Una competencia 'desleal' de precios y una supuesta falsedad publicitaria desataron una ‘guerra’ de mariachis en Barranquilla, que llevó a que Migración Colombia deportara esta semana a cinco venezolanos, luego de detenerlos en momentos en que ofrecían una serenata.
Tras el operativo, Sergio Santiago Carbonó, colombiano, dueño del mariachi (El Rey), aseguró que todo 'fue una trampa' por 'envidia y celos' de otros grupos que gestaron el 'engaño'. Los extranjeros fueron expulsados a su país por no tener documentación legal para trabajar en Colombia.
Siete dueños de mariachis ubicados en el norte de la ciudad, en la carrera 46 entre calles 76 y 80, presentaron una denuncia formal ante Migración en agosto pasado. En el documento conocido por EL HERALDO, los músicos dejaron constancia de cómo desde hace dos años se han visto 'afectados' económicamente por las tarifas de cerca de cuatro agrupaciones con sede en el sur.
'Ofrecen serenatas con rebajas de hasta el 50% del valor real de nuestro trabajo. Además, dan arreglos florales, vinos, chocolates y galletas, para así engañar a los clientes. Muestran grupos de 7 o 9 integrantes y cuando van a la serenata solo llevan cuatro personas', se lee en el escrito. Lo firmaron miembros de los mariachis Chihuahua, Luna de México, México Lindo, Juárez, Almas Mexicanas, México, y Estrellas de Jalisco.
Pacto de precios
Alba Pombo Montero, representante del Juárez, dijo que existe un 'acuerdo' entre los grupos del norte para cobrar mínimo $150.000 por serenata de cinco canciones, con seis músicos. Las que llevan 9 integrantes parten de una tarifa de $180.000. Los precios de su competencia domiciliada en el sur, sin embargo, oscilaban entre los $80.000 y 130.000. 'Eso jamás se había visto en Barranquilla. Con esas promociones se generó una guerra total de precios', asegura.
Los grupos que presentaron el oficio consideraron que la conformación de grupos con músicos venezolanos fue clave para que las ventas cayeran un 80% en el norte, al pasar de un promedio de 100 a 20 serenatas por mes. 'A varios les tocó cerrar los locales, porque no podían seguir pagando arriendos de entre $600.000 y $800.000', precisó Pombo, de 47 años, y quien también canta rancheras hace 17 años.
La molestia de estos grupos aumentaba cuando los del sur pasaban por sus sedes y les gritaban: '¡están enhuesados!, ¿cuántas serenatas llevan?', según relataron en el documento. 'Eso como burla, buscando que nosotros reaccionemos de forma violenta al defender nuestra forma de vivir'.
Avisos falsos
La representante del mariachi Juárez aseguró, además, que en julio hubo una persona que le dijo que en internet había visto un supuesto anuncio de su grupo que ofrecía flores, chocolates por $130.000, lo que le 'extrañó' porque no incluyen esos regalos y tarifa real es de $180.000 en adelante, 'porque somos 9 músicos'.
La situación fue denunciada formalmente ante la Fiscalía el pasado 9 de septiembre, por 'confundir a posibles clientes haciéndose pasar por el real mariachi Juárez', lo que catalogó Pombo Montero como una posible 'violación de datos personales'.
Otros mariachis.
Robinsón Revollo, de México Lindo, señaló que también utilizaron su nombre para 'quitarle' posibles clientes. 'Se nos bajó mucho las ventas por esa competencia desleal'.
El inconformismo llegó al punto que hace un mes y medio hubo una reunión en el sur de la ciudad, donde los del norte le advirtieron a los otros que 'respetaran el acuerdo' de precios y que no se cometieran más suplantaciones de publicidad. 'Les dijimos ‘hey, pon los precios, y nada, nada’. No nos importa que vengan los venezolanos sino que se respeten las condiciones'.
Los mariachis golpeados por el bajón en sus ingresos económicos señalaron que la llegada de los venezolanos que huyen de la crisis en su país permitió que se bajaran los precios. Alba Pombo dijo que 'traían músicos de allá y les pagaban a cada uno $10.000 por toque', cuando lo 'normal' son entre $15.000 y $17.000. 'Son personas que por su desespero sale a rebuscarse para sostener a su familia'.
Fernando Casarrubio, representante del mariachi México, expresó que los venezolanos también tienen 'derecho a ganarse la vida', pero reclamó que 'actúen legal'. 'Nos afectaba por la publicidad engañosa y la competencia desleal. Sus precios no llegan ni a la mitad de lo que normalmente cobramos por nuestros servicios'.
Defensa
Sergio Santiago, de El Rey, contó que la 'trampa' se la pusieron el mismo día (miércoles pasado) de la detención de los cinco músicos venezolanos de su grupo. Un hombre acordó pagarle $370.000 para llevarle una serenata a su novia, a la que le propondría matrimonio.
'El cliente nos pidió que lleváramos 10 músicos, entonces conseguí unos venezolanos que estaban sin hacer nada. Les dije que se ganaran esa platica. En la casa había una señora sentada en la puerta, pero no dijo nada, tenía era una risa. Cuando empezamos a cantar ‘Si nos dejan’ llegó Migración'.
Santiago negó que su agrupación estuviese suplantando el nombre de otras del norte. Sobre los precios, contó que actualmente está cobrando 'bien', y que fue hace dos años cuando hizo una promoción de $110.000, pero cuando eso pasó 'no habían venezolanos'. Afirmó que cuando llegaron 'ya los precios habían cambiado a $140.000 y $150.000, mínimo'.
Afirmó que 'nunca' se trajo a venezolanos para trabajar en Barranquilla, sino que 'ellos aparecían aquí'. 'Primero llegó uno que al ver que allá (Venezuela) estaba malo se trajo otro, y ese a otro, cuando uno quiso ver ya habían 40 aquí. Pero ellos mismos lo hacían'.
Los contratos en la mayoría de estas agrupaciones son informales. Santiago Carbonó aseguró que les pagaba entre $17.000 y $18.000 a cada uno de los extranjeros.
'Cada quien con su negocio'. Así defendió Santiago la autonomía de su grupo para fijar los precios. 'Ellos pagan un arriendo y le pagan a alguien para atender un teléfono. Eso lo hago yo mismo, y desde mi casa. Por eso puedo cobrar menos. Si los del norte no estaban trabajan, no es mi problema que miren dónde tienen las falencias'.
Santiago Carbonó enfatizó en que la diferencia de precios 'no es razón' para denunciarlo y haberle 'echado la migra'. 'Es gente envidiosa. Desde diciembre están recogiendo firmas para denunciarme'.
Procedimiento
De acuerdo Migración, los venezolanos fueron expulsados del país después de que se estableciera que sus conductas 'afectaban el orden público y la tranquilidad social'.
La entidad explicó que los extranjeros fueron ubicados tras recibir una denuncia de la ciudadanía, en la que informaban la presencia de varios grupos musicales conformados por extranjeros. En el proceso de investigación, la autoridad migratoria estableció, según indican, que los venezolanos ingresaron al país de forma irregular por La Guajira, pasaron al Magdalena, hasta llegar a Barranquilla.
Además, Migración informó esta semana que los músicos tendrían una denuncia ante la Fiscalía por supuestas amenazas contra otras agrupaciones. 'Se empezó un proceso administrativo contra el representante legal por una posible infracción a la norma migratoria, al contratar a extranjeros sin cumplir los requisitos legales', explicó Néstor Castro, director de Migración Colombia - Regional Caribe.
Las cifras de Migración Colombia evidencian que el número de deportados hacia Venezuela va en aumento. En 2010 ingresaron 202.624, mientras que el año pasado fueron 329.478. En el primer semestre de este año han entrado 111.370. Aunque desde agosto pasado se ha frenado por el cierre de la frontera que fue decretado por el presidente Nicolás Maduro.
Enigma de dirección
Con el objetivo de conocer más detalles de la situación que derivó en la deportación de cinco venezolanos que formaban parte de un mariachi, un equipo periodístico de EL HERALDO se trasladó hasta la vivienda ubicada en la calle 47C No. 30-14, en el barrio Chiquinquirá. Allí ofrecieron la que sería, a la postre, su última serenata en Barranquilla.
Una mujer, que se abstuvo de revelar su identidad, contó que la interpretación musical la tomó por sorpresa. 'Me asomé a la ventana cuando sentí que alguien estaba cantando, pero no creí que sería aquí porque en ningún momento mencionaron el nombre de alguien que viva en esta casa'. Sin entregar mayor información, afirmó que ninguna de las personas que habita en la casa contrató los servicios del mariachi. Concluyó diciendo que desconoce quién pudo haber contactado al grupo.