Compartir:

El presidente Juan Manuel Santos se muestra decidido a sacar adelante un nuevo acuerdo de paz y da pistas sobre los puntos más susceptibles de ajuste en el texto firmado con las Farc. Dice que en materia de justicia, principal tema de discordia con los promotores del ‘No’, hay espacio para hacer modificaciones pero ve inviable desechar el modelo de justicia transicional que fue pactado. La entrevista se realizó mediante un cuestionario escrito.

¿Qué conclusiones ha sacado del diálogo nacional que adelanta con los líderes del No?

El diálogo nacional ha incluido a todos los sectores, a las organizaciones civiles, las religiosas, a los partidos, a estudiantes y a ciudadanos. A los que votaron No y los que votaron Sí. Estos diálogos han servido para aclarar muchas dudas sobre el acuerdo de paz, y para recibir propuestas de ajustes que podamos llevar a la mesa de negociaciones con las Farc en La Habana. La principal conclusión es que todos, absolutamente todos, queremos la paz de Colombia, y seguiremos trabajando hasta encontrarla.

¿Siente que las propuestas del Centro Democrático son realistas? ¿O son dilatorias?

Las propuestas de todos los sectores que son realistas y que buscan hacer ajustes al acuerdo, son válidas. Unas son más difíciles de lograr. Pero las que desechan lo acordado, las que pretenden que arranquemos de cero, o las que piden imposibles, no contribuyen al anhelo de todos los colombianos de lograr la paz.

¿Cómo fue el reencuentro con el expresidente Uribe después de seis años sin hablar?

Fue un encuentro franco y constructivo. De allí surgió un esquema de diálogo que nos permitió escuchar y recibir directamente los puntos de ese sector político frente al acuerdo de paz y sus propuestas de ajuste. Las estamos analizando y las llevaremos a la mesa de negociaciones con las Farc.

¿Hay inamovibles en el acuerdo con las Farc?

Todas las propuestas realistas las estamos considerando, con atención y cuidado. Algunas son más difíciles que otras. Pero las que pretenden que hay que volver a empezar de cero o que parten de la base de que no existía un conflicto armado en Colombia, son inviables.

¿Cómo se incluirá a la familia, petición de los líderes religiosos, al acuerdo?

Durante las conversaciones en La Habana jamás se tocó el tema de la familia, no hizo parte de ninguno de los puntos de la negociación. Ha habido mucha desinformación al respecto y en las reuniones que hemos tenido con los líderes religiosos, poco a poco, hemos ido resolviendo todas sus dudas e inquietudes.

¿Está en discusión la aplicación de la Jurisdicción Especial para la Paz?

No, lo que está en discusión es el diseño de esa justicia transicional. La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) es un modelo de justicia que nos permitirá hacer, de una vez por todas, una transición de la guerra a la paz. El espíritu de la JEP, que se basa en la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de no repetición, no puede desecharse.

¿Cuál es la propuesta del No que ve más viable incluir en el texto del acuerdo?

Hay muchas. En este momento, estamos catalogando y organizando todas las propuestas.

¿El cese al fuego hasta el 31 de diciembre es un plazo para lograr un nuevo acuerdo?

Como lo dije el día que anuncié la prórroga, no se trata de un ultimátum ni de una fecha límite. Espero que logremos un nuevo acuerdo mucho antes que eso.

¿Qué opinión tiene de las revelaciones hechas por Juan Carlos Vélez sobre la estrategia para que la gente 'saliera a votar verraca'?

El plebiscito fue una oportunidad para que cada colombiano se manifestara sobre un acuerdo histórico que permitía acabar con un conflicto armado de más de 50 años con las Farc. Por eso me parece muy triste que la estrategia de uno de los grupos promotores del No haya sido desinformar y promover la indignación, el odio y el miedo, con mentiras.

¿Qué caminos hay para salvar el proceso de paz si no se logra un consenso con el uribismo y demás sectores del No?

Lo vamos a lograr. Hemos recogido opiniones y propuestas no solamente de los promotores del No, sino también del Sí. Vamos a buscar un nuevo acuerdo con las Farc que tenga un amplio respaldo ciudadano.

¿De llegar a un nuevo acuerdo convocaría otro plebiscito?

No lo descartamos, pero estamos revisando todas las opciones jurídicas para lograr el anhelo de paz de todos los colombianos, respetando la decisión que se tomó en las urnas. La implementación del nuevo acuerdo se hará, como siempre lo he dicho, en absoluto respeto con la Constitución, las leyes y los fallos de la Corte Constitucional.

¿Las negociaciones con el ELN ayudarán a destrabar el proceso con las Farc? Si no hemos podido culminar un proceso, ¿mantener dos en paralelo no sería complejo e inoportuno?

El objetivo que me he trazado es conseguir la paz completa para Colombia. Si logramos un acuerdo con el ELN, habremos alcanzado esa paz completa y el fin de las guerrillas en Colombia.

‘Timochenko’ dijo que fue hasta bueno que hubiera ganado el No. ¿Está de acuerdo?

No lo pondría en esos términos, pero sin duda fue una gran lección para todos los que estábamos convencidos de que el Sí ganaría. Nos ha permitido acercarnos más a las preocupaciones que tienen muchos ciudadanos y que son legítimas y válidas. Lo que reveló también, y eso me anima poderosamente, es que el país quiere decididamente la paz. Las manifestaciones ciudadanas han sido impresionantes y nos han demostrado a todos que no podemos desfallecer en la búsqueda de un camino civilizado. Me entusiasma también saber que las Farc se han comprometido a respetar el deseo de paz de la mayoría de los colombianos.

¿Qué pasó con la votación por el Sí? ¿Cree que hubo exceso de confianza por parte del Gobierno?

Se pueden encontrar muchas explicaciones para el resultado del Sí: el huracán, la poca movilización en algunas regiones, el engaño, las mentiras, el desconocimiento de lo que estaba en juego, incluso el exceso de confianza sobre el eventual triunfo. No sabría decir cuál tuvo más peso. Pero después del plebiscito, las movilizaciones ciudadanas son muestra de que el país sí está jugado por la paz, y que todo este esfuerzo vale la pena.

En la Corte hay 11 demandas contra el plebiscito y el Acto Legislativo para la Paz. ¿Qué pasaría, en su opinión, si el tribunal tumba alguno de los dos, o los dos?

Este gobierno siempre ha sido y es respetuoso de las decisiones de las Cortes.

En la Costa aunque ganó el Sí, pero con un margen fue muy estrecho y mucha abstención. Se siente decepcionado como cuando el entonces candidato Alfonso López preguntó: ‘¿Qué pasó con la Costa?’

El apoyo en general en la Costa fue amplio y estoy muy agradecido por ello. Claramente el Huracán afectó la participación.

Ya que la decisión del plebiscito solo es vinculante para usted, ¿el Congreso debería empezar a legislar sobre lo pactado?

Se va a respetar la decisión de la mayoría. Estamos buscando las alternativas que nos ofrecen nuestras leyes, siempre en el marco de la Constitución.

¿Cómo se sintió cuando recibió la llamada que lo anunciaba como el nuevo Nobel de Paz?

Recibí la noticia con una enorme alegría. Pero este premio no es solo para mí, y por eso dije que es para cada colombiano y, sobre todo, para las víctimas del conflicto armado. Es una muy, muy honrosa distinción que debe llenarnos de fuerza para seguir buscando la paz.

Usted invirtió gran parte de su capital político en un plebiscito en el que salió derrotado. A pesar de eso recibió el Nobel de paz como reconocimiento al esfuerzo puesto en el proceso con las Farc. ¿Siente que ese respaldo internacional le dio un nuevo crédito político para renegociar con los del No y con las Farc?

El reconocimiento del Nobel es un llamado y un mandato para perseverar en lo que ha sido mi compromiso incansable con la paz de Colombia.