Compartir:

El fenómeno de La Niña registrado entre 2010 y 2011 dejó pérdidas por $11,2 billones al país y fue la región Caribe una de las más afectadas con inundaciones y daños en infraestructuras. Para 2016 existe la probabilidad de entre el 50% y el 75%, hasta el momento, de que se presente nuevamente el evento natural que, si llega a tener incidencia, los más perjudicados serían los siete departamentos del norte del país.

Así lo advirtió recientemente el Departamento Nacional de Planeación, DNP, junto con alertas por la ausencia de oficinas de prevención en 11 de las 32 capitales del país, incluidas cinco del Caribe. En la Costa están en riesgo de inundación 1.214.000 hectáreas, es decir 3,6 veces el departamento del Atlántico.

Al respecto, un estudio del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, Igac, precisó que los sitios más vulnerables a inundaciones en los departamentos costeños están en las inmediaciones al río Magdalena y que solo La Guajira no tiene suelos que pueden inundarse. En el Atlántico, según el mapa de amenazas, los sectores más vulnerables son el sur del departamento, los límites con Bolívar, el paso de los ríos Magdalena y sitios cercanos a Galerazamba (Piojó).

En Bolívar, el Igac alerta que son siete las zonas inundables en todo el paso del río, como el Brazo de Morales y el Brazo de Mompox, zonas de influencia de los ríos Cauca y Cimitarra, la quebrada Santo Domingo y en el norte del Departamento, donde hay terrenos aledaños a Cartagena y al Canal del Dique.

Sector crítico

El instituto define como 'crítica' la situación para el Magdalena. Señala áreas que colindan con el Río, específicamente en el Sur. Asimismo, menciona terrenos cercanos a los ríos Aracataca, Fundación y Ariguaní, también zonas cercanas al Brazo de Mompox y del Norte, en inmediaciones de la Ciénaga de Santa Marta (ver mapa).

En Córdoba, las zonas más vulnerables son las ubicadas en toda la vertiente oriental, además de las inmediaciones de los ríos Sinú (en el Norte), San Jorge y Verde, la represa de Urrá y la ciénaga Ayapel.

Los suelos inundables en Cesar también están en el paso de los ríos Magdalena (toda su vertiente occidental), Cesar, Guatapurí, Fernambuco (en el Norte), Ariguarí, la quebrada La Mula y Lebrija (en el Sur) y la ciénaga de Zapatosa.

Para Sucre, dice el Igac, las zonas centro y sur tienden a inundarse, debido al paso del río San Jorge y la presencia de las ciénagas Cispataca, La Garita, San Marcos y Los Palitos.

Zonas inundables

Planeación Nacional informó que, de acuerdo con información del Ideam y el Agustín Codazzi de 2011, los departamentos con zonas inundables periódicamente son Bolívar con 545.000 hectáreas, lo que corresponde al 20% de su territorio; Magdalena, con 251.000 hectáreas, el 11% del Departamento; Sucre, con 195.000 hectáreas, 18% de su jurisdicción.

En Córdoba la afectación sería en 92.000 hectáreas, el 4% del Departamento; para Cesar el diagnóstico es de 91.000 hectáreas, también el 4%, y La Guajira vería afectadas 25.000 hectáreas, el 1% del territorio y en Atlántico pueden inundarse unas 15.000 hectáreas, el 5%.

Alerta vigente

El jefe de Pronósticos y Alertas Tempranas del Ideam, Christian Euscátegui, informó que La Niña podría tender a disminuir porque 'la atmósfera no se ha acoplado'. Sin embargo, recalcó que el océano Pacífico ya se ha enfriado –luego de sufrir los efectos del fenómeno de El Niño (que produce sequías prolongadas) – y actualmente hay sectores con valores de -0.6°C, lo que quiere decir que 'sí habrá lluvias'.

Euscátegui advirtió que más allá de que se consolide o no La Niña, aparte del enfriamiento actual del Pacífico se presentaría una mayor actividad de ondas tropicales, así como el pico en la temporada de huracanes, que normalmente suele registrarse entre septiembre y octubre, y la entrada de la humedad en la Amazonía, lo cual va a dar lugar a que llueva cerca del 20% por encima de lo normal en zonas de la regiones Caribe, Andina y Pacífico.

Sin gestión del riesgo

Ante este panorama, Planeación Nacional informó que 11 capitales departamentales no cuentan con oficinas encargadas de la gestión de riesgos, entre las cuales están Riohacha, Cartagena, Santa Marta, Valledupar, Sincelejo y Montería, es decir, que la única capital del Caribe tiene esta dependencia es Barranquilla. Las otras del país que no han creado dicha dependencia son: Cúcuta, Bucaramanga, Pereira, Armenia e Ibagué.

Esta situación también se presenta en 18 gobernaciones: Amazonas, Arauca, Boyacá, Caquetá, Casanare, Cauca, Chocó, Córdoba, Guainía, Guaviare, Norte de Santander, Putumayo, Risaralda, San Andrés, Vaupés y Vichada. En la región Caribe no tienen oficina para la gestión del riesgo Cesar y Sucre.

Plan de contingencia

El director general de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, UGRD, Carlos Márquez, ratificó que el Gobierno Nacional destinó $50.000 millones para la atención y prevención en la temporada de lluvias.

Explicó que el plan nacional consta de cuatro enfoques. El primero corresponde a la planeación, el segundo a la atención, el tercero a la estabilización y recuperación y, por último, el de sistematización de la información.

Afirmó que para atender la temporada invernal el país cuenta con más de 200.000 integrantes del sistema activado (socorristas), un banco de maquinaria para operaciones y las capacidades de diferentes sectores en materia de salud, infraestructura, vías, planes para agricultura, planes ambientales y la estabilización y recuperación con los organismos del sistema.

Márquez recordó que las entidades territoriales tienen plazo hasta el 15 de agosto para presentar sus planes de contingencia. Explicó, además, que las planeaciones deben contar con aspectos técnicos, operativos, administrativos y humanos; es decir, que 'deben manifestar la revisión de la amenazas por inundaciones, por arroyos, por creciente súbitas y por deslizamientos, de acuerdo a cada contexto'.

El director de la Oficina de Atención y Prevención de Desastres del Atlántico, Edinson Palma, aseguró que prepararon un plan para la limpieza de arroyos. Dijo que ya se hizo un diagnóstico del estado actual de los diques de contención en el Departamento, para 'reforzar algunos puntos que requieren de mantenimiento', tales como Mesolandia, en Malambo; Sabanagrande, Palmar de Varela, Santo Tomás y Campo de la Cruz.

En Puerto Giraldo, oriente atlanticense, Cormagdalena están haciendo un dique de contención que está 'avanzado en un 70%'. Asimismo, resaltó que 'la situación del Atlántico en 2016 sería menos impactante que en 2010', pues en Carreto construyeron un dique en 2014. Palma manifestó que están preparando los sistemas de bombeo en zonas bajas o inundables 'para estar listos ante cualquier eventualidad', en la que se requiera instalar motobombas y evacuar aguas.

Proceso natural del fenómeno

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia, Ideam, explica que la presencia del fenómeno de La Niña depende de la temperatura del mar, los vientos, la presión y otras variables oceánicas y atmosféricas en el Pacífico. Mientras que el fenómeno de El Niño calienta el océano más grande del mundo, La Niña lo enfría, lo que da influencia a que surjan las condiciones de lluvia. Señala que para que se presente este evento natural el Pacífico debe mantenerse con temperatura por debajo de -0.5°C durante cinco meses consecutivos, situación que debe ser acoplada a lo que suceda con los vientos y otros elementos de la atmósfera. El fenómeno, en algunas ocasiones, aparece de forma irregular entre cada 2 y 7 años. Esto no siempre sucede al año siguiente de un fenómeno de El Niño, inclusive, es menos frecuente que este, dijo el instituto. A diferencia de lo que ocurre con El Niño, La Niña hace que los vientos se fortalezcan, desplazando con mayor fuerza las aguas cálidas y esto traen consigo las lluvias.