Para el pescador Juan Blanco, capturar en un chinchorro o red más de 2.000 jureles 'es un milagro de Dios'. El hecho se presentó este domingo a las 11 de la mañana en aguas de Puerto Velero, Tubará.
A Juan lo acompañaban dos pescadores profesionales más, Agustín García, capitán de la lancha y Luis Peñate. Además estaban 11 jóvenes del municipio vecino Puerto Colombia, que hacen parte del programa ‘Puerto sin drogas’ que lidera el propio Juan hace cuatro años.
En total, fueron necesarias dos lancha para arrastrar la red con la 'faena milagrosa', como la llaman sus protagonistas.
'Salimos temprano de Puerto con la fe en Dios de que nos iba a ir bien, eso nos ayuda mucho. Últimamente en el municipio no se había tenido éxito en la pesca, todos los fenómenos climáticos nos están afectando. Hace como un año no se pescaba así', revela Juan. Agrega que el chinchorro lo lanzaron unos 300 metros mar adentro, con el pasar de las horas nada pasaba hasta que se percataron que un gran peso jalaba la red.
'Cuando lo íbamos sacando (el chinchorro) a la playa comenzamos a ver esa cantidad de pescados y empezamos a saltar de la alegría', contó el veterano pescador.
En su mayoría, los pescados pesaban entre uno y tres kilos. Esta noche todavía se vendían los 'jureles milagrosos' en el mercado de Puerto Colombia. Los precios oscilaban entre 10.000 y 20.000 pesos por pescado.
El programa ‘Puerto Sin Drogas’ es un programa que viene desarrollando Juan Blanco hace casi cuatro años, como él lo explica. Confiesa que un milagro, igual al que para él sucedió con la pesca de jureles, curó su adicción a las drogas en la que duró 23 años.
'Por eso yo ahora tengo ese compromiso, es un agradecimiento que tengo con Dios, ahora tengo que esparcir eso en la comunidad', sustenta el porteño de 38 años. En el programa participan 20 jóvenes y salir a pescar es una de las actividades que utilizan como terapia de rehabilitación.