Luego de terminar la limpieza de 3 tanques de almacenamiento de agua, labor que debía concluir en la medianoche del miércoles, la Triple A informó que hubo una demora en el restablecimiento del servicio por las descargas eléctricas que se registraron durante el aguacero que comenzó a esa hora y que afectó una válvula de 36 pulgadas en la línea de conducción de agua en el acueducto.
La suspensión del suministro de agua a 123 barrios de Barranquilla y Soledad y el municipio de Galapa comenzó en la mañana de miércoles por la desinfección de los tanques Alta 4, en el acueducto, y dos de la estación Ciudadela, en cumplimiento de normas sanitarias. La compañía informó que hizo los trabajos en el tiempo planeado, pero el incidente provocó el retraso en el bombeo. Explicó que algunos sectores presentaron 'bajas presiones' debido al exceso de consumo del líquido vital que se generó cuando empezó el reabastecimiento.
Yesenia Guzmán, propietaria del restaurante La Bendición de Dios, en el barrio Santa Helena, uno de los 57 sectores que se quedaron sin agua en Barranquilla, dijo que desde las 8 de la mañana del miércoles hasta las 9:30 de la mañana de ayer no tuvieron servicio. Para no tener pérdidas en las ventas de almuerzo –contó Guzmán– recogió agua en varios recipientes.
'El problema no es que se haya ido el agua, sino que también se fue la luz', manifestó la dueña del comedor mientras lavaba los ‘chismes’ en una ponchera. Guzmán aseguró que el fluido eléctrico se fue toda la noche. La mona, como la llaman en el barrio, exclamó que, pese a las dificultades, su 'clientela fija' sabía que los almuerzos iban a estar listos. 'Y aquí vinieron', dijo.
Distante de ese barrio sobre la calle 30 con carrera 11, Ana Otálora, habitante de Carrizal, dijo que no tenía agua desde el martes en la noche. 'Llevamos más de dos días secos. Ya el vecino no me quiere regalar más', contó mientras caminaba junto a sus dos hijos a la casa de su madre, Ortencia Mansilla, para llenar varios recipientes.
Relató que uno de sus hijos no fue a clases porque la institución El Despertar del Sur interrumpió la jornada académica a causa de la falta del líquido y porque tenía que quedarse ayudándola a llenar las poncheras. 'No teníamos agua ni para hacer el desayuno', contó.
Narró que con el aguacero de ayer se despertó en la madrugada y llamó a sus hijos para recoger agua de lluvia en baldes. 'También levanté a mi hermano para que cogiera su calambuco y lo llenara'. A pesar de esto, dijo, solo les alcanzó hasta el mediodía. 'He llevado y traído agua de aquí para acá como 100 veces' expresó.
En la Ciudadela 20 de Julio, zona de los bloques, David Cortizo, vendedor de baldes, traperos y recipientes por más de 16 años, pensó que debido a la suspensión del servicio iba a vender 'muchísimo más'. 'Yo me levanté temprano pensado que haría mi agosto, con buenas ventas, pero la gente no me compró casi', dijo empujando su carretilla. Contó que diariamente vende 4 o 5 baldes, pero creyó que podía llegar a unos 10. Agregó que en ocasiones anteriores por la falta de agua le fue bien, pero como llovió 'la gente utilizó los recipientes que estaban vacíos para llenarlo; venda o no venda, siempre le doy gracias a Dios'.
En Costa Hermosa, uno de los 66 sectores donde no hubo agua en Soledad, funciona el salón de belleza ‘Byron Estilos’. El propietario, Byron Gutiérrez, dijo que no pudo abrir el negocio por la suspensión del servicio. 'No trabajamos porque no teníamos con qué lavarle el cabello a los clientes'. El peluquero señaló que perdió alrededor de$300.000.
Tras remplazar la válvula dañada, Triple A informó que el servicio quedó normalizado pasado el mediodía.