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El hijo del autor del telón del teatro Amira de la Rosa, Rodrigo Obregón, considera que el Banco de la República designó el trabajo de restauración a una mujer que lo realizó de una manera 'infame', ya que no solo no hizo un buen trabajo, sino que alteró la obra. Obregón se pronunció

La tarea de restauración del telón de boca del Amira de la Rosa, ‘Se va el caimán’, obra del maestro Alejandro Obregón, fue asignada a una mujer que realizó un 'trabajo infame', afirmó su hijo, Rodrigo Obregón, quien sostuvo que no solo fue una labor mala, sino que 'alteró la obra'.

Su pronunciamiento se conoció luego de que EL HERALDO informara ayer que la obra de 14,40 metros de ancho por 8,14 de alto, según denuncia del artista plástico y restaurador Humberto Aleán, corre el riesgo de desprenderse de su marco debido a que en esa restauración no adoptaron las medidas adecuadas para su preservación.

'El Banco de la República, contraviniendo las indicaciones de mi padre, envió a una restauradora que intervino la obra y la alteró, aparte de no hacer lo indicado para su mantenimiento', manifestó Rodrigo Obregón en diálogo con este medio de comunicación.

Aseguró que su papá, al terminar el telón, hizo la petición de que si en algún momento era necesario restaurarlo, el encargado 'debería ser el maestro en artes plásticas Humberto Aleán'.

'Él (Aleán) fue estudiante de mi padre y lo acompañó en la elaboración de la obra. Yo creo que, prácticamente, lo ignoraron porque duró mucho tiempo diciendo que había que restaurar la pintura, pero metieron a dicha mujer que no tenía que hacer nada ahí y alteró la obra', señaló.

'Esto toca ponerlo en manos de nuestra fundación, Casa Museo Obregón, quienes representamos los intereses del maestro y nosotros, obviamente, estaríamos en coordinación con Aleán para hacer la reparaciones correspondientes, respetando la obra original', agregó el hijo del pintor colombo-español.

Artistas opinan

Buscar a un restaurador reconocido para que haga la evaluación formal del telón de boca y que el Banco de la República salga a responder por los recursos para su recuperación, pidió la pintora Carla Celia.

Tras señalar que no es un secreto la importancia del Amira para los barranquilleros, manifestó que para la cultura general hace 'muchísima falta' porque, en estos momentos, 'es un escenario de primera línea que trae grandes conciertos, obras teatrales, etc.'.

Agregó que el Emisor debe dar a conocer un comunicado formal en el cual se comprometa a restaurar el bien que 'está bajo su cargo'.

Sobre la decisión que tomó la semana pasada el banco, de cerrar el escenario cultural, Celia expresó que 'Barranquilla pierde mucho con esto' porque es un escenario 'emblemático de la ciudad'. 'Digamos –manifestó– que ahora sí se están haciendo muchos escenarios más, pero pienso que los barranquilleros, en pie de igualdad, no podemos permitir que se cierre este bien cultural importante para nuestra capital y todo el departamento del Atlántico'.

Insistió, como artista, que el teatro 'hay que modernizarlo'. 'Tenía –agregó– el sonido malo, me parece bien que lo cierren, pero que le hagan una inversión para que pueda entrar nuevamente en función'.

Sobre el telón de boca, el maestro en Artes Plásticas y especialista en Educación Artística, Néstor Martínez Celis, expresó que este tipo de obras necesitan de un 'buen espacio de conservación, alejado de cualquier agente que sea dañino'.

Asimismo, dijo que, con cierta regularidad, también deben ser intervenidas, realizándoles limpieza, ya que se trata de 'obras que siempre van a estar expuesta al polvo, a partículas del aire y en el Caribe colombiano al salitre y la humedad'.

'Yo recomendaría que fuera visto por especialistas que se encargan de restaurar las obras que se están desgastando. Ellos pueden determinar el nivel de deterioro y cuál podría ser el proceso de restauración que amerita', puntualizó Martínez Celis.