desleal'.

'Supuestamente ellos iban a prestar servicio turístico por paquetes, pero en realidad lo están haciendo individualmente, incumpliendo su contrato y trabajando de forma ilegal', denunció Marco Soles Carrillo, presidente de la asociación de taxistas del aeropuerto, Asotaeba.

Desde el sábado los taxistas comenzaron a observar que sus nuevos compañeros, los conductores de camionetas Airlink, tenían puestos prioritarios para recoger pasajeros, algo que 'no pueden hacer porque no tienen esa facultad', sostiene Soles, quien enfatiza que 'los únicos autorizados somos nosotros'.

El contrato inicial entre el consorcio Grupo Aeroportuario del Caribe S.A.S. y Airlink contempla la prestación de un servicio turístico y especial a través de camionetas tipo Duster.

La idea de incorporar a la firma Airlink, del grupo Moviliza-T, según el gerente del aeropuerto, Álvaro González, es 'brindarle al cliente una experiencia distinta'.

Sin embargo, en la queja, la sociedad Asotaeba manifiesta que en ningún momento se opone a que existan nuevas maneras de transportar a los usuarios. Su 'molestia' en este caso radica en la manera de operar, pues insisten en que Airlink tiene una 'grandísima ventaja', por lo que terminan por 'llevarse los mejores clientes'.

'Ellos tienen a funcionarios que esperan desde las salas, al interior, a los usuarios. Los enamoran y los comprometen, mientras a uno le toca esperar horas aquí afuera', cuestiona el conductor Walter Oyola, quien lleva 36 trabajando en el sector.

Aseguran que además prestan servicio de colectivo, algo 'totalmente prohibido incluso para nosotros mismos'.

'No hay trampas'

El gerente González aclaró en diálogo con EL HERALDO que se trató de una 'confusión' en la diferencia de las facultades de los dos servicios, pero que tras un encuentro ayer entre la administración del aeropuerto y representantes del gremio de taxistas, 'todo quedó absolutamente aclarado'

'Son dos modos de operar diferente, pero aquí no hay trucos, ni trampas. Todo está debidamente regulado y controlado', especificó González.

Modo de operar

Alrededor de seis camionetas de color blanco se estacionan en línea, en la salida del terminal aéreo. Para adquirir el servicio especial, los usuarios deben hacer su respectiva reserva, que puede ser directamente desde el aeropuerto o en línea a través de la página web.

Las tarifas de Airlink son más costosas en comparación con un servicio de taxi. Desde el aeropuerto hasta el norte de la ciudad, la novedosa línea de transporte fija un precio cercano a los $33.000, mientras que los taxis cobran al rededor de $29.000.

De acuerdo a González, la cantidad de estos vehículos irán aumentando en la medida de su 'desempeño', puesto que el propósito es 'mejorar la calidad del servicio de transporte'.

Asotaeba, por su parte, cuenta con un aproximado de 250 taxis socios y/o afiliados y más 150 carros de apoyo, que trabajan desde las 6 a.m. hasta las 3 a.m. del día siguiente

Sin bloqueos

A pesar de las inseguridades del gremio de taxistas por lo que implica una nueva competencia, los conductores dejan claro que ellos no tomarán vías de hechos para alzar su voz, ni mucho menos emprenderán acciones violentas en contra de sus nuevos compañeros.

'Nuestra relación es de plena armonía y nosotros no vamos ni a bloquear, ni a manifestar. Esperamos solucionar todo mediante el diálogo', expresó Soles, quien trata de dar ejemplo de comportamiento a colegas del gremio, tras las constantes disputas con el servicio Uber.

EL HERALDO intentó conocer la posición de Airlink, pero dijeron que sus funcionarios estaban en reunión.