Debido a la restricción que actualmente vive el canal de acceso al puerto de Barranquilla, en donde solo pueden ingresar embarcaciones con un calado inferior a 8,5 metros, 150.000 toneladas de coque, granel y cemento fueron desviadas hacia los puertos de Cartagena y Santa Marta en lo corrido de la semana.
Los productos, que venían en varios buques, fueron descargados en los muelles de las ciudades vecinas, para ser trasladados por tierra hasta Barranquilla. Este hecho incrementa en un 15% los gastos logísticos de los importadores, según la Federación Colombiana de Agentes Logísticos, Fitac.
El director ejecutivo de la Sociedad de Puertos del Atlántico (Asoportuaria), Alfredo Carbonell, reiteró que estas restricciones afectan la competitividad de la ciudad, debido a que no pueden ingresar a la zona portuaria buques con grandes calados.
'La situación sigue siendo preocupante porque aún no hay una solución a la vista en el corto plazo', manifestó Carbonell. Indicó que siguen trabajando en buscar alternativas con el Gobierno.
Por su parte, René Puche, presidente de la Sociedad Portuaria de Barranquilla, señaló que la inestabilidad del canal de acceso no solo afecta a los puertos, 'quienes ha hecho cuantiosas inversiones para aportar a la competitividad de la ciudad y quienes además pagan una contraprestación que debe usarse para mantener el río en un estado óptimo', sino que también es una problemática que afecta el desarrollo de la industria y, en consecuencia, la economía de la capital del Atlántico.
El dirigente señaló que aunque varios líderes de opinión de Barranquilla plantean como única solución la construcción de un puerto de aguas profundas, este aún no tiene los recursos para ejecutarse y es un proyecto a muy largo plazo.
'El Gobierno, los gremios y las autoridades deben estar concentradas en encontrar una solución inmediata y sostenible a esta situación, ya que esta inestabilidad afecta la confianza sobre las garantías que ofrece nuestra ciudad para seguir invirtiendo', enfatizó Puche.
Carlos González Bassi, presidente de la junta directiva de la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional, Fitac, señaló que el Gobierno debe garantizar una profundidad mínima de 11 metros.
'La draga tiene que permanecer en la ciudad los días que sean necesarios hasta que el Gobierno, mediante la nueva APP, pueda resolver el problema sin necesidad de decretar urgencias', señaló González.
De igual forma, manifestó que el Gobierno debe atender la emergencia que vive la ciudad con su puerto local, con la misma celeridad que atiende otros sucesos en el interior del país.
Entretanto, Carlos Rosado director ejecutivo de la Cámara Colombiana de Infraestructura, CCI, seccional Atlántico, indicó que están a la espera de que el Instituto Nacional de Vías, Invías, cierre su proceso de selección para contratar el dragado correspondiente al segundo semestre. 'Si esa licitación es exitosa, como esperamos, tendremos dragado disponible para lo que queda del año mientras sale la nueva APP', señaló el dirigente gremial Carlos Rosado.
Encuentro con Cormagdalena
Hoy se llevará a cabo una reunión entre el director de Cormagdalena, Alfredo Varela, y el sector portuario y productivo de la ciudad.
La cita tiene como objetivo buscar alternativas para solucionar la problemática por la que atraviesa el canal de acceso al puerto de Barranquilla, que actualmente tiene una restricción a causa de la baja profundidad por la sedimentación del Río.