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Desde finales del siglo XX los centros históricos de las ciudades han cobrado interés para las personas con mayor capacidad económica. Esos lugares que por décadas fueron abandonados y luego ocupados por colectivos humanos con bajos ingresos económicos, entraron en una etapa de deterioro, convirtiéndose en muchos casos en zonas deplorables. En la actualidad se está presentando el fenómeno a la inversa, lo que los expertos en urbanismo denominan gentrificación, y Barranquilla no es la excepción.

La gentrificación es en sí un asunto de transformación urbana donde la población original de un sector deteriorado es desplazada progresivamente, y sustituida por una población con un mayor nivel adquisitivo, lo cual supone una renovación urbana de ese lugar o barrio; implicando la recuperación de un espacio urbano por personas con ingresos económicos mayores, en detrimento de otras cuyos ingresos son bajos.

Una investigación socio urbanística sobre el barrio Barlovento, de la capital atlanticense, realizada por la docente investigadora de la Universidad Simón Bolívar, Laineth Romero de Gutiérrez, doctoranda en Historia y Arte de la Universidad de Granada, España, indica que en ese sector se presentaría ese fenómeno.

En su estudio, Romero describe que la gentrificación se trata de una revalorización urbana que algunos autores sitúan como un concepto ambivalente: signo de éxito para algunos; efecto pernicioso y no deseado para otros.

Entre las manifestaciones que le dan pie para relacionar a Barlovento con este proceso, cita: 'Los suelos considerados por muchos tiempos como inhóspitos y, por tanto, no aptos para la habitabilidad humana, por la tenacidad de un grupo de personas necesitadas de vivienda, han sido humanizados paulatinamente convirtiéndolos en terrenos habitables; y en los momentos actuales entidades de carácter mixto buscan recalificar el territorio, y el sector está contemplado en el Plan de Ordenamiento Territorial, para nuevos usos'.

Señala además que 'la estratificación en el cobro de los servicios públicos domiciliarios viene cambiando silenciosamente, a varias residencias en los recibos de cobro les ha variado, de estrato uno a dos'.

Otra señal de cambio, advierte la investigadora, 'es la compra de predios para obras de interés social, cuyos dueños nuevamente han quedado desposeídos de viviendas, porque el dinero de la indemnización no es suficiente para la adquisición de un nuevo inmueble, viéndose en la necesidad de buscar habitaciones –piezas, cuartos–, en arriendos'.

En el sector se construyen obras de gran envergadura para la interconexión con el resto de la ciudad que en algunos han requerido suelos de las zonas aledañas.

Una de las cuestiones de la gentrificación son las contradicciones entre el orden político del fenómeno, y sus efectos en la ciudad. En general, numerosos autores defienden la necesidad de promover una gentrificación positiva en áreas urbanas deprimidas, debido a los efectos benéficos donde se generaría estabilización de zonas urbanas en decadencia y aumento del valor de las propiedades, disminución de vivienda inutilizada, aumento de la base impositiva fiscal local, estímulo a redesarrollos posteriores, aumento de beneficios emanados de mix sociales y rehabilitación de propiedades deterioradas con o sin apoyo estatal.

Sin embargo, también existe concordancia en que los efectos negativos observados en el mundo serían más contundentes, entre los que se encuentran desplazamiento social por aumentos en los arriendos y valores de propiedades, efectos psicológicos secundarios asociados a los desplazamientos (resentimiento y conflicto en las comunidades desplazadas), disminución de vivienda económica disponible en las zonas en renovación, aumento del valor de propiedades debido a especulación inmobiliaria, acrecentamiento de población sin techo, alto uso de recursos públicos para promover ciertas áreas, desplazamiento de usos industriales y comerciales y presión sobre áreas urbanas contiguas, disminución de la tasa de ocupación de viviendas y, en general, pérdida de población en áreas gentrificadas.

Estas nociones, se detalla en la investigación doctoral, se constituyen en antorcha para la comprensión de los sucesos gentrificables posibles de identificar en Barlovento, barrio surgido de un proceso de invasión de terrenos.

Sobre Barlovento

Barlovento surgió hacia 1963 en una franja de tierra cenagosa a orillas de uno de los caños que conforman el delta del río Magdalena. No contó con planeación urbanística previa, por lo que tiene pocos espacios de ocio y esparcimiento, y es deficiente en equipamientos de uso comunitario.

Está ubicado en la localidad Norte – Centro Histórico de Barranquilla, a un lado del puerto fluvial que comunica con las poblaciones ribereñas del río Magdalena, cerca del mercado público, del centro de la ciudad y de la zona industrial de la Vía 40. Ocupa una extensión de terreno de 12.29 hectáreas. Su población es de unas 2.932 personas.