El polémico proyecto que promueve el uso del carro compartido en la ciudad fue aprobado ayer por el Concejo de Barranquilla, pero con modificaciones.
Hasta el título de la iniciativa fue cambiado con el propósito de evitar su hundimiento, ya que según su coordinador ponente, el concejal Carlos Meisel (Centro Democrático) el objetivo es 'favorecer el medio ambiente y la movilidad'.
Hace un mes, cuando fue aprobado en primer debate el proyecto, las agremiaciones de taxistas de inmediato respondieron pues consideran que sería como darle una 'licencia al transporte ilegal e informal'. Ante estos cuestionamientos, Meisel respondió que no se favorecerán los 'colectivos ilegales porque aquí nadie está cobrando por los pasajes' y le corresponde a la autoridad ejercer control.
La iniciativa
El acuerdo 'por medio del cual se promueve la movilidad sostenible reduciendo las emisiones contaminantes' tiene como propósito mejorar la movilidad en la ciudad. A pesar de la resistencia que tuvo el proyecto en sus primeros debates, al final fue aprobado. En la sesión de ayer el concejal Meisel pidió el uso de la palabra y defendió el proyecto manifestando al presidente del Concejo José Cadena Bonfanti y al resto de cabildantes que él no tiene la aplicación Uber en su celular y que la medida no perjudica a los taxistas, lo que buscan es mejorar la movilidad y el medio ambiente.
El concejal invitó a quienes están mal interpretando el proyecto que vayan a todos los entes de control y si encuentran una sola transacción a su nombre, usando algún tipo de plataforma virtual, que le inicien un disciplinario inmediatamente.
'Lo que no podemos permitir es que se hunda un proyecto de estos que favorece al medio ambiente y la movilidad de la ciudad por unas malas interpretaciones', dijo Meisel al destacar que la iniciativa tiene una intención muy noble, cívica, cultural y sobre todo medioambiental teniendo en cuenta que Barranquilla es la segunda ciudad capital de Colombia con más vehículos en las calles por cada mil habitantes.
El Acuerdo establece en su primer artículo que la Alcaldía a través de la Secretaría de Tránsito y Seguridad Vial, 'promoverá la movilidad sostenible en el Distrito a través de unas estrategias institucionales que fomenten la racionalización de los vehículos particulares y promueva la protección al medio ambiente'.
En el parágrafo se establece que a través de procesos de formación y cultura ciudadana la administración promoverá los mecanismos de movilidad sostenible.
La Alcaldía deberá ahora establecer las estrategias necesarias para que entre los conglomerados y empresas se incentive el uso de los carros compartidos para bajarle la densidad vehicular a la ciudad. La administración deberá fomentar el uso del carro compartido al interior de las empresas tal como en la actualidad ocurre en Promigas. (ver recuadro).
Meisel insistió en que el uso compartido del vehículo es un modelo de transporte en donde dos o más personas voluntariamente acuerdan compartir un vehículo particular para desplazarse de un lugar a otro.
'Los taxistas se van a dar cuenta más temprano que tarde que esto no los va a perjudicar, por el contrario como se baja el uso del vehículo particular la gente tiene que usar transporte público', expresó.
Jorge Guerrero, presidente del Sindicato de Conductores del Área Metropolitana, Sinchotaxis, pensó que el Acuerdo había sido ‘engavetado’, después de las dos reuniones que tuvieron con los concejales de la ciudad donde expusieron las razones por la que lo consideran ‘nefasto’.
'Ninguno de los barranquilleros somos ajenos a los problemas de movilidad en la que inciden varios elementos, entre ellos la informalidad creciente en el transporte', dijo Guerrero al considerar que sería como darle un carné a todas las personas que tienen un carro de servicio particular para que hagan transporte público.
'Es legalizar a que el carro particular haga transporte público y por eso consideramos nefasto esta decisión'.
Guerrero insistió en que el carro colectivo es ilegal sea un carro particular o de servicio público (taxis), por lo tanto el carro compartido sería un escudo para quienes trabajan de manera ilegal y se perjudicaría todo el gremio de taxistas.