Si por la calle tú caminas.
Bien prendido con tu chicharra.
Deja ese vicio porque te arruina.
Con una multa de 800 barras.
Con varias letanías, acompañadas de un grupo de millo, la Policía Metropolitana de Barranquilla llamó la atención de los ciudadanos sobre la aplicación de sanciones económicas por infringir el Código Nacional de Policía y Convivencia.
El lunes llegó a su fin los seis meses que dispuso el Gobierno para aplicar comparendos y multas pedagógicas. Ahora los que infrinjan cualquiera de las normas serán multados.
El coronel José Palomino, comandante operativo de la Policía Metropolitana, confesó que esta iniciativa folclórica fue criticada por personal del interior del país, porque genera contaminación auditiva, lo que prohíbe el código.
Pero defendió la propuesta diciendo que el millo y las letanías utilizadas hacen parte de la idiosincrasia del barranquillero.
'La Policía no es enemiga de la expresión cultura de la Costa Caribe y nos arriesgamos a salir con un millo, a pesar de ser criticados por muchos en el interior', aseveró José Palomino.
Las violaciones frecuentes
El no poder ingerir licor en espacios públicos es uno de los puntos que ha generado controversia y quizás por eso fue la norma más infringida en la etapa preventiva con 5.413 multas. Pero para el coronel Palomino el tomar en un andén o tener un picó, no son 'temas culturales'.
Sobre el tema de realizar necesidades fisiológicas en vía pública, el Código obliga a los administradores de establecimientos de comercio a prestar los baños a niños, jóvenes, mujeres embarazadas y personas de tercera de edad. 'Quien se niegue, tendrá una multa tipo 1 ($98.362)', aseguró el comandante.
Sin embargo esta medida no cobija a los hombres, los cuales infringieron en 2.243 ocasiones la prohibición de miccionar en vía pública. Es la segunda en el ránking.
Otro tema preocupante es el de la invasión del espacio público. En sectores del centro de Barranquilla se ve irrumpido a diario por cantidades de vehículos que se aglomeran en talleres mecánicos o vendedores ambulantes.
Palomino aseguró que no pretende que 'en un solo día vaya a lograr acabar' con la invasión del espacio público y que el propósito no es acabar con la venta ambulante, sino hacer cumplir la reglamentación vigente.
Indicó que la idea del código más que sancionar económicamente, es prevenir. Y utilizar siempre la mediación policial. 'La intención no es ahogar con multas', agregó.
El alto oficial pidió a la comunidad no tenerle miedo al Código porque 'es amistoso' con toda la idiosincrasia barranquillera. 'La idea es que sea parte de todos', dijo.
Según las autoridades, hasta las 6:00 p.m. de ayer, en Barranquilla habían sido sancionadas 22 personas: 10 por consumo de sustancias alucinógenas, 4 por porte de armas de fuego, 4 por irrespetar a la Policía, 2 por portar armas blancas y 2 por agredir a una persona.
El recaudo
Muchos se preguntan hacia dónde va y que se hará con el dinero recaudado de las sanciones del Código.
José Palomino indicó que ya se encuentran abiertas las cuentas para el recaudo de las multas. El 60% estará destinado para actividades de seguridad y prevención y el 40% es para libre destinación de la Alcaldía distrital. 'Pero se le sugiere al mandatario que sea destinado a prevención', anotó el comandante.