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En diciembre próximo vence el plazo establecido por el Gobierno Nacional para que se lleven a cabo los trámites ambientales y de contratación necesarios para dar inicio a las obras de ampliación a doble calzada de la carretera que conecta a Barranquilla con el municipio de Ciénaga, Magdalena.

En julio de 2016, el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, anunció un cronograma a 18 meses para que la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y la Sociedad Futura Transversal de la Ciénaga Grande, el generador del proyecto, ajustaran los detalles en cuanto a diseños, estudio de licencias ambientales y contratación para la ejecución de la obra, que debería empezar a más tardar en de diciembre de este año. Esta fecha sería inmodificable porque el próximo año es electoral y eso restringe las contrataciones del Gobierno.

Cuando faltan seis meses para que se cumpla el plazo establecido por el Gobierno poco se sabe sobre el Diagnóstico Ambiental de Alternativas, DDA, indispensable para el estudio de los posibles impactos ambientales que tenga la ejecución de la obra en los 40 kilómetros de zona de reserva natural que atraviesa la carretera.

La ANLA le aseguró a EL HERALDO que el generador la Sociedad Futura Transversal de la Ciénaga Grande, integrada por Equipos Universal, Pavimentos Universal y Edgardo Navarro Vives, aún no ha radicado los documentos. En consecuencia, la entidad dice que no puede pronunciarse acerca de la viabilidad de la ejecución del proyecto.

Cabe recordar que dadas las consecuencias de la construcción de esta carretera en 1956 –y cuya finalización fue en 1960, fue catalogada, según la Sociedad de Ingenieros del Atlántico, como la obra que mayor daño ambiental se ha registrado en el país. Por ende, el Ministerio de Ambiente afirmó que uno de los objetivos del proyecto de la doble calzada, será recuperar la Ciénaga y garantizar su manejo sostenible.