Las gotas de lluvia todavía escurrían sobre el vidrio panorámico del bus articulado TM21015 de Transmetro cuando el impacto en su parte trasera embistió a los pasajeros. 'Fue como una pequeña explosión', describieron algunos. El golpe hizo estallar varios ventanales, al igual que los gritos de angustia. La causa, el bus articulado TM21014 lo chocó de manera abrupta por atrás, sobre la calle 45 (Murillo) con carrera 14. Produjo un efecto en cadena que le hizo colisionar con el articulado TM11036 que estaba adelante. La consecuencia, 78 pasajeros heridos entre los tres vehículos implicados.
Según el reporte de las autoridades, el accidente ocurrió ayer a las 6:58 de la mañana. El paso de articulados por la Murillo volvió a normalizarse dos horas y media después, luego de que una grúa retirara los vehículos. Los lesionados fueron trasladados por ambulancias a diferentes centros asistenciales de la ciudad.
Hipótesis
El Tránsito comenzó a recopilar pruebas para la investigación del hecho. La institución y los concesionarios barajan diferentes hipótesis para determinar responsabilidades.
La teoría preliminar que maneja la Policía de Tránsito es que el accidente se presentó porque los buses no guardaron la distancia de seguridad requerida. De acuerdo con Transmetro, la distancia mínima en rodaje entre los buses articulados del sistema de transporte masivo debe oscilar entre 10 a 18 metros; y la distancia mínima cuando están detenidos, uno detrás del otro, debe variar entre los dos y los tres metros.
Tras el accidente el vidrio panorámico del TM21014, que cubría la ruta R40, quedó destruido. Lo mismo sucedió con el vidrio delantero del TM21015. Ambos vehículos pertenecen al operador Metrocaribe. El parabrisas trasero del articulado TM11036, de Sistur y que cubría la ruta R1, al igual que del TM2105, quedaron resquebrajados.
El gerente encargado de Transmetro, Álvaro Sánchez, dijo que la empresa solicitó a 'los concesionarios una investigación detallada y acciones que permitan minimizar los riesgos'.
'En los casos anteriores de choques entre buses del Sistema, luego de determinarse que se debieron a fallas humanas, los operadores implicados fueron retirados del servicio', advirtió a través de un comunicado.
Steven Mueller, gerente de Metrocaribe, empresa encargada de la operación de los articulados, aseguró que, según las versiones de los operadores, la primera hipótesis que manejan es que no se respetó la distancia entre los vehículos.
Otra , señaló Mueller, es un frenado repentino por parte del conductor del TM11036 por el cambio de luz del semáforo en esa intersección. La última conjetura que manejan es el posible cruce de un peatón.
Heridos. 'Fue una experiencia traumatizante. No sabes qué hacer ni para dónde coger', señaló ayer Cristian Miguel Maldonado en una sala de la Clínica La Victoria, a donde fueron remitidos la mayoría de heridos del accidente.
Cristian, de 20 años, repara y hace mantenimientos a aires acondicionados. Se golpeó el cuello y la cabeza con un manubrio del bus TM21015.
'Iba de pie, en la mitad del bus, donde está el acordeón. Cuando sentí el impacto. Primero nos golpeó un bus por atrás y luego chocamos con el de adelante', narró.
El coordinador de la Clínica La Victoria, Jesús Ávila Valencia, en diálogo con EL HERALDO, señaló que las edades de los heridos oscilaron entre los 19 y 61 años.
Luis Enrique Rodríguez, de 61 años, y Wendy Bossa Mancilla, de 21, fueron los único pasajeros que ingresaron a la Unidad de Cuidados Intermedios del centro de salud. Rodríguez presentó un traumatismo craneoencefálico moderado y otro de tórax. Al momento de su ingreso, indicó Valencia, evidenció una alteración de su ritmo cardíaco, lo que ameritó su trasladado a la Unidad para monitoreo. Bossa Mancilla tenía una herida en el cuero cabelludo, persistía su dolor de cabeza y los vértigos post trauma. Ambos estaban estables hasta el cierre de esta edición.
Darling Patricia Roca, de 31 años, contó que ayer era su segundo día como camarera de un hotel en el norte de la ciudad, pero el accidente se lo impidió. Iba sentada en la parte trasera del TM21014.
'El bus en el que iba provocó el choque, iba a gran velocidad cuando vimos que iba llegando a la estación de la 14, intentó frenar y chocó con el bus de adelante', evocó Darling en una camilla de la clínica, con un cuello ortopédico e intravenosa.
Luego del choque y de que los pasajeros cuestionaran el manejo del conductor, este –evocó la mujer– argumentó que 'se le fueron los frenos'.
'Si el bus no hubiese chocado, no sé qué hubiese pasado porque él dijo que se le fueron los frenos. Si hubiese ido a menor velocidad, el choque no hubiese sido tan fuerte', señaló Darling.
Transmetro descartó que alguno de los tres buses fuese en exceso de velocidad, tras realizar revisiones en su centro de control, entre estas al sistema GPS. Informó que ninguno superó los 50 kilómetros por hora, velocidad permitida en ese tramo de la calle Murillo.
Las coincidencias que dejan los 2 últimos choques en la Murillo