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La construcción de 270 metros del nuevo Gran Malecón frente al río Magdalena, con acceso por el Centro de Eventos Puerta de Oro, sembró en el corazón de los barranquilleros las ganas de mirar de cerca la inmensidad de este recurso al que por mucho tiempo la ciudad le dio la espalda cuando su clase dirigente de mediados del siglo XX decidió construir un muro infranqueable de fábricas y bodegas que cercenaron ese contacto con el río

Ese paseo, que por estos días es uno de los planes familiares predilectos, lleva consigo el placer de sentir la brisa que mueve al río Magdalena y de impregnarse del aroma de la naturaleza, sensaciones que para muchos son inéditas.

Aparte de ver con beneplácito la obra emprendida por la Alcaldía Distrital, el arquitecto Ignacio Consuegra Bolívar, experto en patrimonio, opina que necesariamente esta tiene que complementarse con actividades culturales, recreativas, deportivas, para que la gente vuelva a apropiarse de ese elemento tan importante que es el río. Desde el punto de vista del estudio del patrimonio, lo califica como 'el patrimonio más importante que tiene Barranquilla porque la ciudad debe su vida al río, así como Puerto Colombia la debe a su muelle, por ejemplo'.

De acuerdo con su planteamiento, el hecho de que la gente se acerque a la arteria es una manera de ser 'generosos' con el río, por lo que considera importante que la Alcaldía haga uso de sus recursos y de los espacios con que cuenta la ciudad para que el río tenga una avenida y un gran malecón que facilite ese acercamiento.

Pero además del potencial paisajístico, recreativo y ecológico del recurso natural, Consuegra recalca que también hay que ver la oportunidad de tener una autopista natural y gratuita como muchas ciudades que aprovechan sus ríos para involucrarlos en sus actividades productivas. 'Casi todas las ciudades del mundo que tienen ríos navegan sobre él, nosotros somos la excepción, vemos pasar unos barcos que traen carros y otras cosas, pero no lo utilizamos para transportarnos', añade.

La docente investigadora Laineth Romero de Gutiérrez, doctoranda en Historia y Arte de la Universidad de Granada (España), explica que Barranquilla ha tenido una relación de amor y odio con los sistemas naturales que la rodean, y aun así sigue disfrutando del río. Y reitera que actualmente son diversas las urbes del mundo en donde los ríos están siendo estimados como lugares esenciales donde los ciudadanos pueden disfrutar de la naturaleza. Para lograrlo –menciona-, se han desarrollado proyectos que no solo se centren en el río, sino que también lo insertan en una red de parques y de espacios públicos, como ahora lo está haciendo Barranquilla.

'Los ríos urbanos definen la esencia de una ciudad, le dan su carácter y personalidad, desde la calidad de sus aguas, su función urbana y recreativa, su capacidad de integración e inclusión social. De acuerdo con esa línea de pensamiento, considero que con la nueva visión de Barranquilla hacia el río Magdalena es posible rescatar el valor de cohesión social de sus habitantes y el fortalecimiento de la identidad, porque el sentirse parte del territorio conlleva al aprecio de la cultura y el paisaje y, con ello, una sensibilización hacia sus transformaciones y su preservación', puntualiza Romero.

De paseo por el río

Una iniciativa que coincide con la necesidad de generar esparcimiento cerca del río la están ejecutando hace unos meses dos hermanos propietarios de la embarcación La Mita, a través de la cual ofrecen paseos por sus aguas en la zona que entre el puente Pumarejo y Bocas de Cenizas.

Este proyecto es uno de los diez emprendimientos seleccionados por el programa Quilla Innova, de la Alcaldía y la Universidad Simón Bolívar, que promueve el desarrollo económico a través del fortalecimiento empresarial y el apoyo a ideas de negocios.

Luciano Marú Bustos, uno de los dueños de La Mita, quien se declara 'enamorado del río', dice que nunca es tarde para empezar a recuperar ese amor que toda la ciudad le debe al Magdalena. 'Este malecón no solo te da la visión del río sino un acercamiento total con las actividades que allí se pueden desarrollar'.

Las posibilidades de más iniciativas como esta serán analizadas a finales de este mes en el Seminario de Urbanismo Internacional que desarrolla Unisimón cada año. La temática general será El barrio El Prado y el río, según el arquitecto Consuegra, organizador de la jornada.

El proyecto

Lo que ha detallado la Alcaldía sobre el proyecto general del Gran Malecón tendrá una vía de cinco kilómetros de longitud en doble calzada, con iluminación con luces led, andenes amplios y amoblamiento urbano con losetas. Paralelamente se habilitarán 200 hectáreas para la construcción de edificaciones en la zona. Además de los 70 metros de ancho del Gran Malecón, habrá un paseo peatonal y parque de 50 metros.