La nueva Ley de licores que fue aprobada por el Senado de la República este lunes permitirá ingresos adicionales hasta por $7.600 millones en Atlántico. Así lo proyecta la Gobernación, que solo espera que el proyecto sea firmado por Presidencia para que entre en vigencia.
El secretario de Hacienda del Departamento, Juan Carlos Muñiz, explicó ayer que el incremento del recaudo de impuestos al consumo estaría entre el 18% y el 20%. Hasta 2015 los ingresos en cada vigencia fiscal son cercanos a los $38.000 millones. 'Este impuesto, ahora, es más equitativo'.
Sobre la ley
Un aspecto clave de esta ley es la nueva estructura impositiva de los licores, ya que la actual pone 'en desventaja' a los nacionales frente a los importados, según el proyecto. Actualmente se rigen por un solo gravamen específico, según el grado alcoholimétrico de los mismos, de $297 si es inferior a los 35 grados y de $487 si es superior, por botella de 750 cc.
El cambio de esquema establece una combinación de un impuesto específico de $220 por grado alcoholimétrico y un impuesto ‘ad-valoren’ del 25%. De esta manera se 'nivela la cancha', pues los licores importados, que son más caros por ser de alta gama, pagarán proporcionalmente más de lo que venían cancelando. Para los vinos el impuesto específico quedó en $150 por grado alcoholimétrico y un impuesto ‘ad-valoren’ del 20%.
Amylkar Acosta, director de la Federación Nacional de Departamentos (FND), enfatizó en que el incremento en los impuestos que se van a pagar es el que le permitirá a los territorios tener más ingresos para salud y educación.
La principal fuente de ingresos propios de los territorios es el impuesto a licores, que representa el 41,2% de los recaudos, según la FND. Los departamentos pasarían de recibir $1,4 billones a $1,8 billones.
Adicionalmente, la Federación precisó que habrá otro ingreso por concepto del 2% por derecho de explotación, el cual será incluido en los contratos que se firmen con los distribuidores.
Amylkar Acosta aseguró que aplicar impuestos más altos a los licores es una 'tendencia universal'. 'En todas partes del mundo se está haciendo en la medida en que se sabe que el consumo de alcohol es dañino. Por eso entre más porcentaje debe tener más impuesto'.
Acosta destacó como la 'novedad más importante' el cambio de esquema impositivo de los licores, al pasar de dos tarifas fijas a un sistema mixto. 'Se va a ver afectada la demanda, pero no significativamente porque el que quiere gusto paga gusto. Al que le gusta el whisky lo compra'.
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, sostuvo que la nueva ley permitirá que los padres de familia estén 'más tranquilos porque se encarece el consumo de bebidas alcohólicas'. Así mismo, dijo, se 'corrige una inequidad enorme' porque la champaña y el whisky de alta gama pagaban menos impuesto que las bebidas nacionales. 'Ganan los departamentos, gana la industria nacional, y gana la salud pública', enfatizó.
En desacuerdo
El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Guillermo Botero, se mostró en desacuerdo con la ley de licores, aunque reconoció que al final del debate aceptaron modificarla. Consideró que le dieron un 'tratamiento mejorado' a los vinos, al bajarle el ‘ad-valoren’ del 25% al 20%.
'El Gobierno le está cargando la mano a los impuestos indirectos, rompiendo principios elementales de equidad y progresividad. Los que tienen menos van a pagar más. Una persona que compra una botella de aguardiente, y que se gana $2 millones al mes, paga lo mismo que quien se gana $10 millones cuando compra la misma botella', criticó.
El dirigente gremial afirmó que 'entre más precio menos ventas, y entre más impuestos, más contrabando, falsificación y adulteración'. Con esto descartó que la ley sirva para enfrentar la ilegalidad. 'Todo lo contrario, lo que hace es fomentarla de manera indirecta', aseguró.
Botero aseguró que esta modificación legal 'debe' entrar en vigencia el próximo año, a partir del primero de enero. 'Esperamos que la transición sea tranquila, avisamos que hay que dar un plazo racional para hacer los ajustes necesarios'.
Los licores que más se venden en Colombia son el aguardiente y el ron. Fenalco reportó que en el 2014 se consumieron más de 7 millones de cajas de aguardiente y alrededor de 1 millón 200 mil de ron.
¿Otro impuesto?
El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, no descartó una posible inclusión en la reforma tributaria estructural de un impuesto especial para la cerveza. 'Nos comprometimos a revisar que los impuestos a la cerveza no se diferencien de los vinos que son otras bebidas fermentadas'.
El senador Andrés García Zuccardi propuso, en el debate a la ley de licores, incluir un impuesto específico de $150 para la cerveza, así como se hizo con los vinos.