Después de recorrer algunas carreteras del país durante 25 horas, a las 2 de la mañana del viernes Roberto Galvis llegó con su tractomula al mercado de Barranquillita, para descargarla en la ‘Proveedora Antioquia’, de propiedad de Luis Fernando Ramírez (ver infografía).
Entre zanahoria y papa estaban repartidas las 35 toneladas que el transportador había traído desde Tunja y por los que Ramírez, durante los 46 días que duró el paro camionero, hubiese tenido que pagar cerca de $70.000.000, pero esta vez canceló $35.000.000, lo que representa una disminución del 50%.
El comerciante atribuye la notable alza que tuvieron los productos durante la manifestación al 'oportunismo' de las pocas personas que viajaban a traer mercancía, las que por un flete 'querían cobrar entre $6.000.000 y $7.000.000, cuando normalmente cuesta $3.200.000, aproximadamente'. El mayorista agrega que los carros ya están entrando 'normalmente'.
Por su parte, Galvis explica que durante el paro, el costo del flete era de $120.000 por tonelada y que 'en este viaje (el del viernes) se cobró $83.000'. El conductor, que cada ocho días viaja para surtir locales del mercado de esta ciudad, asegura que en todo el proceso 'los que menos ganan' son los que cultivan y los camioneros.
'De los $35.000.000 que canceló el comerciante por la carga, me tocan $3.100.000. Con esto me toca cubrir los gastos de cargue y descargue, peajes, policías y combustible; entonces, me quedan libres cerca de $650.000', detalla el conductor, quien lleva 30 años en el oficio.
Para ver rentabilidad con su labor de transportador, Galvis indica que 'no puede devolverse vacío', por lo que devuelta al interior del país lleva los derivados del maíz, así como varillas, hierro, cemento y demás productos ferreteros que salen de los puertos de la Costa. 'Con este viaje me puedo ganar $1.400.000', apunta.
Además, el conductor indica que el levantamiento del paro se dio porque 'el Gobierno se comprometió con unas mesas de trabajo, pero no ha cumplido'. Por esto –anuncia– se está hablando para que 'se lleve a cabo una manifestación por parte de los camioneros, para insistirle al Gobierno que cumpla con lo que prometieron'.
'Todo se ha normalizado'
En el mercado local la mañana trascurría normal, con el agitado movimiento que regularmente tienen los ‘días de plaza’. La mayoría de los comerciantes aseguran que la entrada de vehículos y los precios se han ido normalizando en el transcurso de los 14 días (hasta el viernes) que se cumplen del levantamiento del paro.
El propietario del ‘Depósito de hortalizas la bumanguesa’, Enrique Rincón, asegura que han llegado muchas mulas cargadas, que hay bastante mercancía y 'a bajo precio'. 'Lo que necesitamos ahora es gente que venga a comprar a Barranquillita', señala el comerciante, mientras saca de las vainas el frijol cargamanto, el cual 'costaba $5.000 la libra, durante el paro, y hoy está en $2.500'.
Estela Ospino, en un andén improvisa una mesa con tablas, sobre la cual exhibe una gran cantidad de guineo verde, producto que vende minoritariamente y que asegura que 'permanece caro', pero ya no por culpa del paro camionero, sino por la escasez, 'provocada por el invierno'.
'Antes yo compraba mil guineos en $160.000, ahora me toca pagar $250.000 y venderlos en $280.000 para poder ganarme, aunque sea, $30.000', manifiesta Ospino.
Por su parte, Luis Fernando Ramírez también dice que los precios de los productos, al finalizar el paro, bajaron notablemente. Sin embargo, asegura que en los últimos días 'han subido un poco', debido a que ya no hay tanta mercancía represada como cuando estaba recién levantada la manifestación.
'El bulto de papa estuvo entre $90.000 y $100.000; después del paro, llegó hasta $30.000 y aquí se vendía a $40.000, pero como ya empezó a regularse su salida, ha repuntado y estamos pagándolo a $45.000', detalla el propietario de un local del mercado.
Sobre el bulevar de la carrera 43 entre calles 9 y 10, Ricardo Sarmiento tiene cebolla blanca, cebollín, pepino, pimentón y demás productos para ofrecer a todos los que quieran acercarse a comprar al menudeo.
'Prácticamente todos los productos han bajado y están económicos. El único que está un poco caro es el cebollín, pero no tanto como en los días del paro, momento en el que yo pagaba por un manojo $80.000 y hasta $90.000; ahora lo pago a $60.000 y antes de empezar el paro, oscilaba entre $20.000 y $30.000, es decir, debería bajar más', expresa el minorista.
¡A abastecerse!
En medio de las calles encharcadas de Barranquillita –por donde difícilmente se puede transitar con comodidad– camionetas, automóviles y hasta bicitaxis buscaban algún espacio donde pudiesen estacionarse para comprar la mercancía y, así, abastecer cada uno de sus negocios.
En el barrio El Silencio está ubicada la tienda ‘Cuatro esquinas’, de propiedad de Jairo Durán, quien, en el ‘Depósito de hortalizas la bumanguesa’, seleccionaba los mejores productos, cuyos precios –dice– 'han bajado bastante'.
'La inversión que yo hacía cuando los camioneros estaban en paro y la que hago ahora puede ser la misma, pero lo que si varía es la cantidad de productos que me llevo. Normalmente, invierto en verduras $500.000, con este dinero me estoy llevando casi un 70% u 80% más de mercancía', asegura Durán.
Asimismo, Nelson Lizcano manifiesta que para abastecer de frutas y verduras su tienda ubicada en Colinas Campestres 'basta la mitad del dinero' del que gastaba mientras que el transporte estaba paralizado.
'Durante el paro, yo compraba un bulto de papa, que es uno de los productos que más llevo, en $80.000 y hoy lo compré en $50.000 (38% menos)', señala Arnulfo Gómez cuando se disponía a llevar su compra en el platón de la camioneta, para que en el restaurante ‘La Chula’ no haga falta ningún producto a la hora de preparar los platos ejecutivos.
En Granabastos
En la Gran Central de Abastos ingresaron en dicho día de plaza 1.176 toneladas de productos, repartidas en 82 camiones, informó la Gerencia del lugar.
Teniendo en cuenta que durante la protesta –revela la Gerencia– la cantidad estaba por debajo de las 800 toneladas (de 60 a 80 camiones), en Granabastos el panorama es similar al que se ve en el mercado local del Centro de Barranquilla, donde el comportamiento del comercio ha sido el regular.
Rafael Rueda asegura que en su bodega, ‘Verduras el Socorro’, recibió 35 toneladas de mercancía, la cual –asegura– pueden encontrarse 'hasta en un 50% más económica' que cuando estaba el paro, 'sobre todo el tomate y la papa'.
El mayorista de la Central de Abastos agrega que por un camión que 'seguidamente viene' de Medellín para abastecerlo con 10 toneladas, el cual le 'cuesta entre $1.200.000 y $1.300.000' el flete, alcanzó a 'pagar hasta $6.000.000 para que lo trajeran', en medio de la manifestación, momento en el que la mercancía 'corría hasta el riesgo de perderse'.