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El abogado penalista y exjuez de la República Antonio Nieto Güete falleció la noche de este lunes en la clínica La Asunción de Barranquilla.

Humberto Mendieta*, periodista y columnista de EL HERALDO, amigo de Güete, aseguró que este permanecía hospitalizado por su delicado estado de salud. Recordó que tuvo dos intervenciones en el corazón, en diálogo con Emisora Atlántico.

Antonio Nieto Güete nació en Barranquilla el 28 de septiembre de 1941. Se graduó en 1962 en el Colegio Biffi La Salle. Era abogado de la Universidad Libre, de Bogotá, y fue litigante durante más de 40 años, con énfasis en el área penal.

Fue juez de Instrucción Criminal de la capital atlanticense. En ese cargo tuvo investigaciones de sonados casos criminales como el ‘Sádico del Charquito’, Daniel Camargo Barbosa, a quien logró demostrarle su responsabilidad en la violación y muerte de una niña de nueve años en 1974.

Camargo era un psicópata con unas habilidades especiales para engañar que Nieto descubrió. Apoyado en el fotógrafo Enrique García, logró demostrar que él hombre había robado algunos objetos de la niña y los guardaba como fetiches.

También estuvo como juez al frente de la investigación del asesinato de un joyero decapitado y cuyo cuerpo fue encontrado en Puerto Mocho, en agosto de 1974.

La víctima finalmente fue identificada como Milton Sarmiento Reyes, un comerciante santandereano de joyas, que tenía negocios en Barranquilla y a quien asesinaron para robarlo.

Nieto logró establecer la identidad de la víctima y las pesquisas llevaron a la captura de Tinoco en el aeropuerto Ernesto Cortissoz, un día después del crimen. Iba con destino a Panamá y le ehallaron las joyas de Sarmiento.

Fue también parte civil en el sonado caso de las Kaled, ocurrido en 1984. A mediados de los 80, también defendió a los indígenas de la Sierra Nevada de la fumigación con glifosato.

En los últimos años defendió al profesor Alfredo Correa De Andreis, a favor de quien logró demostrar que las acusaciones en su contra como presunto guerrillero eran un montaje. Nieto Güete era experto en el manejo de la prueba y gracias a ello logró establecer que en el caso de Correa había testigos gemelos.

Era un hombre culto y de una personalidad muy definida. Contestatario y crítico de los malos manejos políticos.

Hace algunos años, cuando estuvo en distintas ocasiones en cuidados intensivos por problemas cardiacos, los médicos no se explicaban cómo teniendo estando tan débil podía reclamar y exigir que le explicaran paso a paso cada procedimiento que le iban a practicar.

Una persona cercana lo calificó como un penalista puro, con cerebro y alma de penalista.

*Con apoyo de Humberto Mendieta, especial para EL HERALDO.