El exministro de Asuntos Exteriores de Israel y asesor de paz del Gobierno, Shlomo Ben-Ami, afirmó que Colombia tiene una oportunidad única para convertirse en un país modelo en el mundo si se refrendan los acuerdos de La Habana entre el Gobierno y las Farc, pero aclaró que antes el país tendrá que estar unido en el posconflicto.
'Para llegar a la paz hay que tragarse píldoras amargas, porque el objetivo superior es ella, que abrirá horizontes. Es la encrucijada en la que está el país', sostuvo el israelí, durante su intervención en el Caribe Biz Forum que organiza la Cámara de Comercio de Barranquilla.
Shlomo Ben-Ami destacó que se 'necesita madurez' para llegar a la pacificación del país y que Colombia vive un momento histórico, para el que han sido clave los tres últimos presidentes: Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos.
El diplomático destacó que la implementación del Plan Colombia, la modernización de las fuerzas armadas, la Política de Seguridad Democrática y combatir a las Farc ayudaron a que el país haya llegado al actual proceso de paz.
'Se necesita que ahora el Estado haga presencia en cada rincón del país. Es la forma de reducir a los que se intentan levantar en armas', dijo Ben-Ami, quien además planteó los retos de la economía.
Se mostró sorprendido de que el país se haya dedicado más a debatir si habrá o no cárceles para los ex combatientes. 'En la Agenda de la Paz no hay ningún tema ideológico que haya lanzado a la guerrilla a la selva, no hay nacionalismo de empresas. La victoria es que se desarmarán'.
Apoyo empresarial
Sobre los retos económicos del país en el posconflict, destacó tres aspectos: 'sacar el máximo potencial a un país con tanta tierra y agua; la modernización de la agricultura colombiana; y desarrollar una industria turística más independiente, moderna y una industria tecnológica'.
Sobre estos ejes también se refirió en el panel, moderado por el docente de la Universidad del Norte Octavio Ibarra, con el empresario Antonio Celia, presidente de Promigas y Frank Pearl, negociador del Gobierno en los Acuerdos de La Habana.
Shlomo Ben-Ami subrayó que el país tiene capital humano para dar el salto a una agricultura moderna.
Celia destacó que el tejido empresarial está dispuesto a hacer 'su cuota de sacrificio en el posconflicto'.
Sostuvo que mientras el país tenga un gasto social que alcanza 12% del PIB, todavía las cifras que se proyectan de lo que costará el posconflicto no son precisas.
'El papel de los empresarios es important,e y demasiado; tenemos cómo demostrar que se necesita eficiencia para que haya un Estado más efectivo', agregó.
En su proyección de futuros temas como la Reforma Tributaria, que será tramitada en el Congreso, dijo que se necesita que el Gobierno tome decisiones para ser equitativo en la tributación. 'Creo que si poca gente tributa tiene una noción lejana del Estado, es importante que más gente tribute', indicó.
El empresario insistió en que es clave que haya descentralización de las regiones, en especial porque en ellas es donde se encuentran las tierras donde hubo víctimas, en las cuales se invertirá. 'Hay que revisar el modelo de descentralización. Si lo hubiéramos hecho desde 1991, hoy tendríamos unas diferencias gigantescas. Y si se está pensando modificar el Sistema General de Participación, es algo que afectará a las regiones, en las cuales queremos que justamente se invierta en el posconflicto', expresó Celia.
Frank Pearl invitó a que el país y empresarios comprendan que hay que crear condiciones de mercado en esos lugares donde hubo violencia. 'No cambiar el modelo y sí hacer ajustes. Las ventajas competitivas con tierra, agua, conocimiento y ubicación geográfica nos deben sumar', dijo.