El estado de un lote ubicado en la carrera 51B con calle 100 esquina del barrio Villa Santos, al norte de Barranquilla, ha representado una constante preocupación que 'desde hace más de 20 años' ha aquejado a los vecinos y transeúntes de la zona, quienes aseguran desconocer al propietario del lugar.
De acuerdo con un reporte enviado a Wasapea por los moradores del barrio, aquella esquina ha permanecido abandonada durante años, tiempo en el que los ciudadanos han notado como la maleza y una vegetación de árboles se toman el predio.
'Somos víctimas de inseguridad y de un daño hacía nuestra salud', aseguró Martha Carrillo, vecina del sector, para indicar que en la zona se ha registrado la presencia de insectos y animales rastreros ya que, al encontrar sin mantenimiento al lote, ciudadanos arrojan basuras y realizan sus necesidades fisiológicas en el lugar.
No obstante, las incomodidades de los vecinos no terminan ahí. Los usuarios aseguran que la zona también se ha convertido en un punto de encuentro para consumidores y vendedores de estupefacientes, una situación que crea un foco de inseguridad en sus calles.
'Solicitamos el mantenimiento de este lote, continuamente sufrimos por la inseguridad e insalubridad. Vivimos entre una infesta de cucarachas, ratas y culebras', expuso Carrillo.
El lote permanece bajo la administración de SAE, Sociedad de Activos Especiales, entidad a la cual el Gobierno Nacional delegó la extinción de dominio del predio en cuestión. Frente al caso, SAE señaló que desde el 2014, fecha en que recibió la administración del predio, ha procurado medidas para 'volver productivo' al predio y garantizar el mantenimiento de este.
Sin embargo, la entidad explica que hasta el momento no ha sido posible hacer inversiones sobre el lote de Villa Santos pues 'la normatividad vigente establece que si un bien no genera productividad, este no puede ser objeto de inversiones'.
Si bien las inversiones no han sido logradas hasta el momento, SAE comunicó que está revisando la posibilidad de ejecutar una limpieza y un cerramiento en el predio para minimizar los problemas reportados por la comunidad.