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Los montículos de cemento licuado esparcidos en algunas calles del norte de Barranquilla han generado quejas de usuarios de las vías. Sin embargo, una sola denuncia formal sobre el particular ha sido presentada, en lo que va del año, ante la autoridad ambiental del Distrito.

EL HERALDO hizo un recorrido por siete puntos que, según las denuncias, representan mayor afectación para el tráfico de vehículos. En esas zonas se encontraron montículos formados por el material que cae de los camiones mezcladores que entran y salen de las construcciones, advirtió un transeúnte en uno de los vertimientos en la carrera 46 con calle 46.

El derrame de cemento hace que los conductores que transitan por el carril derecho tengan que maniobrar para esquivarlo, pero no genera gran traumatismo en la movilidad. Lo mismo sucede más adelante, en el tramo de la calle 53, frente a la estación Catedral del Transmetro.

En la misma carrera 46 con calle 96, sentido norte–sur, también hay cemento licuado en la vía. Una residente del sector manifestó que el material está ahí desde hace años. Metros más abajo se repite la escena en la calle 100.

Sara Rodríguez, directora del Damab, indicó que las constructoras responsables de los vertimientos de cemento en las calles tienen la obligación de quitarlo, de lo contrario pueden enfrentar sanciones. 'Inicialmente le hacemos seguimiento a la empresa y le damos 30 días para que remueva el derrame. Si no cumple, le abrimos un proceso sancionatorio como dicta la Ley 1333 de 2009', explicó.

La directora señaló que las personas pueden ir al Damab y denunciar los derramamientos de cemento o cualquier otro material de construcción que se presente. 'Si tiene el número de la placa o el nombre de la empresa responsable nos pueden contactar para tomar medidas', expresó.