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El antiguo edificio de la Clínica de Seguros Sociales del barrio Los Andes de Barranquilla permanece hoy 'consumido por el olvido'. Así lo advirtió la ciudadana Nuria Gómez, quien recurrió a la línea de Wasapea para informar sobre el aparente estado de abandono en que se encuentra el terreno ubicado en la calle 57, entre carreras 24 y 25.

Esta clínica fue considerada la más grande que tenía el Instituto de Seguro Social ISS en la Región Caribe pues contaba con 320 habitaciones y 12 salas de cirugía. Hoy se encuentra vacía y, de acuerdo con los residentes de Los Andes, ha 'invadido de soledad' las calles que la rodean.

Según Gómez, las paredes de la edificación están ocultas detrás de altos y frondosos árboles, además de una extensa maleza que reposa sobre la zona peatonal, lo que impide la circulación de los transeúntes. 'El monte alcanza a sobrepasar la pared. Y es que el problema se extiende porque las plantas han llamado a un brote impresionante de mosquitos que no toleramos', relató la mujer.

A la vasta vegetación descrita por la usuaria se suma la inseguridad que afirman vivir los moradores del área, quienes señalan que habitantes de la calle, consumidores y distribuidores de estupefacientes se toman las instalaciones para pasar las noches y realizar negocios.

Los ciudadanos incluso aseguraron que al asomarse entre las rejas que encierra la edificación, lograron identificar a una pareja manteniendo relaciones sexuales sobre el patio del edificio, a pesar de tratarse de una zona residencial. 'Hace un año vi una valla donde decían que lo iban a demoler y pensamos que todo se iba a solucionar, pero nadie sabe qué pasó y ahora en la clínica se alcanzan a ver hasta ratas y culebras', alertó Gómez. La residente del barrio recordó que desde 2016 las puertas del inmueble fueron cerradas.

Tras conocer el caso, la Secretaría de Control Urbano y Espacio Público del Distrito señaló que hace varios meses se había iniciado un proceso para intervenir las instalaciones.

Le entidad señaló que se programó una audiencia para el próximo 8 de agosto en la que se determinará, junto a la firma privada que es actual dueña de la edificación, el futuro del terreno y así erradicar las problemáticas que afectan a la ciudadanía.