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'¡Soy menor de edad, soy menor de edad!'. Así gritaba una adolescente que fue sorprendida este sábado por la Policía Metropolitana de Barranquilla (Mebar) en una ‘Nochada Porno’ (fiesta ilegal) en el barrio Ferrocarril, en Soledad.

En un video conocido por EL HERALDO fue registrado el operativo que permitió evidenciar la presencia de 113 menores de 18 años en el patio de una vivienda, en la calle 25B #24-106.

'¡Pilas, pa’l camión, pa’l camión… El que tenga cédula, la muestra!', decía uno de los policías a los niños y jóvenes que iban saliendo del inmueble. En la fiesta también encontraron a 38 adultos, entre los que estaba el organizador del encuentro. Según la Policía, eran cerca de 300 los asistentes, que en su mayoría huyeron por los patios y techos de las casas vecinas. 

Los que quedaron en el interior del inmueble fueron sacados en grupos, para luego ser montados a los vehículos de las autoridades. '¡Hey, hey, hey!... cálmense que ya van para la casa, ya van pa’ la casa', insistía uno de los uniformados a los que estaban arriba el camión, y a otros que intentaban huir. 'Ella es la que no me quiere soltar. Es mi hermana', respondía un adolescente, mientras era abrazado por una menor. 'Súbanse que ya los van a dejar ir', decía el policía. 

Todos fueron llevados a la Unidad Permanente de Justicia (UPJ) de Barranquilla, dado que en Soledad no hay un sitio como este. En el patio de la UPJ, los menores fueron separados en grupos de niños, niñas y adolescentes, mientras los padres, familiares o acudientes iban por ellos. 

Seguimiento

El mayor Leonardo Patiño Patiño, jefe de la seccional de Protección y Servicios Especiales de la Mebar, contó que conocieron por unas publicaciones en la red social Facebook. Los menores se reunieron en un centro comercial, en la calle 30, y luego caminaron hasta el barrio Ferrocarril. 

La Policía decidió ingresar al lugar a las 9 de la noche, media hora después de iniciado el encuentro. Patiño relató que forzaron la puerta de la casa para llegar hasta el patio, donde se encontraban los menores. Eran alrededor de 45 personas, entre miembros de la Policía, Comisaría Tercera de Familia y organismos de control los que lideraron la redada.

'En este caso, pudimos entrar sin orden judicial porque sabía que menores estaban consumiendo sustancias alucinógenas, íbamos a proteger los derechos de ellos. La Ley de Infancia (1098) me permite ingresar  si un menor está en situación de vulnerabilidad', aseguró el oficial.

Una vecina, quien pidió reserva de su nombre, afirmó que es 'como la quinta fiesta' que hacen en la mencionada vivienda. Contó que se sentaba en la puerta de su casa 'para decirles (a los menores) que respetaran'. 'Ellos no son de por aquí. Uno por temor era que no había denunciado antes. Pero ya estábamos por recoger firmas. El operativo fue muy bueno'.

La mujer relató que desde su vivienda, una vez llegó la Policía, veía cómo los adolescentes se saltaban las paredillas de las casas vecinas para evitar ser aprendidos. 'Así fue que dañaron techos'. 

El mayor Patiño sostuvo que hallaron 100 gramos en cigarrillos de marihuana, licor y armas blancas (8 navajas). 

'Eran más de 300 menores. Cuando se hacen estas ‘nochadas’ o ‘chiquitecas’ en un sitio que tiene muros altos es difícil que se escapen. Pero en este caso estaban en el patio, y apartes de la casa. Las paredillas no sobrepasaban el metro de altura. Por eso solo logramos aprehender a 113. Y ordené que no fueran detrás de ellos porque se podían caer de un tejado o de los muros y salir heridos', enfatizó el oficial. 

La dueña de la casa, quien se identificó como Omaira, reconoció el domingo a este medio que cobró $30.000 por dejar que usaran esa zona de su inmueble durante tres horas, de 8 de la noche a 11. Una de sus hijas, que no dio su nombre, se quejó ayer de que hubo 'fuerza excesiva' de la Policía en el operativo. 'Maltrataron a los pelaos y hubo muchos que se cortaron por volarse la paredilla'.