Después de varias semanas de estar luchando para que le respetaran el derecho a la educación, Camila Jiménez, la trans barranquillera que denunció discriminación en México, será reintegrada a la maestría en Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Zacatecas, donde no le permitieron tomar clases en febrero pasado.
El consejo académico del centro educativo estableció que Jiménez no había cometido una falta para negarle cursar el cuarto y último semestre del posgrado.
La joven explicó que fue convocada este viernes a una reunión con el consejo de unidad académica de la universidad, donde expusieron y estudiaron su caso para luego someterlo a votación.
Durante dicho encuentro, los seis miembros del consejo, entre estudiantes, profesores y egresados, reconocieron que no permitirle tomar clases fue una decisión excesiva, y se investigará si Camila fue víctima de discriminación.
Una vez conocida la decisión, Caribe Afirmativo se pronunció al respecto e indicó que frente al tema harán un seguimiento para que Camila no sea víctima de discriminación ni reciba represalias.
Además, afirmaron que estarán atentos a las investigaciones internas y si existe discriminación, se den excusas públicas.
La Corporación había solicitado al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) de México, que exigiera a la Universidad Autónoma de Zacatecas que reintegrara a Camila.
Jiménez, que vivió por varios años en La Guajira, empezó a principios de 2016 a reconocerse como una mujer trans, después de haber cursado un semestre en México y de viajar a Cuba.
En marzo del año pasado, ella inició el proceso para cambiar en su cuerpo las hormonas masculinas por femeninas. Y en ese lapso también se enteró de que había cierta molestia porque ella utilizaba el baño de mujeres.
Ella contó que solo hasta mediados de la maestría comenzó a reconocerse como una mujer trans, y quizás esa fue la verdadera razón del programa de posgrados de la universidad para negarle la oportunidad de seguir estudiando.
La casa de estudios le informó primero que había perdido la beca que ganó en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Conacyt (programa de becas), por no inscribirse a tiempo. Entonces ella decidió pagar el semestre con recursos propios.
Después le dijeron que no terminaría la maestría por inasistencia: el semestre empezó el 23 de enero y Camila volvió el 2 de febrero a Zacatecas. Estaba de vacaciones en Barranquilla, donde se enfermó y fue incapacitada.
Según Jiménez, eso es falso porque -según dijo- solo se pierde la maestría si no se asiste al 20% de las clases.
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Luego de escuchar los argumentos del rector de la UAZ, los integrantes del consejo académico (tres profesores y tres estudiantes) llegaron a la conclusión que la expulsión había sido una medida excesiva, por lo que, por unanimidad, decidieron reintegrarla para que curse su cuarto y último semestre.
Tras la decisión, Caribe Afirmativo se volvió a pronunciar al respecto. Indicó que frente al tema asume tres tareas:
