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Los robos al Sistema de Transporte Masivo Transmetro se han convertido en una constante. En los últimos seis meses, las pérdidas ascienden a más de $106 millones, siendo las estaciones La Arenosa, Chiquinquirá, La Ocho y La Catedral las más afectadas, según manifestó la empresa.

Desde marzo 28 hasta el 12 de septiembre, 400 láminas de cielo raso, 245 luminarias, 17 láminas largas de cielo raso y 30 barandas han sido robadas por desconocidos.

Transmetro señaló que esos robos se generan regularmente en horas de la madrugada, cuando el sistema no opera.

Sin embargo, Mauricio Bolaño Salcedo, usuario frecuente, manifestó que durante el mediodía y en horas de la noche casi nunca hay policías en estaciones como La Catedral o Alfredo Correa de Andreis, las cuales calificó como inseguras.

'De 11:00 a.m. hasta las 1:00 p.m. como que se van a almorzar los policías y a las 9:00 p.m. ya no están y son las horas donde los atracadores aprovechan para hurtar', indicó el estudiante de derecho, de la Universidad de la Costa.

El intendente Alberto Salas Martínez, comandante de la Seguridad del Transmetro, declaró que los robos en las estaciones se registran entre 2:00 y 3:00 a.m. y que ante esto la Policía decidió intensificar los patrullajes.

'Identificamos las horas de los hurtos y decidimos intensificar los patrullajes por todas esas estaciones y que el cuadrante esté atento a cualquier novedad', anotó Salas Martínez.

En cuanto a la presencia de Policías en las estaciones, el comandante de la Seguridad del Transmetro confesó que 'están bajos de personal' y que al mediodía los auxiliares se encuentran almorzando.

'En las noches todas las estaciones tienen su policía, excepto que se enferme uno, hasta las 10:35 p.m., que sale el último servicio del Joe Arroyo. Además de los seis profesionales transitando por el carril del solo bus', agregó el intendente Alberto Salas.

Durante lo corrido del año, el grupo de policías en Transmetro ha capturado a 19 personas por el delito de hurto y cuatro por acoso sexual.

Otros problemas

Además de la inseguridad, varios usuarios entrevistados por EL HERALDO se quejaron de que el aire acondicionado 'no se siente' y que las rutas de los buses troncales y alimentadoras se demoran mucho en llegar a los puntos estipulados.

Omaira Duarte Vega, de 18 años, quien dice tomarlo a diario para desplazarse de su casa a la corporación donde estudia, y viceversa, lo calificó como 'malo' porque en dos ocasiones dice que se ha 'ahogado' por la falta de aire acondicionado en los articulados del servicio.

'Antes estaba bien, ahora está horrible. Dos veces he estado en los buses, el aire no lo sentía y me he estaba ahogando. Me tocó bajarme tres estaciones antes porque ya sentía que me iba a desmayar', indicó Duarte Vega
Oriana Villacob Burgos también evaluó el servicio de Transmetro como 'malo' porque para ella casi ningún bus tiene bueno el aire acondicionado. 'Cada vez que me subo a los buses uno siente ese calor, parece que no tuvieran', afirmó la estudiantes de enfermería.

La joven de 18 años cree que en la ciudad hace falta cultura ciudadana, ya que muchas veces ancianos, personas en condición de discapacidad, mujeres embarazadas o con niños en brazos se suben al sistema y deben ir de pie, a pesar de que existen sillas especiales para ellos.

Entre tanto, Steven Mueller, gerente de Metrocaribe, puntualizó que ningún vehículo sale a circulación si tiene alguna avería en su aire acondicionado y menos si está dañado.

'Tenemos condiciones climáticas adversas. En la mañana tú ves los buses y van empañados del frío. El vehículo por más que el aire acondicionado funcione en cada estación abre sus puertas y la temperatura entra al bus', explicó Mueller.

El Gerente de Metrocaribe destacó que en los últimos 10 meses han realizado inversiones por $8.000 millones en mantenimiento de su flota de buses.

Cultura ciudadana

Víctor Cantillo, experto en movilidad, se refirió al servicio del sistema de transporte masivo Transmetro y manifestó que desde inicio de las operaciones una de las falencias que tuvo es que no asignaron recursos para programas de cultura ciudadana y de comportamiento de las personas.

'Si esas estaciones se han deteriorado es porque la gente las ha dañado y también porque no han tenido un apropiado mantenimiento. Hay que asignar recursos para arreglarlas, pero también programas de educación ciudadana y algo de vigilancia para sancionar a las personas que causan el deterioro', dijo Cantillo.

Señaló el experto que es tan importante la cultura ciudadana como 'pavimentar una vía' y aún más invertir en el transporte público.

'Las alcaldías de Barranquilla y Soledad deben apropiar los recursos para mantener el sistema. La situación económica de los operadores ha mejorado un poco, pero sigue compleja, todavía se hace necesario plantear alternativas para que suban los ingresos y se racionalicen los gastos, es una buena noticia que aumenten a 140 mil pasajeros, pero hay problemas, eso hay que reconocerlos y hay que trabajar', afirmó Cantillo.