Elia Acuña abrió su negocio de venta de desayunos, como todos los días, a las 6:00 de la mañana sobre la Murillo con carrera 14. Una hora después, a eso de las 7:00 de la mañana, el semáforo se puso en rojo; frenó el primer bus de Transmetro, luego el segundo, pero el tercero no alcanzó a frenar y 'golpeó a los otros dos', contó Acuña.
Con esta teoría coinciden otros dos testigos del lugar, quienes consideran que lo que evitó que frenara el tercer vehículo fue el exceso de velocidad con el que manejaba. Destacaron, además, que el segundo articulado no guardó distancia del primero, por lo que resultaron afectados los tres.
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De acuerdo con Steven Mueller, gerente del concesionario Metrocaribe (empresa encargada de la operación de los articulados) las versiones de los operadores indican una primera hipótesis de que no se respetó la distancia entre los vehículos, razón por la que ocurrió el choque.
Otra de las hipótesis que manejan, señaló Mueller, es un frenado repentino por parte de uno de los conductores por el cambio de semáforo en esa intersección.
La última hipótesis que manejan las autoridades es un posible cruce de un peatón.
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Sobre esta última hipótesis, el gerente aseguró que son 'situaciones que tenemos que vivir a diario. El respeto por el carril de uso exclusivo es nulo'. Sin embargo, Adelina Amador, quien presenció el accidente desde un local ubicado en la zona, afirmó que 'no se atravesó ningún peatón'.
Contó, además, el tercer bus quedó inclinado, por lo que 'pensamos que se iba a voltear'. Dayana Amaya, otra testigo del hecho, dijo por su parte que 'faltó logística por parte de la empresa Transmetro', en vista de que los accidentados que resultaron ilesos volvieron a entrar a la estación, momento en el que aprovecharon varios ciudadanos para colarse.
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